La sociedad dominicana ha vivido momentos difíciles en elecciones, pero podemos observar con frustración que personas sin escrúpulos demuestran incapacidades cuando logran dirigir procesos electorales en gremios.
Es fundamental elegir personas revestidas de valores éticos y morales, pero sobre todo con carácter, y al mismo tiempo trayectoria personal y no equivocarse con seres humanos que sin nada de ética ni respeto por la institución.
Cumplir con los procesos electorales es una responsabilidad que amerita criterio propio, así como también carácter para no dejarse engañar por el amiguismo, debemos tomar en cuenta que le aporta al gremio y a la sociedad, a los gremios se va aportar, no estar en un cargo decorativo los diferentes rostros que usa lucifer.
Cuando se tiene una formación en valores inculcado y una trayectoria de trabajo apegado a las normas por el ejemplo familiar para caminar ante la sociedad dominicana con la frente en alto cuidando siempre apellido y nombre es punto a su favor para confiar en esa persona.
Los ciudadanos deben denunciar todo aquel que tenga un comportamiento reprochable y degradante en una comisión electoral.
Los gremios siempre están expuestos a tener manzanas podridas, pero es deber de sus miembros conocer y entender que en organismos de dirección institucional es muy delicado darle paso a escorias que contaminan todo a su paso.