Las elecciones municipales del 18 febrero 2024 dejaron ver con meridiana claridad que en nuestro país estamos enfrentado una dictadura constitucional.
Esto explica la burla de la farsa electoral municipal, del monstruoso fraude montado por el presidente Luis Abinader, quien no sólo utilizó abusivamente los recursos del Estado, y el dinero del erario público, sino también el dinero de la corrupción, de la colaboración de grandes empresarios oligárquicos, del narcotráfico, así como en forma dosificada en el tiempo, de una parte de los RD$3.1 billones de bonos y empréstitos recibidos en sus casi cuatro años de gobierno, incluyendo los RD$527 mil 193 millones obtenidos en el 2023.
De esta manera manejó una suma cuantiosa de millones de pesos para la campaña electoral del 18 de febrero, y manejará otra holgada suma para el 19 de mayo, así como recursos del Estado dominicano.
La elite directiva del PRM, está integrada por una parte de la Lumpenburguesía, entendida ésta como la oligarquía, la elite dirigente, la dueña del país, que está subordinada y apoya a los poderes imperialistas y neocoloniales en detrimento del desarrollo nacional independiente. El presidente Abinader le ha brindado un decidido apoyo, como ningún otro, que le ha facilitado coadyuvar a la unificación de todos los grupos de familias oligárquicas, que son los dueños del país, los que verdaderamente dirigen nuestra economía, en especial el sector bancario, el sector salud, el comercio, el turismo y el sector inmobiliario.
De ahí la Alianza Público-Privada, los fideicomisos, y las privatizaciones de lo que queda de los bienes nacionales, donde nuestra oligarquía se encuentra muy a gusto con el presidente Luis Abinader.
Esta lumpenburguesía para gobernar se apoya en el lumpenproletariado, es decir, esa parte de la población carente de educación cívica y moral, e integrada además por gente humilde del pueblo, personas menesterosas, desempleados, pero también por elementos de la clase media egoísta y sin amor patrio, así como por personas del bajo mundo, como proveedores y consumidores de drogas, prostitutas y criminales.
El lumpenproletariado es una persona fácilmente manipulable por la lumpenburguesía, y no se integra a la lucha por un cambio social que lo beneficie a él y al país, sino cuando ve la cercanía del triunfo del proyecto anti oligárquico.
Esta situación nos obliga a la izquierda y fuerzas progresistas a hacer un arduo trabajo en este lumpenproletariado para ganarnos la parte menos contaminada, neutralizar a los que no podamos ganar y enfrentar con firmeza a los más recalcitrantes.
Hago esta introducción para tratar de entender el comportamiento sociológico de la masa de perremeistas que asaltaron, a nivel nacional, los frentes y alrededores de los recintos electorales, con casetas, afiches, letreros y baberos de sus candidatos y candidatas, y tarjetas y dinero en efectivo del gobierno para comprar cientos de miles de cédulas, en violación a las disposiciones de la Junta Central Electoral, a los fines de restarle votos a los demás partidos, como en efecto ocurrió.
Y esto lo hicieron abusivamente de manera abierta y descarada, apoyado por calieses perremeistas, que prácticamente se burlaban en la cara de la gente que no era de su partido, y que yo pude observar en diferentes recintos electorales, en mi condición de Delegado Político del Partido Patria para Todos y Todas (PPT) ante la Junta Electoral del Distrito Nacional.
Esto fue un hecho violatorio, que trató de empañar el buen desempeño de la Junta Central Electoral, y que hasta los observadores internacionales agrupados en la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su vocero, el excanciller de Paraguay, Eladio Loizala, leyendo su Informe de lo observado expresó que: “La Misión nuevamente reitera de manera enfática la necesidad de combatir la perniciosa práctica de compra de votos. Este fenómeno no solo constituye un delito, sino que socava el libre ejercicio del sufragio y mina la confianza de los votantes en todo el sistema electoral”.
Subrayando que: “Insistimos en la importancia de que se adopten medidas contundentes para erradicarla”.
También puso de relieve que “se pudo constatar abundante proselitismo político” en los alrededores de los recintos electorales.
Aunque el principal exponente de estas violaciones fue el PRM, también incurrieron en las mismas el PLD y la FP.
Este hecho debemos tomarlo muy en serio los partidos que vamos a participar en las Elecciones Presidenciales y Congresuales del 19 de mayo venidero, por lo menos para neutralizar en general dicha práctica, y en algunos casos hasta impedirlo.
Asimismo, la Junta Central Electoral debe abocarse a tomar las pertinencias de lugar para sancionar de manera drástica al partido o a los partidos que intenten cometer dichos desafueros en las elecciones presidenciales del 19 de mayo próximo.
Las elecciones del 18 de febrero organizadas por la Junta Central Electoral fueron convertidas por el presidente Luis Abinader y el PRM en una grosera farsa electoral, que pudo haber creado una crisis política parecida a la que ocurrió en las elecciones municipales la del 2020, con la posibilidad impugnar las mismas y el llamado a celebrar nuevas elecciones municipales. Pero el PLD, la FP y el PRD no tenían, ni tienen, eso en su presupuesto.
Por lo que, el 18 de febrero en nuestro país no hubo una “fiesta de la democracia”, sino una FIESTA DE LA DICTADURA, UNA FISTA DE LA TIRANIA, a través de la perversa inmoralidad del presidente Luis Abinader.
Esta es la razón de fondo del porqué hubo una abstención de 53.3% según la Junta Central Electoral, y hasta de un 70% en algunos territorios.
Pero también la razón del fenómeno del irresponsable transfuguismo de comerciantes de la política, que se mudan de su partido a otro, sin ningún reparo, a través de compra de su inconciencia, porque le han prometido su bienestar personal.
El vicio de la compra del voto y el transfuguismo son cánceres con metástasis en los partidos de la oligarquía y en la mayoría de sus partidos bisagras, que cada cuatro años junto a la abstención, pese a su triunfo, no se dan cuenta que la historia va cavando su tumba, donde los nuevos Trinitarios, los sectores honestos duartianos, enterraremos sus cuerpos putrefactos, pues el espíritu revolucionario de Juan Pablo Duarte, derrotará el deterioro moral de la mafia política que dirige nuestro país, y eso lo haremos a través de una gran coalición de fuerzas de izquierda y progresistas, encabezado por un poderoso partido revolucionario, que por demás estará al frente de las luchas sociales y sectoriales del pueblo dominicano, y que a partir del 16 de agosto estaremos discutiendo sus perfiles. ¡Qué no le quepa la menor duda a nadie!
A pesar de la legalización de la dictadura perremeista del presidente Abinader que ya cuenta con el aval del Congreso Nacional, que recientemente convirtió en ley el proyecto de crear la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), que tendría como tarea, entre otras funciones, espiar y apresar sin ninguna orden judicial a cualquier ciudadano o ciudadana que critique al presidente de la República.
Tema ha sido repudiado por la ciudadanía y por los partidos políticos.
Sólo quisiéramos recordarle al Presidente Abinader un dicho- advertencia del jugador de billar que reza así: “No force el mingo, que se va a romper la bola”. Si no tiene cultura de billar pregúntele a alguien de sus asesores.
Concluyo llamando a mi Partido Patria para Todos y Todas (PPT), junto a la Unidad Democrática y de Izquierda (UDI), que a partir de lo ocurrido el 18 de febrero apliquemos con entusiasmo el Plan Electoral Mayo 2024 para la promoción y defensa de las candidaturas del Dr. Fulgencio Severino a la Presidencia de la República, y a la Vicepresidencia de la Licda. Francisca Peguero, quienes representan la Dignidad Electoral 2024, junto a nuestras candidaturas a las senadurías y diputaciones.
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(El autor es economista egresado de la UASD, escritor y poeta, miembro de la Comisión Política de la Coordinación Nacional, Coordinador de Relaciones Internacionales del Partido Patria para Todos y Todas/PPT, candidato a Diputado al PARLACEN en las Elecciones 2024-2028, ex-Presidente de la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba, miembro del Comité Dominicano de Solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela, miembro del Comité Dominicano amigos de Nicaragua y miembro del capítulo dominicano de la Asamblea de los Pueblos del Caribe.
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