Si uno le da una mirada retrospectiva al avance que ha experimentado la tecnología en las últimas décadas descubre lo acelerado que ha sido. Para bien o mal en menos de treinta años se ha producido un salto extraordinario en la tecnología de los dispositivos de comunicación y de entretenimiento.
La radio era el medio de comunicación por excelencia para enterarnos de los acontecimientos noticiosos y, sobre todo, para entretenernos oyendo música.
Recuerdo una noche que estaba oyendo mis acostumbrados boleros en mi radio de pilas cuando pusieron un disco en voz de Daniel Santos (Daniel Doroteo de los Santos Betancourt, 1916-1992), con el título “Cositas sueltas” y al escucharlo mi hija Pamela estalló de la risa.
Este grato recuerdo me lleva al tema de esta semana. Hasta ahora he pregonado que el bolero es un género musical para sufrir el amor, matizado por el desamor y sufrimiento, y me he olvidado que también aborda situaciones jocosas e hilarantes.
Hacer un exhaustivo inventario de las canciones (sean boleros, guarachas o son) compuestas con el fin de provocar risa sería casi imposible.
El mejor ejemplo de canción de humor que se ocupa de una situación jocosa es “Borracho no la vale”, que popularizara en El Inquieto Anacobero, Daniel Santos.
El Viajero Mundial interpreta esta canción con el Cuarteto Original de Pedro Flores, en una magnífica dramatización y el título de la misma se convirtió en un popular adagio en los países donde se popularizó.
En un ritmo movido, al estilo son, Daniel Santos también nos deleita con el “Tibiri Tabara”, y en una especie de humor negro “Mayoral”, que aquí gozó de mucha popularidad.
En torno a esta canción de “Mayoral” siempre me ha surgido una curiosidad, es que Pedro Flores, quien la compuso, menciona a una tal Margie, que provocó, en la composición musical, que la esposa celosa de Daniel Santos rompiera todos los discos donde cantaba él porque ella lo visitó. Pero resulta que Margie da título a una canción, también interpretada por Daniel Santos, que nada tiene con el nombre de la misma. Una hermosa canción, que ha sido incluida por muchos artistas en sus repertorios, escrita por Flores y que, particularmente, a mí me encanta.
El Jilguero de Cienfuegos (Inocente Iznaga González) es el mejor exponente de la canción para reír a carcajadas y el mismo se reía con una carcajada características en sus canciones. Como ejemplo: “La vida es una carcajada”, “El gallo”, “El hombre feo y el bonito” y “El bobo enamorado”.
Y qué decir de Pototo y Filomeno, personajes encarnados por los comediantes cubanos Leopoldo Fernández, conocido como Trespatines, y Aníbal de Mar, el icónico y divertido Tremendo Juez de la Tremenda Corte. Juntos, y a veces acompañado de Mimí Cal Fariñas (Nananina), hicieron historia con sus canciones que narraban situaciones cómicas y picarescas.
Canciones como “Carta de mamita”, “Chino no son bobo”, “Ese número no existe” y “Ahorita va a llover” se han escuchado en la radio dominicana por décadas.
El cancionero mexicano también se ha ocupado de temas jocosos e hilarantes, además, del humor negro. Pedro Infante (1917-1957) tenía una gracia única incomparable para interpretar esos temas cómicos. Muy divertida la canción “Peso sobre peso”, “Nana Pancha”, “Yo no fui” y “El piojo y la pulga”, entre otras muchas.
“Peso sobre peso” es una expresión genuina del humor y el argot del mexicano de pueblo, ese que invadió con fuerza el cine de la nación azteca, que se convirtió en el preferido en Latinoamérica y cuya figura emblemática lo fue Mario Moreno Cantinflas.
En esta hilarante y picaresca canción Pedro Infante, que también fue actor de cine, cumple su cometido de provocar risas, de entretener al oyente. Retrata fielmente al hombre tacaño.
Lo cierto es que todo es necesario en la Viña del Señor y el bolero, como expresión genuina de la sociedad, además del desamor, ha reflejado todas las expresiones del ser humano, incluyendo el humor.
Es posible que haya olvidado muchas canciones humorísticas de esas abundan por ahí, porque la memoria no es infalible. La intención es demostrar que una va de cal y otra de arena, que el bolero no solo aborda la amargura del olvido y desamor.
En este viernes bohemio a reír un poco pues con esas canciones hilarantes de que hacen gala muchos de nuestros boleristas preferidos y, como siempre, salud.
