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viernes, mayo 3, 2024

Energía y desarrollo V

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El que me haya leído en artículos anteriores sobre el tema en cuestión, se ha podido dar cuenta que le atribuyo una importancia fundamental al manejo de la energía.

Más aún: Un país no es realmente independiente políticamente si es dependiente de otros de la energía.

Los dos países que componen la isla Hispaniola a pesar de que tienen muchas montañas y una altura promedio de alrededor de 500 metros con la máxima en Haití de 2,680 y en RD 3065 del cual parten los dos ríos más importantes.

República Dominicana solo tiene un 16% de su energía hidráulica y Haití un 21% un gran indicio de que además de no producir la energía para toda la población todo el tiempo ninguno de los dos países hizo lo más lógico con su recurso natural más importante para extraer energía.

Ambos países importan energía fósil en más de 75 % para su matriz energética. Lamentablemente Haití tiene un desempeño realmente grave, al punto de que, de sus 11 millones, 8 no tienen energía eléctrica mientras la cobertura dominicana es 100% aunque no 24/7.

La generación de Haití es 1.2 billones de kwh y República Dominicana 18.3 con dos poblaciones similares de 11 millones de habitantes para Haití y 10.5 para RD.

Esa extraordinaria diferencia explica por qué hay cerca de 1 millón de haitianos inmigrantes indocumentados la gran mayoría cruzando ilegalmente una porosa frontera de 370 kms en búsqueda de empleo, agua, energía, salud.

Quizás los dominicanos se sientan orgullosos de que el PBI per cápita es casi nueve veces superior al de su vecino.

Pero ese orgullo debe desaparecer y convertirse en patrocinador de la reforestación de su vecino que tiene el 97% de su espacio desertificado.

Muchos creen que Francia debería devolverle los 21000 millones que le cobró a Haití para aceptarle su independencia. Yo también.

Pero si nos sentamos a esperar ese gesto estaríamos más perdidos que un «santiclo» frente al congreso el 16 de Agosto.

No absorber en nuestro pensamiento que la responsabilidad de esta isla es nuestra, es un error. Decir que no podemos asumir esa responsabilidad es otro error. Claro, que si un vecino es dueño de una vivienda al lado de la nuestra y es bulloso podemos pedirle a la policía que lo tranquilice.

En nuestras relaciones con Haití tenemos una situación que exige mucho más que razones de nuestra parte, porque en realidad ni hay policía al cual recurrir, ni cruzar los brazos sirve de mucho.

 

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