Ser una potencia emergente para el 2050, debe ser nuestra meta y destino. El monstruo de la corrupción, ha sido noqueado; era la raíz causante de la impunidad y la represión, para mantener la ciudadanía sometida al terror y ellos poder continuar en él más de lo mismo.
Es vital una reforma Constitucional para consolidar institucionalmente el cambio. Reducir los poderes del Presidente. Que los titulares de las instituciones de control, el origen de su poder, participe la sociedad. Para que su lealtad sea a la patria, no a individuos y para establecer a perpetuidad la independencia del Ministerio público y otros cambios necesarios.
Será imposible una reforma Constitucional en este cuatrenio 2020-2024, para establecer la independencia del Ministerio Publico, y las demás reformas que demandan los tiempos. Pues la representación en el Congreso de los sectores ligados a la corrupción (PLD) no lo permitirá. No amolarán cuchillos para sus gargantas. Y más que culpa de ellos, su existencia, es culpa del segmento irresponsable de la ciudadanía que vota por ellos.
Esperar resultados diferentes haciendo las cosas de la misma manera, es la definición de locura. Mi ilusión es gobernadores provinciales electos por su población. Que cada provincia tenga sus ministerios. Se le asigne su presupuesto, tomando el 50% de la partida de inversión del Presupuesto Nacional y se distribuya entre las provincias en proporción a sus habitantes. Que la PN sea descentralizada en Municipal y DN.
Entre los cambios estructurales que se requieren en una nueva Constitución están: -Cerrar el Senado – establecer un poder legislativo, donde el 50% de sus miembros, representen partidos políticos, el resto, representante de los diversos sectores de la sociedad. -Convertir los actuales Ministerios, en Centros I+D+I.
-Que el Consejo de la Magistratura este formado por los Rectores Universitarios -Que el Procurador (a), sea designado por los Decanos de Ciencias Jurídicas -Establecer Sistema de Jurados, para casos penales.
El compromiso ciudadano con el cambio, es de absoluta transformación para rescatar RD del atraso, y subdesarrollo. Y convertirla en una potencia emerge para el 2050. De manera que el cambio apenas comienza. Es una tarea viva, creativa, continua, y a largo plazo. Por la grandeza patria. Es un compromiso generacional!
El autor es Escritor y pre candidato a Secretario General del PRM
