NUEVA YORK._ Los niños asesinados por su padrastro en el área del parque Lucky Shoals Park en Atlanta, Georgia serán sepultados en la República Dominicana y para costear los gastos la madre abrió una campaña de recaudación de fondos en la plataforma especializada GoFundMe (https://www.gofundme.com/f/help-karina-bury-her-little-angels?qid=5bfd43f65b2e867e2249cd6be33166af) en la que al cierre esta crónica había recibido aportes por $23,583 del objetivo de $95,000 de 509 donantes.
El Gobierno dominicano a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) se comprometió en un comunicado a cubrir todos los costos de los funerales y transporte de los cadáveres.
José Ramón Plasencia y sus tres hijastros, Arianny Rodríguez de 13 años de edad, Chadal Rodríguez de 11 y Carlos Rodríguez de 9, fueron encontrados muertos a tiros en posible asesinato suicidio en el referido parque situado en el condado de Gwinnett
Plasencia, nativo del sector Villa Liberación en el municipio La Otra Banda en Santiago de los Caballeros en el Norte Central (Cibao) de la República Dominicana y de 47 años de edad mató a sus hijastros en medio de un cuadro depresivo por la separación con la madre, Karina Rodríguez y situación económica insostenible, dijeron parientes del asesino suicida.
La policía dijo que la madre accedió a dejar que sus tres hijos fueran con el hombre a comer algo mientras ella se quedaba con su hijo mayor que procreó con el matador.
Felicia Canela, hermana de Plasencia, mencionó que su familiar tenía problemas psicológicos y de salud.
Karina Rodríguez, la madre y el presunto tirador son padres del mismo niño que estaba en el hospital.
El asesino suicida se reunió con la madre de las víctimas, sus tres hijos y el niño en el hospital poco antes de los asesinatos y el suicidio.
La tragedia ha enlutado al condado sino también a todo el estado de Georgia.
Después de un tiempo, la madre accedió a dejar que los tres niños fueran con Plasencia sospechoso a comer algo mientras ella permanecía en el hospital y él le dijo a ella que iban a comer.
En uno de los reportes del periódico Atlanta Constitución se afirma que el primer oficial que llegó a la escena a la 1:00 de la mañana activó las alarmas y tocó varias veces en el vehículo escena de la matanza, pero nadie le respondía.
Según una actualización de ayer jueves 9 de mayo, la policía del condado de Gwinnett la policía dijo que Plasencia, residía en el suburbio de Norcross, Georgia.
“Se ha notificado a los familiares más cercanos de los tres niños. Las víctimas han sido identificadas como Arianny Rodríguez (13 años, Atlanta), Carlos Rodríguez (9 años, Atlanta) y Chadal Rodríguez (11 años, Atlanta)”, avisó la policía en su cuenta de Facebook.
«Su madre estaba en un hospital local con otro niño que estaba siendo tratado por una lesión no relacionada», explica el comunicado.
“La madre y el presunto tirador son padres del mismo niño que estaba en el hospital. Él no es el padre de las tres víctimas y no tenía una relación actual con la madre”, agrega el parte policial.
La madre de los niños no pudo ponerse en contacto con ellos a medida que avanzaba la noche.
El hermano de Plasencia dijo que Plasencia estaba deprimido por los problemas que tenía, incluidos económicos y de salud.
“Estoy devastada con el corazón hecho pedazos”, dijo Rodríguez en su mensaje de recaudación de fondos.
“Mi mundo eran mis hijos y yo era madre y padre para ellos para que nunca les faltara nada, y me quitaron la vida de mis angelitos”, añade la madre dominicana.
El múltiple crimen ocurrió a menos de tres millas de la casa de Plasencia en Norcross.
Medios locales dicen que mientras la madre enfrenta la pesada carga de enterrar a sus hijos, las preguntas sobre un posible motivo siguen sin respuesta y podrían seguir así con el padrastro muerto.
Plasencia abordaba un carro un Honda Accord 2005 que estacionó en una pasarela peatonal donde ejecutó a los niños y se mató.
En el asiento trasero iban dos de las víctimas, un niño y una niña, uno encima del otro y boca abajo.
La hembra cubierta de sangre, estaba muerta en el asiento del pasajero delantero.
El oficial abrió la puerta trasera del pasajero y vio un gran charco de sangre en el suelo debajo de los niños, uno de los cuales aparentemente tenía una herida de bala en la parte superior de la cabeza.
La investigación sobre los crímenes continuó durante varias horas el miércoles. El Honda, que tenía matrícula de Georgia, fue confiscado y llevado a un depósito de chatarra.
Los cuatro cadáveres fueron trasladados al Servicio Médico Legal.
Pero las muertes fueron difíciles de entender, incluso para los investigadores.
«Nada puede deshacer este crimen sin sentido, pero expresamos nuestras condolencias a los padres, familiares, amigos y compañeros de clase de las víctimas mientras lloran la pérdida de estos tres niños», dijo la sargento Michele Pihera, portavoz de la policía de Gwinnett, en un correo electrónico al AJC. «Esperamos que la familia y la comunidad puedan comenzar el proceso de curación en los próximos días, semanas, meses y años».
