SANTO DOMINGO. Los planes sociales por decreto puestos bajo responsabilidad de la vicepresidencia de la República se convierten en un reto importante que tendrá por delante el gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), desde el primer día.
Los planes sociales que auspicia el Poder Ejecutivo, desde la vicepresidencia, herencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y del presidente Hipólito Mejía, deberán volver a sus nobles orígenes y propósito: servir al desarrollo humano de las mujeres pobres y sus hijos, y no al clientelismo electorero.
Leonel Fernández, a su arribo al gobierno en el 2004, para relevar a Mejía en el cargo, venía con el sobre aviso de la existencia de los nobles planes sociales que ya habían iniciado, al final del período perredeísta.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) logró distorsionar durante sus cinco gobiernos, ese proyecto asistencialista montado con ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como estaba ocurriendo en toda Latinoamérica.
Vicepresidentas
Este jueves, la vicepresidenta Margarita Cedeño sostendrá un primer encuentro en el que esencialmente se empezará a conocer esos planes sociales, al reunirse con la vicepresidenta electa Raquel Peña.
Desde su nacimiento en el 2004 ese proyecto nació en manos de la vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch, en ese entonces secretaria de Educación, que lo inició con muy pie, en sus primeros meses.
Los planes de asistencia social, englobados en lo que se conoce como Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) disponen de cientos de miles millones de pesos que deberán, de origen, servir el desarrollo humanitario de los grupos más necesitados, colocando en primer plano a las mujeres solteras con hijos que no disponen de sustento para ellas ni para impulsar la educación de sus familias.
El Estado dispone de ese aparato para cumplir con esa misión y que los gobiernos del PLD nunca se ajustaron a esos nobles propósitos.
El gobierno de Leonel Fernández de inmediato integró, tan pronto asumió el control del Ejecutivo, antes de un mes, ese Gabinete Social a lo que llamó Gabinete de Formulación de Políticas, mediante decreto 1082-04, el 3 de septiembre del 2004, acción que, por la prontitud de la misma, hizo evidente que se traía premeditada desde antes de instalarse, en agosto de ese año.
Hipólito dejó todo preparado
Al instalarse en el Gobierno, en el 2004, el equipo político gubernamental del PLD se dispuso a usar ese proyecto para buscar la reelección, en 2008, y encontró un andamiaje ensamblado por el gobierno de mediante decreto 466-01.
A ese aparato se le empezó a llamar Gabinete Social, para desarrollar planes de asistencia social y de lucha contra la pobreza.
Todo, mediante un sistema focalizado que asegure la transparencia, equidad e igualdad, para otorgar subsidios a la demanda, y creando corresponsabilidades que garanticen el desarrollo humano de los beneficiarios, en vez de los subsidios masivos que se dan a la oferta. Se buscaba con ello, convertir la asistencia social a los pobres, en un esfuerzo de desarrollo humano desvinculado de todo carácter político, partidario y electorero.
Sus inicios
Con el decreto 570-05 se dio nuevas funciones al Gabinete Social y se crea una comisión para elaborar una propuesta de institucionalidad del sector de asistencia social. Y otorgó al Gabinete de Políticas Sociales, con carácter de excepción, capacidades ejecutorias respecto a todas las actividades que se encuadran como parte del programa de Protección Social del Gobierno Social. (En 2008, este programa tenía a su disposición US$1,856,247, para un proyecto (código 00059067) que denominó Apoyo al Fortalecimiento del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), para durante un año realizar un trabajo de supuesto fortalecimiento de la capacidad institucional de ese organismo, clave en el empadronamiento de Solidaridad.
La oficial a cargo del programa de PNUD en ese momento, Paola Caram, debía ejecutarlo y Miriam Rodríguez, sería directora de (SIUBEN).
