El nuevo gobierno que se instala el 16 de agosto próximo, en este 2020, tiene encima para tratar de resolver, la consecuencia de múltiples entuertos.
Citemos los 20 años más recientes. Todos los dominicanos que nacieron desde el primer día en que Joaquín Balaguer arrimó el poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ya tienen la mayoría de edad que se adquiere a los 18 años.
El PLD asumió desde 1996, con la frustrada intención de quedarse para siempre, a troche y moche, es decir, lo hizo de manera disparatada y desconsiderada. Olvidando todo lo esencial para este país, aunque siempre tuvo esa realidad estrujada en sus narices.
El nuevo gobierno que se instala el 16 de agosto próximo, en este 2020, tiene encima, ya, el grave entuerto del atraso en la educación de la población, mundialmente reconocido como tal.
Una muestra de ese atraso educacional que le impide al pueblo hacer uso de la razón, lo tenemos en el lamentable comportamiento al exponerse con descuido supino, y hasta festivo, a la enfermedad y la muerte, en medio de una pandemia homicida universal.
Eso es así, porque la población no oye cuando se le dice que se está exponiendo a la muerte.
La población barrial no ve que los muertos están cayendo a su alrededor, aunque todo el vecindario los está enterrando.
La gente no entiende que no debe agruparse en plazas, ni en galerías familiares, ni en colmados de la esquina, ni en las marquesinas y parqueos de los apartamentos para beber aguardiente y cervezas, a ritmo de tambores populares escandalosos y prohibidos por ley, como ruidos innecesarios.
Para empezar a corregir ese tremendo entuerto de la deseducación, el nuevo gobierno que empieza el 16 de agosto próximo, en este 2020, tiene, ya, en sus manos como arma idónea, el mayor presupuesto de todas las instituciones oficiales: el 4% reunido en base a esquilmar los bolsillos de esa misma masa deseducada. Ese es el presupuesto del Ministerio de Educación.
Y los que se van, dejan, no sólo ese presupuesto legislado y en ejecución, sino también millares de aulas limpias y organizadas (aunque sin agua y sin electricidad suficientes). Los que se van dejan, eso sí, una masa inmensa, millones de seres dominicanos ignaros para llenar esas aulas.
Y esas aulas tienen, ya, millares de maestros, que no serán los mejores del mundo, pero que son maestros a ser mejorados y utilizados, con ese mismo presupuesto asignado y en ejecución.
Que sepa el nuevo gobierno, entonces, que tiene todo dispuesto para los fines. Y que sólo ha faltado la buena voluntad y la disciplina para hacer lo que hay que hacer: meter este país en la ruta de la civilización. Para que dentro de muuuuchos años, no vuelva a ocurrir la brutalidad que está ocurriendo al no atender como se debe, la homicida pandemia del coronavirus. Y esto, sólo como ejemplo.
Que no vengan echando números y diciendo que todo es economía. La educación desarticulada es el peor entuerto que tiene por delante el gobierno que se inicia el 16 de agosto próximo de este 2020.
