El presidente norteamaericano Joe Biden se dirigió a su nación sobre el tiroteo en la escuela Uvalde, que dejó más de veinte muertos y heridos.
Recitando varios tiroteos masivos, incluso el de Búfalo (a donde el gobernante acudió a depositar flores hacía una semana); se refirió a Nueva York, Newtown, Connecticut y Parkland, Florida, y prometió «hacer frente al lobby de las armas».
El estudiante autor del crimen de ayer, también se cuenta entre los muertos. Previamente, le disparó a su abuela antes de matar a 21 en la escuela primaria.
Salvador Ramos ingresó a la Escuela Primaria Robb, y sin miramientos empezó a disparar a todo quien encontraba en su camino, hasta que fue eliminado por los policías que acudieron al lugar.
“Por el amor de Dios, tenemos que tener el coraje de hacer frente a la industria. Esto es lo que sé. La mayoría de los estadounidenses apoyan las leyes de sentido común, las leyes de armas de sentido común”, dijo Biden al hablar sobre el hecho, y denunciar la frecuencia de los tiroteos masivos en Estados Unidos.
«Tenemos que dejar claro a todos los funcionarios electos de este país que es hora de actuar», dijo. «Es hora de aquellos que obstruyen, retrasan o bloquean las leyes de armas de sentido común».
Un estudiante de secundaria armado le disparó a su abuela, entró a una escuela primaria y mató a 21, 18 niños y tres adultos, el martes en Uvalde, Texas, dijo a CNN el senador Roland Gutiérrez.
Este tiroteo en la escuela del martes es el más mortífero en la historia de Texas y se produce cuatro años después de que 10 personas fueran baleadas fatalmente en la escuela secundaria Santa Fe, cerca de Houston.
La ciudad de Uvalde, de mayoría hispana, se encuentra a unas 77 millas al oeste de San Antonio.
Estados Unidos ha visto más de 300 tiroteos masivos en lo que va de 2022, incluida la masacre de 10 compradores negros en un supermercado de Buffalo, Nueva York, la semana pasada por un hombre blanco que expresó ideas supremacistas blancas.
Tal circunstancia nos ha hecho resaltar como los criminales armados aturden a Estados Unidos y su presidente.
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden, depositaron flores en el sitio del tiroteo masivo en Búfalo, en los frentes de la tienda de comestibles, donde un hombre armado asesinó a 10 personas, el sábado, en un ataque calificado por motivos raciales.
Biden, un católico confeso, no sólo depositó flores, sino que públicamente bajó la cabeza, simbolizando una oración, y ahí mismo, hizo la señal de la cruz del catolicismo occidental, como signo de imploración divina.
En resumen, los políticos suelen hacer lo mismo en todo el mundo. Desde el tope social en que las comunidades incautas los colocan con las facilidades del sistema que manipulan ellos mismo, lo convierten todo en un espectáculo lastimero dándose golpes de pecho, al tiempo que se dicen horrorizados.
Para Biden y su gobierno no se trata de algo nuevo. En junio de 2021, el presidente Biden anunció, iniciando el auge de su gobierno cargado de promesas, una estrategia para abordar el aumento persistente en los delitos con armas de fuego.
Aquella vez, Biden anunció algunas medidas tratando de atajar la violencia con armas de fuego, al tiempo que se declaró impotente para hacer nada por su cuenta. Exigió que el dividido Congreso deje de tolerar la secuencia de esos crímenes entendiendo que son una “vergüenza a nivel internacional”.
Se trata de una rutina de la sociedad norteamericana que cree en el poder de las armas de fuego en manos de sus miembros como defensa inmediata autorizada por sus leyes.
En Estados Unidos mueren todos los días 106 personas por disparos de armas de fuego. Hay feminicidios con pistolas por decenas. Y como decimos, la violencia recae, sobre todo, entre los negros estadounidenses y los migrantes latinoamericanos y de todo género y orígenes.
En el presente año, el Archivo de Violencia con Armas, estaba declarando, hasta este último crimen, que tras una investigación basada en evidencia, que, en las últimas 72 horas, contando del 14 de mayo al 17 de mayo de 2022, habían ocurrido 370 casos de violencia armada a manos de civiles, con resultados trágicos, en el territorio norteamericano.
Al momento de escribir esta historia, desde la web llega a nuestra pantalla que la policía está investigando otros numerosos tiroteos ocurridos entre civiles en Estados Unidos.
El Archivo de violencia armada (GVA, Gun Violence Archive, en inglés) se autodefine como un archivo en línea de incidentes de violencia armada recopilados diariamente de más de 7500 fuentes policiales, de medios, gubernamentales y comerciales en un esfuerzo por proporcionar datos casi en tiempo real sobre los resultados de la violencia armada. GVA es un grupo de investigación y recopilación de datos independiente sin afiliación con ninguna organización de defensa.
En los informes de este sitio en la web se puede encontrar información fidedigna sobre niños asesinados, niños heridos, adolescentes asesinados, adolescentes heridos, muertes accidentales, lesiones accidentales, muertes accidentales (niños de 0 a 11 años), lesiones accidentales (niños de 0 a 11 años), muertes accidentales (adolescentes de 12 a 17 años).
También las lesiones accidentales (adolescentes de 12 a 17 años), oficiales involucrados en tiroteos, tiroteos masivos: durante los años 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.
Estados Unidos es una “comunidad” de inmigrantes llegados inicialmente de Europa, desde Inglaterra y Francia, que para asentarse en tierras extrañas no encontraron mejor fórmula que castigar, hasta la extinción, a las comunidades originarias de las tierras que hicieron suyas.
Los inmigrantes al territorio norteamericano, tampoco encontraron otra forma de fortalecer sus ansias de bienes materiales, que la de importar comprándolos o secuestrándolos, a negros de todo el continente africano a quienes sometieron a increíble esclavitud en forma inmisericorde.
Para deslindar sus intereses los inmigrantes en su totalidad de raza blanca, debieron de luchar a muerte con sus congéneres europeos consiguiendo una independencia fraccionaria y nunca la unidad absoluta, y mucho menos, la comunidad de intereses que históricamente han tratado de vendernos.
Hoy, la inmensidad de esclavos negros africanos son un principal incordio para los blancos norteamericanos, quienes quieren obligar a ese gran país a vivir una guerra de secesión, que ellos colocan en sus libros de historia, como concluida en 1865. Desde entonces, Estados Unidos del Norte nunca ha sido racialmente igual a Estados Unidos del Sur. Los blancos se creen superiores, supremacistas, y siguen entendiendo que los negros no deben de ser estadounidenses.
