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sábado, abril 27, 2024

Elecciones de periodistas y Rafael Polanco

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El Colegio Dominicano de Periodistas renueva sus autoridades el día 25 del presente mes de agosto y uno de los candidatos es Rafael Polanco, un veterano comunicador cuya aspiración es sustentada por siete movimientos, los cuales agrupan a cientos de informadores públicos en todas las provincias y municipios del país.

Polanco cuenta con un ambicioso programa, en el que sobresalen ejes de gran transcendencia para el colectivo, enfatizando la institucionalización del gremio y la dignificación de la profesión.

Quien suscribe suele sufragar siempre en los eventos electorales del CDP, favoreciendo, en los certámenes de los últimos tiempos, a Mercedes Castillo, Olivo de León y Aurelio Henríquez, que son buenos amigos, pero la mejor forma de contribuir a la construcción de la democracia participativa es mediante la alternabilidad en el poder y abogar por un auténtico concurso e intervención de los periodistas en el desenvolvimiento y decisiones de la agrupación, por lo que en esta oportunidad hay consenso en que la mejor opción es Rafael Polanco.

“Danilo yo soy un hombre de 70 años, que mi única motivación es institucionalizar el CDP y lograr la dignificación de la profesión y entonces darle paso a la nueva generación”, dijo Polanco al suscrito mientras hablábamos en la cafetería de un supermercado. Observé mucha humildad y quedé convencido de que es un hombre que no iría al colegio en procura de lucro personal ni mucho menos a perpetuarse.

La verdad es que se observa rechazo al círculo vicioso de los líderes del Movimiento Marcelino Vega, que tienen más de dos décadas al frente del CDP, mientras el edificio de la entidad profesional registra deterioro, lo que pudo solucionarse con una autorización de la Presidencia de la República al Ministerio de Obras Públicas. Pura negligencia. Se puede lograr mucho más. Y precisamente Rafael Polanco tiene en agenda la construcción de dos clubes para los periodistas dominicanos, uno en Salinas, Baní, y otro en el Gran Santo Domingo.

Sin embargo, más importante que las obras físicas es la aprobación de una ley periodística actualizada (en consonancia a los nuevos tiempos) y que reúna necesidades tan perentorias e inaplazables como seguro médico, plan de viviendas y pensión adecuada para los periodistas dominicanos. Es decir, seguridad social nunca antes lograda, porque no se hicieron las diligencias requeridas, y sin depender de la caridad del presidente de turno, el cual, si le parece, otorga ayudas que aparentan estar destinadas a mendigos, no a profesionales universitarios.

Esa ley, cuyo anteproyecto sería elaborado prontamente, garantizaría seguridad laboral para los periodistas que ofrecen servicios en medios de comunicación social y en órganos estatales. Nuestros periodistas no pueden continuar en un sobresalto, temor a cancelación, por censura o autocensura o, peor todavía, cuando hay cambio de gobierno o de jefes en instituciones estatales, tanto centralizadas como descentralizadas.

Y acabar de una vez y para siempre con las usurpaciones. Muchos de los que hablan en medios electrónicos se autocalifican periodistas, lo que no puede hacerse con otras profesiones, porque sería la comisión de un ilícito. No se trata de infracciones a libertades constitucionales, sino de empezar a delimitar legalmente un rol profesional.

En los medios audiovisuales y en youtube hay muchos abogados, locutores, publicistas y mercadólogos hablando, en algunos casos con pésima dicción, cuyo derecho a expresión nadie le puede coartar, pero no deben cometer la osadía de atribuirse un título que no poseen.
Desde el momento en que delimiten las atribuciones del periodista, mediante ley, al CDP se le facilitaría inclusive la disciplina y el desenvolvimiento ético exhibido por sus miembros. Hasta el momento lo que se observa es a muchos intrusos lavando oro al nombre del periodismo, mientras los verdaderos periodistas, en su mayoría, no muestran un nivel de vida acorde al de un profesional. Muchas veces por cuidar conducta ética.

Más que darle una oportunidad a Rafael Polanco, en las elecciones del CDP, a celebrarse el 25 del corriente mes, entiendo que la experiencia, veteranía y capacidad de sacrificio de este comunicador social debe ser aprovechada por todos los miembros del gremio para alcanzar la debida reivindicación en términos legal, económico, social y profesional.
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