Esta campaña electoral tiene la novedad de la celebración de debates entre los aspirantes a cargos electivos, lo cual resulta interesante ya que contribuye a que los electores se forjen una idea del pensamiento por quienes votarán.
Esa es una novedad que muchos veíamos lejos de su concreción debido a la resistencia de algunos de los candidatos. El propio Leonel Fernández dijo una vez que no acudía a un debate porque en el país no había nadie que pudiera conceptualizar con él.
Para esta campaña electoral hemos visto debates entre los candidatos presidenciales que definen como alternativos, al menos dos de esos eventos fueron seguidos por millones de electores a través de la radio, televisión y redes sociales.
Así también en las distintas provincias se llevan a cabo debates entre los candidatos a cargos senatoriales y hasta entre diputados por circunscripción.
Ahora toca debatir entre los candidatos presidenciales de los tres principales partidos, nos referimos a Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez.
Este debate, organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), excluyó a los llamados candidatos presidenciales minoritarios, lo cual es objetado por diversos sectores de la vida nacional.
Es cierto, no se requieren muchos esfuerzos para detectar la discriminación contra Fulgencio Severino, María Teresa Cabrera, Carlos Peña y Virginia Antares.
Empero, aun así, creemos que se ha dado un gran paso con la celebración del debate presidencial convocado por ANJE y otros llevados a cabo en distintas provincias.
A partir de ahora, es nuestra creencia, los debates se institucionalizarán, ojalá sea por ley, y los electores tendrán la oportunidad de conocer la oferta electoral de los distintos aspirantes a cargos electivos, lo cual indica que estamos avanzando.
