Las siguientes cifras comparativas indican la diferencia entre una nación considerada rica y Burundi, la más pobre del planeta. Según el Banco Mundial, la nación africana que hace fronteras con Ruanda, República Democrática del Congo y Tanzania, tuvo un ingreso por cabeza en 1986 de US$ $245.9 o sea el Producto Bruto Interno de un año, dividido entre el total de su población y en 2020 fue de US$ 223.9. No solo fue bajo, si no inferior 34 años después. Alemania en cambio en 1986 tuvo un ingreso per cápita de US$ 13,461 .8 y en 2021 US$ 50,801.8.
El ingreso per cápita es un indicativo, pero la mortalidad materna de Burundi es 548 por cada 100,000 madres y la de Alemania es de 7 por cada 100,000. O sea 78 veces mejor. Burundi tiene 0.07 médicos por cada 1000 habitantes y Alemania 4.4, es decir 63 veces mejor.
Los países africanos fueron víctimas del colonialismo de Francia, Inglaterra, Alemania, España, Italia, Portugal, Bélgica, lo que implicó extracción de minerales, recursos agrícolas, y manipulación política, todas en dirección a la dominación y no a la colaboración.
La vecina Ruanda, en su estructura racial, tribal, e histórica es casi copia en materia de manipulación de Bélgica, Francia, Alemania, pero está creciendo a un ritmo de 10.9% y goza de un ingreso per cápita de US$ 833.8 o sea cerca de 4 veces más. La mortalidad materna es más de dos veces inferior y un 71% mejor en materia médicos por cada 1000 habitantes.
Ambas naciones tienen una similitud histórica, racial, tribal, como si fueran gemelas, pero luce que, así como no hay dos personas iguales, entre las naciones parece que ocurre algo similar.
Si los factores que generan pobreza son iguales, las reacciones pueden ser distintas. El apellido del dirigente de Ruanda, el Sr. Kagame puede ser risible pero sus actos diferencian a Ruanda de Burundi.
Nosotros sabemos la diferencia entre Juan Pablo Duarte frente a otros de su tiempo y posteriores. Así que la pobreza afecta a la mayoría de las naciones por causas similares pero la respuesta merece ser estudiada y singularizada en lo cual la calidad de los líderes puede ser la gran diferencia.
