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lunes, mayo 20, 2024

Raquel Peña: una viuda quijotesca y un liderazgo que dirigió victoria contra el Covid-19

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Pocas veces, o, tal vez, nunca antes, este país se había puesto de acuerdo para algo. La llegada de la pandemia del Covid-19, fue la oportunidad.

Un país puesto de acuerdo al unísono, sin embargo, no puede actuar en desbandada, sin un liderazgo ilusionado en un objetivo común.

El gobierno de Luis Abinader recién instalado, llegó dispuesto a dar la pelea. Abinader llegó apareado por una mujer, una señora que se entregaría a su Presidente, a su país. Una señora administradora de origen de familia, consumada en las academias. Era eso, una líder ilusionada. Y la pandemia fue su gran reto inicial. Y venció el germen insalubre y mortal, junto al país, en nombre de su Presidente, que se encargó de coger la economía por el cogote.

Ya se cumplieron los cuatro años del primer caso de Covid en República Dominicana. Un italiano de 62 años de edad, identificado como Claudio Pasqualin, ingresó al país de vacaciones, en la región Este, y un viernes, 22 de febrero. Tosía, tenía fiebre y síntomas de malestar general, según dijo el Ministro de Salud Pública de entonces, Rafael Sánchez Cárdenas. El extranjero traía consigo el germen del coronavirus, o Covid 19, cuando en Italia se habían confirmado 888 contagios y en otros 54 países, más de 85 mil casos. Lo detectaron en la región Este, y cargaron con el enfermo, hasta el Hospital Militar Ramón de Lara, en la Base Aérea de San Isidro, zona Este de Santo Domingo. Ya era primero de marzo del 2020. Allí permaneció por 54 días, hasta que salió sano y salvo.

En República Dominicana se registraron más de 676,054 casos positivos a coronavirus, de los cuales, se recuperaron más de 671,602 personas y fallecieron 4,384. Al 23 de febrero del 2023, se habían aplicado en el país, casi 17 millones de vacunas anti Covid, en primera y segunda, y en dosis de refuerzo.

Las fronteras aéreas, terrestres y marítimas quedaron cerradas ante la presencia del virus en suelo dominicano.

El 20 de marzo del año 2020, el entonces presidente Danilo Medina firmó el decreto 135-20, con el cual, quedó establecido un primer toque de queda en todo el territorio nacional, prohibiendo la circulación de personas desde las 8:00 de la noche hasta las 6:00 de la mañana. Inicialmente, esta medida, tomada para enfrentar el brote infeccioso causado por la presencia del virus del COVID-19, sería por espacio de 15 días, prevista a ser levantada el 3 de abril de ese año.

Muy lejos quedaba la sospecha de que «el encierro» se extendería hasta el 9 de agosto de 2021, cuando el presidente Luis Abinader, mediante el decreto 477-21, inició el proceso de desescalada gradual del toque de queda en la provincia La Altagracia y el Distrito Nacional, por haber tenido más del 70 % de la población vacunada contra Sars-COV-2. Esta medida, estuvo acompañada de otras restricciones como el uso obligatorio de mascarilla y presentación de la tarjeta de vacunación a la entrada de cualquier establecimiento comercial o medio de transporte colectivo.

En total, el país había vivido más de 450 días en «Estado de Emergencia» y 326 días bajo el régimen de toque de queda con horarios que se fueron modificando en la renovación de cada período solicitado por el Poder Ejecutivo, siendo el más extremo, cuando sábados y domingos estaba prohibida la circulación a partir del mediodía. Fueron meses de toques de queda, restricciones, mascarillas y vacunas.

Entonces, el presidente del Colegio Médico Dominicano, Senén Caba, reconoció que “uno de los puntos luminosos del Gobierno fue la vacunación oportuna. Ahí, el Gobierno se anotó un triunfo, eso es innegable”.

Raquel Peña
Raquel Peña

Con la pandemia, llegó también la oportunidad de poner de relieve, liderazgos que, desde el ejercicio del Poder, vistieron de zafarrancho, con el presidente Luis Abinader, estrenando un gobierno y un inmenso desafío de vida o muerte. Y a su lado, aliada como su segunda al mando: la vicepresidenta Raquel Peña. Ella tejería una madeja imborrable y duradera, con comedimiento, sin recelos.

El Covid-19 fue vencido en el país sentando un precedente multinacional y evitando la bancarrota de una nación que merecía esa suerte de redención ante el imprevisto infortunio. Al frente de tantos operativos estuvo la macana de la administración oficial, la Vicepresidenta de la República, Peña, como Jefa del Gabinete de Salud, creado adhoc. Siempre proclamó, éxito tras éxito, en medio de ingentes dificultades, que actuaba por delegación y las intenciones y órdenes del presidente Luis Abinader.

El propio Abinader fue abatido por Coronavirus desde el 17 de junio del 2020. Allí, se le aplicó una primera prueba de seguimiento.

El empeño que traía la Vicepresidenta Peña era el de que a la clase media se la habían olvidado en los planes de emergencia de gobiernos anteriores. Ahora, las ayudas tenían que ser extendidas sin hacer política partidista, en medio de la crisis sanitaria. Veía que el gobierno saliente había cometido algunos errores en el manejo de la pandemia del Coronavirus. Postuló que el Estado acudiera en ayuda de las pequeñas y medianas empresas, entre múltiples medidas para evitar el colapso de la economía.

Se arrastraban todavía las intrigas de la campaña electoral. El gobierno entrante dijo que entregaría un hospital temporal en La Vega, pero los del gobierno que se iba impedían la ejecución de esa ayuda.

¿Intrigas? Ya en enero del 2021, la noticia de la boda del hijo de la Vicepresidenta, con una cuñada del entonces Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, en Santiago, alborotó las redes. Todo inducido desde linderos perdedores de las elecciones generales donde fueron renuentes a las medidas restrictivas para evitar la propagación de la pandemia, dispuestas por el Gabinete de Salud presidido por Raquel Peña. Pero se difundió que la Vicepresidenta y sus invitados violentaron las reglas sanitarias, difundiendo falsos datos sobre el hecho. Cosa incierta, ya que la Vicepresidenta debió aclarar que ni siquiera asistió a la actividad, y criticó que se publicara una imagen de ella junto a su “difunto esposo”, fallecido hacía cinco meses, lo que definió como campaña sucia”. “Si personas no respetan la angustia y salud de los dominicanos frente a la crisis del Covid19, haciendo campaña sucia, mucho menos van a respetar mi duelo. Me publican en una foto de una boda a la que no asistí y me publican junto a mi difunto esposo que murió hace 5 meses”, escribió.

Y fue, que desde el sector opositor, se dijo que la boda celebrada el 14 de marzo, en Cap Cana, resultó ser una fuente de contaminación del coronavirus, debido a la cantidad de personas residentes en el extranjero que participaron en ella, ya que “ahí, hubo la visita de una cantidad importante de extranjeros que participaron en ella y han sido y continúan siendo la fuente principal de contaminación del COVID-19”. Lo dijo, el entonces Ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas. Y era un embuste. Noticia falsa. Manipulación.

Todo aquello significó un reto para la Vicepresidenta Peña, puesta al frente del combate contra la pandemia Covid-19.

Y así, el 6 de mayo llegó el chance. Raquel Peña salió a resaltar los lazos de cooperación y hermandad con la República Popular China, y dijo que siguiendo las funciones que le delegó el presidente Abinader había recibido 64 respiradores y 100 mil unidades de mascarillas quirúrgicas donados por China, a través de su embajador Zhang Run, las que serían incluidas en la batalla contra la pandemia. China había, ya, donado vacunas a 69 países y exportado a otros 43 países.

Estados Unidos no se quedaría atrás. El Gabinete de Salud debió recibir una donación con valor ascendente a 5.1 millones de dólares, de parte del gobierno norteamericano, vía el Centro de Operaciones de Emergencias del Comando Sur: tres hospitales de campaña, y dos centros de coordinación y comunicación móvil, que también fueron recibidos por la Vicepresidente Peña, representando al presidente Abinader.

Vice inauguró un moderno laboratorio PCR-Covid-19, puesto en servicio en la Clínica Cruz Jiminián, del doctor Félix Antonio Cruz Jiminián.

Fue entonces, cuando se disponen drásticas medidas para mitigar el Covid-19, durante las festividades de diciembre: decreto presidencial que establece toque de queda, desde las 7:00 P.M hasta las 5:00 A.M, en seis demarcaciones, con el decreto 698-20, que impuso un nuevo horario de toque de queda para el Distrito Nacional y las provincias de Santo Domingo, Santiago, Duarte, La Vega y Puerto Plata, con un libre tránsito hasta las 9:00 de la noche. La vacuna no había llegado, todavía.

Se dispuso un aumento de camas UCI disponibles en el sector público y privado, así como también en las pruebas y rastreos de contacto a través de los Servicios Regionales y las Direcciones Provinciales de Salud; limitación de reuniones a grupos de 10 personas o menos en espacios públicos y las mesas disponibles en bares y restaurantes a un 70% de su capacidad instalada. Obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios públicos con imposición de multa a quienes lo incumplan, iniciando la distribución de mascarillas y gel de manos, gratuitamente, a todos los ciudadanos.

La jefa del Gabinete de Salud recorría las clínicas privadas en Santiago para constatar su aporte contra el COVID-19. El 11 de junio, dejó en funcionamiento la emergencia del hospital Dr. Jaime Oliver Pina, de San Pedro de Macorís. Supervisó el punto de vacunación ubicado en la Gobernación Provincial y realizó un recorrido en el Hospital Sagrado Corazón De Jesús de esa ciudad, concluyó con una visita a la casa del obispo de San Pedro de Macorís, monseñor Santiago Rodríguez.

Fue el martes, 16 de junio, cuando la República Dominicana recibió el decimotercer lote de vacunas, en esta ocasión de un embarque de 1,500,000 vacunas SINOVAC, procedente de la República Popular China. Ya se acercaba a los 6.5 millones de dosis aplicadas desde el inicio del Plan Nacional VacúnateRD. Vacunarían en las regiones Sur y Este, como parte de la estrategia puesta en marcha, liderando la vacunación en la región. En el mismo avión estaban llegando 1,150,000 jeringuillas que costaron 2.72 pesos por unidad, donadas por el sector privado. Además, 193 mil unidades de mascarillas y 3,030 trajes de protección para todo el personal de salud, donadas por diferentes compañías comerciales, a través de la embajada dominicana en China.

En una conferencia magistral exponiendo su vida académica y experiencia de Estado, el 29 de agosto del 2023, durante la XXV Feria del Libro, Raquel Peña pudo compartir sus vivencias, durante su trayectoria por vocación, en el plano educativo, planteando que sólo la cultura cambia los pueblos. Ganando la batalla al virus. Hay que salir a buscar vacunas, aunque sea debajo de las piedras. El gran reto, le dijo al presidente Abinader. Cohesión en un equipo país. “Pulcritud, honestidad y transparencia…”, la bandera que debe caracterizar el gobierno de Luis Abinader…

Lo del Gabinete Eléctrico sería la continuación que, hasta hoy dura, de una acción discreta y firme, de una viuda quijotesca puesta en el Gobierno.

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