El incidente provocado por la dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Milagros Ortiz Bosch. al cubrir con un manto de censura a su colega política Nelsy Cruz, gobernadora civil de Montecristi, es revelador de las circunstancias que cada día muestra ese partido gobernante hacia su interior. Y que arrastran al interior de su gobierno.
Sólo hay que observar el enrarecimiento del ambiente político y gubernamental que se ha generado alrededor de ese brote discordante y en cierto modo, desproporcionado. Un incidente pueblerino elevado a la categoría de chisme palaciego, por falta de perspectiva comunicacional de parte de los protagonistas.
La Ortiz Bosh. pretendió, sin ser convocada, dar una cátedra de civismo y ética, olvidando que, en relación con el PRM y su gobierno, lo de la señorita Cruz, ya no es un caso aislado, sino de su PRM.
En realidad, la joven Gobernadora habló desde una posición relajada y sincera, sobre la realidad convertida en presión, suscitada a propósito de la necesidad que sienten los perremeístas de ser empleados en su Gobierno, no para comerse un manjar, sino, simplemente para comer, en la creencia de que eso lo tienen ganado. Es lo que ha ocurrido siempre, desde la fundación de la República por falta de formación política que los líderes de los partidos han perdido de vista.
Dos tapas, y no una, han sido puestas al pomo del affaire Ortiz Bosch./Gobernadora Cruz. “La Gobernadora de Montecristi es una joven buena; pidió excusas, y retiró lo dicho, considerándolo un exabrupto”. Es lo que dijo la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, abordando el tema. La Peña es la segunda al mando Ejecutivo en el país, y no suele hablar muy alto sobre asuntos diversos.
La otra tapa se la puso al pomo la señora Madre de la gobernadora Cruz: “Mi hija no ha hecho nada malo; al contrario, ha salido en defensa de sus compañeros de partido y de Montecristi, provincia que ella quiere ayudar a sacar de ser considerada la cenicienta; ahora, si Abinader y la chancluda (¿chancletuda?) Milagros creen lo contrario y la quieren sacar del puesto, que lo hagan. Mi hija tiene 38 años de edad, y llegó a esa edad sin pasar necesidad”.
Habló la Vicepresidenta del país, no se sabe si por tener afectos a la gobernadora, si por ser una de sus seguidoras, o sólo porque no sintió roncha por lo dicho por esa funcionaria. De esa manera, termina dándole la razón a la muchacha de Montecristi.
La señora Ortiz Bosc., desde el Palacio Nacional, pero en las afueras del escritorio que ocupa en virtud de un decreto presidencial, en el actual Gobierno, como directora de una reciente oficina creada con el nombre de Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, recrimina con acritud a la joven gobernadora Cruz, porque ésta expone de manera un tanto jocosa, tal vez, en tono pueblerino y trivial, que sus compañeros de partido pueden estar seguros de que en cuestión de horas empezarán a “participar del manjar” de su Gobierno.
La gobernadora Cruz lo podría estar exponiendo no como conducta, y no más de lo que dice un ejecutivo del diario Hoy, cuando resalta que en el Palacio Nacional hay muchos “boys scouts”.
Es decir, novatos gestionando el tren gubernamental. Pero es que ella, está lejos, por allá, cerca de Haití, a la falda de un morro marino, y a donde se llega después de pasar por encima de muchísimos policías acostados.
No fue el tono, sino el contenido de la expresión-consigna de la señorita gobernadora, lo que molestó a la directora de Ética del gobierno. La joven gobernadora Cruz podría no decir que el Poder del Gobierno es un manjar a disfrutar. Ocurre, sin embargo, que la población, en sentido general, con su amplia sabiduría, ve el acceso al Poder por los políticos, como una oportunidad para ellos disfrutar del Poder, sin encasillamiento. ¡Cuatro años, y tal vez, más!
Lo dicen ellos y sus seguidores, y se frotan las manos, cuando ganan unas elecciones generales.
Hay que suponer que la gobernadora de Montecristi es una dirigente importante de las nuevas capas políticas del país, a las que el PRM ha permitido exponer su llamada a ejercer liderazgo, en cualquier grupo en que se encuentren.
Tal vez, no ha acumulado mucha experiencia en el ejercicio gubernamental, como podrían exhibir otras damas, que casi en la flor de la mayoría de edad, quedaron parapetadas con el favor de un escritorio en las alfombras a pisar por el Presidente, con el que estaban cercanamente emparentadas.
Y que esta muchacha pueblerina, desde Montecristi, Gobernadora con acceso a representar, en su pueblo, directamente al presidente Luis Abinader, en virtud de un decreto de éste y en virtud de las leyes que estructuran el Estado dominicano tiene la potestad de hablar, no sólo como ejecutiva de alto nivel en su Gobierno, sino como dirigente importante del PRM. Porque quiere servir al Gobierno, al país, y a sus compañeros de las bases del PRM.
Su nivel de autocensura y gobierno, se lo daría su categoría de dirigente. Y el nivel de formación política y moral, sólo su jefe administrativo y político que lo es Abinader, está llamado a medirlo. Al Presidente del país se le supone esa responsabilidad como líder nacional, y figura importantísima por su cargo actual, en el PRM.
Gobernadora compungida
Nelsy Cruz, desde su oficina de la Gobernación, no tuvo más alternativa que “disculparse, desde lo más profundo de su corazón, por estas desafortunadas palabras que pronuncié, ya que no reflejan mis intenciones con mi provincia”; ve justificada la reacción provocada por sus comentarios (sin duda, de parte sólo de la rectoría de ética del Gobierno); y resalta que “el país ha sufrido bastante en manos de autoridades que han manejado el Estado como botín personal”.
Y ahí, está una de las claves de este affaire. Es muy posible que detrás de todo, a escondidas, estén los que manejaron el Estado como botín personal. Dígase con precisión, el PLD. Porque esos sí que saben manejar las redes sociales, en manos de las que han caído todos estos protagonistas. Y los peledeístas tienen recursos más que suficientes para desarmar la comunicación social, o su falta, en el actual Gobierno.
La joven gobernadora lanza, sin embargo, un reto ante los rectores éticos. “Desde que asumí esta honorable función como gobernadora, mis actos han estado orientados a servir a nuestro pueblo, sin banderías de ningún tipo, porque para eso estamos llamados. Ese ha sido y seguirá siendo el fin de nuestro accionar en procura a del bien colectivo”.
Así, no es que la señorita Cruz entienda que se han cogido piedras para los más chiquitos, cuando se le recrimina desde un tono tan alto. Ella hace saber que también llegó como dirigente del PRM, para servir a su pueblo que es su provincia. Y lo proclama como profesión de fe.
La gobernadora reacciona aturdida en su mocedad administrativa y en su estrechez de fondos, ya que las gobernaciones, pese a su importancia, son relegadas en el Presupuesto. Pero es que la reprimenda ha sido de otro tipo. Es una reprimenda política que se quiere hacer ver salida de la Presidencia del país, sin ser totalmente cierto. ¿No podrían estar detrás del griterío, los zarpazos de alguna lucha de tendencias partidarias insertadas en el Gobierno? La reprimenda ética se la lanza encima la rectora de una oficina administrativa que se confiesa como “Órgano rector en materia de ética, transparencia, gobierno abierto, lucha contra la corrupción, conflicto de intereses y libre acceso a la información, en el ámbito administrativo gubernamental”.
Cualquiera preguntaría con cual, de las variantes rectoras de ese rincón ético del Gobierno, se estrelló la señorita Gobernadora al participar como funcionaria y responder con brevedad a cuestionamientos de la prensa de su localidad. ¿Qué parte de la ética? ¿Cuál variable de la transparencia” ¿Cuál ángulo transgredió de la apertura que se predica en esa oficina de ética?
¿Habrá un reflejo de corrupción en la aspiración de la gobernadora montecristeña a que sus compañeros de partido disfruten de alguna migaja con un empleo público? ¿Violentó la gobernadora Cruz su derecho, también consignado en el manual de la oficina de la señora Ortiz Bosch., en lo referente a la obligada libertad de acceso a la información? O ¿quedó, esta Gobernadora de un pueblo tan alejado del Palacio Nacional, ¿atrapada en algún conflicto de intereses? ¿Lo que también condenaría la oficina de la señora Ortiz Bosch?
Gobernadora quiere empleos
Eso es lo que quiere la dirigente del PRM, hoy gobernadora de Montecristi: que se atienda el reclamo generalizado de los miembros de la base de su partido para disfrutar de un derecho ganado en la contienda electoral, a duras penas, para que les den un carguito público.
La gobernadora de Montecristi se cree en su expresión de jovialidad pueblerina, en el derecho a ejercer su liderazgo partidista en los niveles más bajos de su grupo como son las bases. Ella no tendría que reclamar si se considerara en los niveles en que se encuentra el 70 por ciento de la dirigencia alta de su agrupación, como se ha contabilizado. Diríase, el 70 por ciento de la dirigencia alta del PRM tiene el manjar del Poder en sus manos, y lo disfruta. Son los mejores sueldos y canonjías, con todos los aumentos heredados de los considerados por su PRM, los despilfarradores del Partido de la Liberación Dominicana.
Redes son fatídicas
Las redes sociales que lo escarcean todo, le han hecho saber a la señora Ortiz Bosch. que ella no habló todavía del escandaloso caso de la ex diputada Josefa Castillo, quien anda confesando en público con muchoscho pavoneo, que, en su puesto de la Superintendencia de Seguros, negociado con el gobierno del PRM, que ha multiplicado la nómina en sus manos para meter a gente de las suyas, incluidos parientes. Y no es la primera que lo hace, según la periodista Alicia Ortega. Lógico, en su parte del manjar que visualiza la Gobernadora de Montecristi que no ha llegado a los más.
La señora Ortiz Bosch., según las redes, no se reveló contra el presidente del PRM, José Paliza, cuando en las cercanías de su oficina de ética palaciega, en el Ministerio Administrativo del gobierno, proclamó que en cosa de días las bases reclamantes del PRM serían colocadas en puestos remunerados. O sea, en el manjar que anhelan y reclaman en calles y caminos.
También, las redes recriminan a la señora rectora de la ética del gobierno, porque no se ha pronunciado para castigar a la ministra de la Mujer de su gobierno, acusada por el público de llenar su entorno de familiares, entendiendo que tal circunstancia es nepotismo.
Y diríase que hasta la cúpula principal merecería algún cuestionamiento por sus reiterados errores en disposiciones importantes emanadas desde las cercanías del pudor ético rector. ¿No volteó, sin dar explicaciones, tal vez, por ineptitudes manifiestas, un decreto presidencial la Tesorería por la Contraloría, y la Contraloría por la Tesorería? ¿No se equivocó el Gobierno con designaciones derogadas por obligación, en el Instituto Agrario Dominicano (IAD), y en el Instituto Técnico Superior Comunitario, y en la Dirección de Aduanas? ¿No tienen un lío armado ante las buenas intenciones del Jompéame? ¿Y en Interior y Policía, y el negociazo que afloró con las armas? ¿No se irrespetó al Presidente cuando se usó su firma en un lío de policías municipales, desde el Sector Externo de campaña? ¿No dio reversa obligada por el clamor popular al pretender colocar nuevos impuestos incluidos en la nueva Ley General de Gastos Públicos? ¿La Ministra de la Juventud, fue destituida tras obligada renuncia, porque sin haber cobrado un sueldo, por problemas en su declaración de bienes, lo que sin haber tenido una amnistía fiscal podría ser culpa, tal vez, del 90% del Gabinete? ¿No se ha estado pidiendo la renuncia de Peña Guaba, por cuestiones políticamente indeseables? ¿No se fulminó con un decreto inexplicado, a un honorable profesional de la Medicina venido de los mismos linderos cibaeños originarios de la Vicepresidenta de la República, Raquel Peña? ¿No es resaltante que el Presidente Abinader, cada vez, da más señal de religiosidad, cuando hay funcionarios que mandan otras señales desde Palacio? ¿No merece una respuesta, el distinguido columnista José Luis Taveras, cuando le dice al presidente Abinader que hay que “comprender para entender”? ¿No mereció una mirada ética cuando el promotor del halo presidencial Holi Matos tiene a manos un importante puesto gubernamental de Asesor del Presidente, que sería parte del manjar aludido por la Gobernadora de Montecristi; que Matos, también chupa en la Cámara de Diputados y pretendió un contrato comercial con la Oficina de Comunicación por decenas de miles de pesos, y alega que él, igual que el presidente Abinader tiene un compromiso con la transparencia, la moral y la ética? ¿No se entrecruza con la ética del Gobierno que el presidente predique su religiosidad cristiana y también esté con el aborto; católico sin dogma?¿No cerró el presidente Abinader las iglesias, y dio para atrás, reabriéndolas a pesar de las restricciones para protección contra el coronavirus?¿Cuáles correctivos se imponen cuando desde el Palacio Nacional se emiten comunicados con errores de sintaxis y gramaticales, o cuando Consultoría Jurídica coloca fechas erróneas en los decretos que firma el presidente Abinader? ¿Pagará, o no pagará el Gobierno, la construcción de hospitales en Haití, para evitar el trasiego de embarazadas que vienen a parir a las maternidades dominicanas? ¿Y las multas por violación a los toques de queda, se las dejamos a la Procuradora General de la República? ¿No se estrelló contra la realidad, el Gobierno, cuando tuvo que variar sus relaciones con los medios de comunicación en el ámbito de la pandemia, ya que la decisión de monopolizar las informaciones solo a través del Gabinete de Salud generó un fuerte rechazo, ¿porque se interpretó como una forma de ocultar hechos? ¿Por qué las relaciones internacionales de nuestro Gobierno son tan ambiguas? ¿Por qué el gobierno maneja el negocio de publicidad pagada con tan poca transparencia? ¿No sería más ético que el Presidente Abinader comience a sumar para saber cuántos préstamos adicionales se necesitarán, antes de llegar al año de gobierno, para iniciar y terminar tantas obras anunciadas en forma acelerada?
Paremos, porque no hay espacio para más. Pero queda mucho tiempo por delante.
La rectoría de ética del gobierno, sabrá lo que recomienda al Presidente, en relación con las demandas de participación en el manjar oficial, de parte de los perremeístas, que afloran en los cuatro puntos cardinales del país. Definitivamente, gobernar a los dominicanos, parece que no es asunto fácil.
Y que Dios bendiga a la Gobernadora, muchacha que desde las lejanías políticas de Montecristi, a pesar de todo, pide disculpas con una amarga sonrisa partidista.
