HATO MAYOR. _ Colchones expuestos al sol, muebles destrozados, electrodomésticos dañados denotan que las ayudas no han llegado a las familias afectadas por las inundaciones de los ríos por el paso de Isaías en Hato Mayor.
Este municipio tocó la peor parte de Isaías y el barrio Gualey con subsector Los Cocos son los más afectados, con más de 700 viviendas destruidas y sus ajuares desaparecidos por las inundaciones del río Maguá y varias caladas que lo bordean.
A Mercedes Zorrilla, una mujer residente en Los Cocos las aguas del río le barrió su casa con todos y ajuares, pero nadie mira para donde ella.
Se queja de que las ayudas son secuestradas a la entrada del sector por «vivos que corren alante, cuando ya han recibido de todos».
El l moho y el mal olor de las aguas utilizadas para sacar el lodo de entre las casas pudieran afectar la salud de los afectados por el fenómeno atmosférico.
A Ramona del Rosario, una mujer diabética e hipertensa la casa le quedó vacía, pues el agua penetró al romper una puerta trasera de la casa y hasta una motocicleta pasola de su hija, fue arrastrada.
Se queja de que nadie llega hasta donde ella, » a pesar de que quedé solo con las ropas que cargaban encima».
«Mire esto fue algo nunca visto, para salvar mi vida me subí a la azotea de una casa contigua, pero cuando vimos que al agua solo le faltaban tres peldaños de la escalera, logramos salir y ser rescatado por un gredar», narró la obesa mujer al diario atacando.com.
Los pocos que le quedó lo colocó en el patio, porque todo está inservible.
A cinco días de pasar Isaías, en Gualey, los sillones, ne¬veras, zapatos, ropas y abanicos inutilizable ocupan las aceras y calles de Gualey y Los Cocos, zonas más afectada por Isaías.