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viernes, mayo 3, 2024

El abogado y el economista del diablo     

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Es inconcebible e inexplicable que los ejecutivos de las Asociaciones Dominicanas de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) y de Riesgos de Salud (ADARS), pretendan esconder las ineficiencias, insatisfacciones e inequidades que, de manera continua, generan sus instituciones miembros: las AFP y la ARS. No basta con invertir grandes cantidades de dinero en campañas mediáticas de comunicación, así como contratar costosos voceros públicos, con el propósito deliberado de justificar el fracaso del Sistema de Capitalización Individual y los servicios de salud.

Por ejemplo, los continuos cuestionamientos y los altos niveles de insatisfacción que expresan los afiliados de las AFP, han empujado a los ejecutivos de la ADAFP a contratar los servicios de un abogado y un economista del diablo, para que vayan a los medios de comunicación y a los debates públicos a defender lo indefendible y a justificar lo injustificable. Las élites dominicanas, igual que las de otros países democráticos y autoritarios del mundo, disponen de diversos mecanismos para manipular y controlar las masas: los medios de comunicación masiva, la educación, las religiones, la libertad de expresión del pensamiento, las bellas artes, entre otros.

Los contenidos del discurso que enarbolan el abogado y el economista del diablo no son creíbles, ya que sus andares son fácilmente detectables en aquellos escenarios, situaciones, temas y hechos, cuyos protagonistas son altos y auténticos representantes de las élites económica y política dominicana y, en ocasiones, hasta foránea. Por lo general, los caminos por los que transitan el abogado y el economista del diablo, suelen ser distintos a los que frecuentemente usan los trabajadores de las instituciones públicas y los de las empresas privadas.

El relato que acompaña las declaraciones públicas del abogado y el economista del diablo, relativo a las supuestas bondades del Sistema de Capitalización Individual, está construido a partir de grandes mentiras, manipulación y posverdad. Con esta mala práctica pretenden ocultar las continuas y enormes insatisfacciones de los afiliados del Sistema Dominicano de Seguridad Social, con respecto a la calidad y pertinencia de los   servicios que reciben del subsistema de pensiones. En la forma y en el contenido del relato público del abogado y del economista del diablo, subyace el desprecio por los que no tienen poder económico y político.

La principal fortaleza del abogado, el economista y de la experta en seguridad social, que fingen ser los chapulines colorados de la estabilidad económica dominicana y del infierno que han construido las AFP, consiste en defender las causas e intereses de las élites económica y política de República Dominicana. Por su naturaleza, estos personajes nunca han puesto sus talentos al servicio del bienestar de los trabajadores. Los voceros de la ADA (el abogado, el economista y la experta en seguridad social del diablo) son, además, piezas esenciales del capitalismo rentista, liberal y salvaje. Ellos solo creen en el “dios dinero”.

¿Por qué los directivos y ejecutivos del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), de la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), el de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA) y los del Ministerio de Administración Pública (MAP), no les reclaman a los gestores de la ADAFP y la ADARS que transparenten sus continuas y grandes inversiones en actividades inútiles y mediáticas de comunicación? Sería un buen ejercicio de transparencia y ética gubernamental, explicar a los ciudadanos la procedencia del dinero que las AFP y las ARS invierten en cabildeo periodístico y en campañas publicitarias inspiradas en historias falsas.

¿Cuántos millones de pesos pagan la ADAFP y la ADARS a los propietarios de los medios de comunicación, así como al abogado, al economista y a la experta en seguridad social del diablo, para manipular la percepción de los trabajadores e incidir en las decisiones de los organismos gubernamentales, los cuales tienen como misión regular, supervisar y defender los derechos de los afiliados de la seguridad social? Es lógico pensar que en estos días navideños, los ejecutivos de la ADAFP y la ADARS incrementen sus inversiones en marketing, ya que serán muchos los regalos, las canastas y los presentes especiales, que enviaran a los directores y editores de los medios de comunicación, así como a los gerentes de gestión humana de las instituciones del Estado y a los de las empresas privadas.

Pese a los continuos y costosos esfuerzos comunicacionales mediáticos, que desde hace varios meses realizan a nivel nacional la ADAFP y la ADARS, cada vez son más las iniquidades, las injusticias y la insatisfacciones que provienen de las AFP y de las ARS. Hasta los más ilusos saben que los gazapos que rodean la Ley 87-01, no se corrigen con 25 propuestas llenas de perversidades y malas intenciones, ni pagándoles millones de pesos a un abogado, a un economista y a una experta en seguridad social, para que hablen mentiras y verdades a medias en los medios de comunicación y en los debates públicos. Las groseras inversiones en marketing y el afán desmesurado de la ADAFP por visibilizar sus enormes utilidades, no eliminarán los niveles de indignación, el descontento y el malestar que siente y padecen los afiliados del supuesto sistema de seguridad social.

 

Los únicos que muestran altos niveles de satisfacción con el tímido desempeño del sistema de Cuenta de Capitalización Individual (CC), son los dueños de los bancos y los que manejan el negocio de la salud. Es inexplicable que las Administradoras de Fondos de Pensiones reciban más y mejores beneficios que los dueños del capital: los servidores públicos y privados. Es una ridiculez de la ADAFP anunciar con bombos y platillos que el patrimonio total acumulado en el sistema de pensiones de la República Dominicana es de RD$739 mil millones, pero los propietarios reales del referido dinero, los más de 4.2 millones de afiliados, no pueden disponer del mismo cuando ellos quieran.

Hoy más que ayer, es imposible tratar de tapar el sol con un dedo. Pese a los incontables y costosos esfuerzos mediáticos emprendidos por los ejecutivos de la ADAFP, de la ADARS, del abogado y del economista del diablo, así como lo que escriben y hablan determinados comunicadores y periodistas, buscando con ello posicionar unos atributos que no tiene la seguridad social actual de República Dominicana. Por ejemplo, no es social, solidaria, universal, ni equitativa.

Los relatos públicos de las ADAFP y de la ADARS no impedirán que los dominicanos, sea hoy o mañana, reciban pensiones dignas y servicios de salud con calidad. Será como ha dicho el cantautor Amaury Pérez Vidal:

“No lo van a impedir del valle al cielo,

Ni reyes del honor, ni periodistas,

Ni antiguos comediantes, ni embusteros,

Ni estudiantes de leyes, ni alquimistas…,

A pesar del otoño creceremos,

Creceremos.”

 

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