IKEA surgió en 1943 en Suecia por parte de un pequeño empresario dedicado a otros menesteres en un terreno pedregoso. Gradualmente se fue dedicando al negocio de la madera, cosa que fue posible en la medida en que esa nación desarrolló la foresta. En la actualidad el 68.7 % del país es foresta ,mientras Haití tiene solo el 3.6%.
Eso no ocurrió porque Haití usa la madera para hacer carbón vegetal. La razón es que no siembra tres nuevos árboles por cada uno tumbado. Si Haití hubiera hecho esto podría haber encontrado combustible para alimentación , para hacer hornos de fundición de metales para machetes, para hacer herramientas de todo tipo, bicicletas, cubiertos para la mesa y desde luego para que cada hogar tuviera una vivienda digna. Es más en Madagascar,en el área boscosa, se produce una madera denominada palo Rosa, que es tan preciosa que un kilo es casi equivalente al kilo de cocaína en finca.
Si miramos una fotografía aérea de la isla de Santo Domingo, a 700 km. de altura, el lado este aparece de color verdoso y el oeste, correspondiente a Haití ,marca exactamente la frontera política y se ve de color arenoso.
En esas condiciones es imposible alimentar sus más de 11 millones de habitantes que emigran a su vecino para encontrar trabajo, principalmente en la agricultura y en la construcción.
Existe mucha preocupación hasta donde llegará el deterioro que se presenta económica y políticamente el oeste de la isla . Está creciendo en RD un sentimiento distorsionado del fenómeno, hasta el grado de que algunos creen que la solución es militar . El deterioro político es tal que Juvenal Moise fue asesinado porque se sabía que en su vivienda habían 40 millones de dólares y detrás de ese dinero se buscaron 27 ex militares colombianos dirigidos por haitianos para hacer la maniobra. De eso hace más de un año y aún no aparecen los verdaderos responsables.
Me atrevo desde ahora advertir que, a pesar de eso, la solución no es militar. Sería complicar el panorama y peor, conduciría a que los recursos que pudiéramos dedicar a ayudar, se dispersarían en gastos militares de una guerra que realmente nunca ganaríamos verdaderamente.
En lo que sí creo, no es en una solución internacional. Los más interesados en que haya estabilidad en Haití somos los dominicanos y debemos poner el hombro en esa dirección.
Comencemos por vociferar ante todo el que quiera oír, que hay que reforestar el país y nosotros colaborar con una visión de ese tipo, empujar con tal empeño que podríamos ser vivero de las plantas frutales y madereras. Más aún, si tenemos un millón de haitianos en la nación nuestra, podríamos condicionar su estadía a que demuestren que sus familiares están reforestando. Si cada haitiano siembra 10 árboles por año, en pocos, habrían más de 300 millones de árboles y será entonces la oportunidad de desarrollar el modelo sueco.
Eso debe ir acompañado de establecer del lado dominicano varias emisoras de radio, para hablar en creole con impulso a esa gestión. Recuerdo a Radio Santa María, alfabetizando por radio en el Cibao. En Haití hay unas 30 organizaciones políticas y si tres de ellas asumen esta visión, puede que encontremos la semilla del bosque. Estoy soñando o estoy diciendo algo que merece ser leído en Reporte Extra.com. Por si acaso, recuerdo que el partido en el poder en RD, se formó originalmente en Cuba en 1939.
