Ahora, es la protesta de los policías pensionados. Dizque que no les pagan las pensiones.
El Gobierno afirma con las pruebas en las manos, que hay sectores políticos detrás de esa protesta de los policías pensionados.
En diciembre pasado, fueron pagadas las pensiones correspondientes a los años 2016-2021, en beneficio de 3,300 policías.
Además, el Ministerio de Hacienda trabaja para el pago, de los años 2022-2023, en favor de unos 2,500 pensionados.
Así se les informó a los visibles jefes de la protesta policial. De ahí la extrañeza de las autoridades.
Por lo tanto, ¿la respuesta a esa confirmación es la exigencia mediante protestas callejeras? Algo inaudito, viniendo de parte de nuestros escrupulosos y fieles policías. ¿O se les olvidó lo que les pasa a quienes se salen del sendero de la decencia y la lealtad?
Ah, pero me lo hubieran dicho antes: “Un exjefe de la Policía, convertido, hoy, en dirigente del Partido Fuerza del Pueblo, al servicio del candidato Leonel Fernández, anda en campaña abierta condenando al gobierno y pidiendo un castigo electoral, porque según dice, no cumplen con los pensionados».
Cuidado con eso, policías en retiro.
Hemos tenido jefes de policías muy malos. ¿Ahora, como jefes políticos de partidos de oposición, siguen siendo jefes malos?
Entonces, es como dice el Gobierno. Hay una motivación política de grupos de la oposición, detrás de tan desaforadas reclamaciones policiales. Eso es algo lamentable y que despierta suspicacias.
¿Protestas hasta provocar incidentes de sangre, en las calles, como está ocurriendo? Policías de ley han tenido que reprimir a sus antiguos compañeros, colocados al margen de la ley.
Como están las cosas, cualquiera está propenso a sospechar de opositores, que cada día muestran más a las claras que se están agarrando de lo que sea, como ocurre con el que se está ahogando y lanza patadas en desorden. Lo hace así, el ahogado, sabedor de que no podrá salvarse del asfixie final.
El tipo de ahogado de que estamos hablando en sentido figurado, son los opositores políticos dominicanos, quienes en estos momentos de culminación electoral, tienen a manos una tabla de salvación.
Esa tabla de salvación se llama cordura.
No debe cundir la alarma en las fuerzas de oposición, por fuerte y decidido que esté el oficialismo.
Quien más tiene que cuidarse de las falsas alarmas, es precisamente el que no tiene el agua al cuello. Y es evidente que esa es la predisposición del oficialismo. No tiene motivos de alarma. Si están los oficialistas tan seguros como proclaman, que guarden las formas.
Y que sean cuerdos. Es lo que conviene a todos. Hasta la meta final.
Y que todos guardemos las ropas en lugar seguro, sin necesidad de dejar ver el refajo. ¿Verdad, Leonel Fernández y sus tropas?
Cordura. Hasta la meta final.
