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domingo, abril 28, 2024

La Unidad Anti-oligarca pasa necesariamente por las elecciones 2024

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El dominio que ejerce el gobierno de Estado Unidos sobre la República Dominicana, en alianza con la oligarquía dominicana, o sea, las 20 familias blancas  tradicionales, más los nuevos multimillonarios producidos en los gobiernos del PLD, al amparo de la corrupción y el narcotráfico, nos está diciendo la imperiosa necesidad de crear una poderosa coalición de partidos, agrupaciones y movimientos políticos revolucionarios y democráticos, y de personas de acrisoladas virtudes patrióticas, para que junto echemos abajo este funesto dominio.

En este este momento de nuestra historia republicana es la mejor manera de reencausar a nuestro país, abrazado a la propuesta de Juan Pablo Duarte de Patria soberana, de ciudadanos y ciudadanas felices, donde la República Dominicana sea “libre e independiente de toda potencia extranjera”.

Sin descartar ningún método de lucha, ni ninguna forma de organización, pienso que existe una combinación, en desarrollo, de un amplio movimiento social, en unidad con partidos políticos,  hacia la participación electoral, desde ahora hasta el 2024,  para forjar esta imprescindible y sólida alianza político-social en dirección a la toma del poder político del Estado, o sea, tomar el gobierno central, el Congreso Nacional y los gobiernos municipales, o parte significativa de estos dos últimos poderes estatales.

Los métodos de lucha y las formas de organización son partes, junto a la política de aliados, de la táctica política, y ésta es el eje fundamental, en cada momento concreto, de la estrategia hacia la toma del poder político del Estado, o la continuidad de quien esté gobernando.

La realidad de la República Dominicana de hoy nos dice que vivimos un momento histórico de lucha política parlamentaria, legal, democrática y abierta, claro está, con todas las limitaciones que impone una Constitución obsoleta y una cultura trujillista de gobernar.

Por tal razón, debemos darle la batalla a la oligarquía, sus partidos políticos y al gobierno de los Estados Unidos, en este terreno, y ganársela.

Es posible ganar esta batalla, siempre y cuando la gran coalición que proponemos integrada por partidos, agrupaciones y movimientos políticos revolucionarios y democráticos,  y de personas de acrisoladas virtudes patrióticas, adopte una correcta táctica política acorde con la realidad actual, y luchemos con razón, con ventaja,  y sin sobre pasamiento.

Según pienso yo, en la realidad política que vive República Dominicana, no hay una táctica más revolucionaria que no sea la participación en las elecciones del año 2024, con una gran coalición de fuerzas políticas y sociales revolucionarias, patrióticas y democráticas.

Y eso lo afirmo categóricamente.

¿Por qué? Porque aquí no existe, al igual que tampoco existe en América Latina y el Caribe, condiciones, organización y preparación para la lucha armada guerrillera (tipo Che Guevara), ni tampoco para una insurrección popular (tipo Vladimir Ilich Lenin), ni para la táctica de “rodear las ciudades desde el campo”, después de un exitoso trabajo en las zonas rurales (como proponía Mao Tse-tung), que nos pongan en dirección a la toma del poder político del Estado. Incluso, pienso que tampoco está en el horizonte político dominicano un golpe de Estado revolucionario para asumir la dirección del Estado dominicano.

Por lo que, proponer cualquiera de esas tácticas u otra, como la llamada “Constituyente con participación popular”,  no es más que jugar  a la política, confundir a las grandes mayorías, y a militantes revolucionarios  una débil formación política, sin ninguna oportunidad de avanzar, en estos momentos, hacia la toma del poder político del Estado.

Entonces, las condiciones objetivas nos están proponiendo la participación electoral para la toma del Gobierno Central, el Congreso Nacional y los Gobiernos Municipales, tal y como ha ocurrido en algunos  países como Bolivia, Perú y Argentina, y próximamente como podría suceder en Brasil, con el PT y Lula Da Silva. Victorias del presente y del futuro, que van a fortalecer la unidad de Abya Yala, Nuestra América, contra la opresión colonizadora de ayer y de hoy. Claro está, siempre apoyando y luchando  al mismo tiempo, junto a los movimientos sociales por el logro de sus reivindicaciones inmediatas.

El Movimiento Patria para Tod@s (MPT), defiende esta táctica de alianza electoral, tan amplia como sea posible, alrededor de un Programa de Gobierno consensuado, y candidaturas también consensuadas (presidencial, congresual y municipal). Todas estas candidaturas  consensuadas, incluyendo la presidencial, que El MPT propone que sea el Dr. Fulgencio Severino el candidato presidencial para esta gran coalición. Para tales fines ponemos a disposición nuestra Boleta Electoral, que es la No. 24.

Afirmo categóricamente también, que, si en el transcurso del tiempo las condiciones cambian, y otros escenarios políticos reemplazan a los actuales, defenderé la adopción de un nueva táctica, pues si las condiciones cambian en veinticuatro horas en veinticuatro horas debe cambiar la táctica.

En cuanto al Programa de Gobierno, hemos hecho una propuesta para su discusión y aprobación, que yo sinteticé en mi artículo “No más de lo mismo, ¡Severino, presidente!”, aparecido en el portal www.reporteextra.com, del 2 de octubre, de la manera siguiente:

“En el gobierno del MPT el Presidente Severino garantizará producción agropecuaria e industrial para abastecer la demanda nacional; incentivo mayor al desarrollo de verdad de la ciencia y la tecnología; solución definitiva del sistema energético nacional; apoyo a las MIPYMES; trabajo bien remunerado; salud universal; seguridad social; educación de calidad; comida barata; seguridad ciudadana; rehabilitación del sistema cloacal, y reparación de aceras y contenes, en especial en las ciudades de Santo Domingo y Santiago;  transporte moderno según la exigencia de la explosión demográfica;  cero tolerancia a la corrupción y al narcotráfico;  recreación sana para la juventud;  justicia verdaderamente independiente; igualdad de género; respeto a la dignidad de los pueblos; y, defensa de nuestra soberanía nacional”.

Con esa propuesta programática de la coalición que proponemos,  el presidente o la presidenta que salga electo o electa en el año 2024, comenzará una forma diferente de gobernar, a través  del verdadero cambio que necesita la República Dominicana.

Con esa propuesta programática, una  sólida coalición  consistente estructurada a nivel nacional y un  fuerte trabajo político-social, serán derrotados en las elecciones del 2024 los partidos tradicionales y el dominio norteamericano, junto a sus aliados, y se instaurará en el Palacio Nacional un gobierno como lo soñó Juan Pablo Duarte.

Ahora bien, ocurrido ese nuevo escenario político a partir del 2024, ¿cuál debería ser el comportamiento del gobierno anti-oligárquico?

Comprender juiciosamente que la estructura del poder oligárquico-imperial estaría intacto, con su dominio de la economía, los medios de comunicación, los banco bancos, etc., pero que de todos modos, habrá de comenzar  una nueva era de nuestra vida republicana, en la que tenemos que unirnos con más fuerza e inteligencia, ahora desde la dirección del Estado, donde daremos esa otra gran batalla para derrotar a los enemigos de la felicidad del pueblo dominicano.

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