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viernes, mayo 3, 2024

Designación de Milagros ratifica la prédica de transparencia de Luis Abinader

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SANTO DOMINGO. La designación de la doctora Milagros Ortiz Bosch en la dirección de Ética y Transparencia del Estado da » el tiro de gracia” a una de las figuras que más ha infringido daños a lucha de amplios sectores por la democracia desde la caída de la tiranía   de Rafael L. Trujillo.

Sí esa designación tiene el propósito  de ratificar una promesa del presidente electo con la transparencia y el buen hacer desde el gobierno, también es un saldar de cuentas con un pasado que se arrastra por décadas.

Y en ese saldo de cuentas, Vincho Castillo pagará su deuda,  que viene desde su temprana incorporación al caliésaje de la dictadura trujillista, su participación  en el llamado » Gacetazo» y el famoso fallo histórico de la Junta Central Electoral en el 1978, que robó la mayoría  en el Congreso Nacional al Partido Revolucionario Dominicano.

Es precisamente la doctora Ortiz Bosch, en la antípoda del lugar que ocupa el funesto personaje,  ella con su incuestionable conducta ética y transparente, y de respeto a las instituciones y a la gente, quien mejor puede hacerlo.

Ese «mensaje claro» que dice Abinader es la designación de la ex vicepresidenta de la República comporta una radical y opuesta manera de dirigir ese organismo como hasta ahora lo han dirigido lo funcionarios del partido oficial.

Con Lidio Cadet hasta ahora, el doctor José Joaquín Bidó Medina, un hombre de una reciedumbre moral reconocida pero que no pudo con el desborde corrupto de sus compañeros de partido, y el doctor Vincho Castillo, su primer ejecutivo, la dirección de Ética y Transparencia sólo exhiben complicidad con la corrupción y déficits frente a la tarea encomendada.

El aval de la Ortiz Bosch, que motivo al presidente electo a anunciar con satisfacción esa su primera designación concitó de inmediato un entusiasta, generalizado y confiable respaldo de la ciudadanía, que refuerza la adhesión al próximo presidente.

Y que de inmediato muchos recordaron la actuación de la entonces vicepresidenta en el período 2000-04, que no le » tembló el pulso» y sometió a la justicia a algunos funcionarios del gobierno que cometieron » indelicadezas»

Y si actuó así ante compañeros de partido en ese entonces que la demanda de transparencia en las funciones públicas y el clamor contra la impunidad no tenían los decibeles de ahora, esos reclamos adhirieron a las candidaturas perremeístas un caudal de votos importantes, pero también un compromiso de superar esas.

En la agenda de la próxima funcionaria no estará la figura de Castillo como un objetivo particular, pero con su actuación, desde el mismo cargo, sí que pondrá en evidencias que la lucha contra la corrupción es una conducta de vida y no un tema a politizar con propósitos aviesos y electoreros, tal como lo hiciera el servidor trujillista, quien ni siquiera se enteró de los desmanes que protagonizaron los peledeistas mientras él estuvo al frente de la Comisión de Ética y Transparencia.

Abinader, convertido en el candidato presidencial que cautivó la mayor simpatía y adhesión aniquiló las posibilidades electorales de los Castillo y con la designación de Ortiz Bosch en la Comisión de Ética y Transparencia le da » el tiro de gracia “. Cuando se compare, entonces el Inri estará ya escrito.

1 COMENTARIO

  1. Espero que ciertamente desde el ejercicio del poder, Milagros actúe sin piedad contra cualquier acto de corrupción, sin importar quién lo haya cometido; la sociedad dominicana se lo va a agradecer.

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