SANTO DOMINGO. El poderío de la gran nación Estados Unidos de Norteamérica, se encuentra aparentemente atrapado en el drama de tener que aplicar la única vacuna disponible para el comercio, su probable población de 331 millones de personas, para evitar el avance brutal de la pandemia del COVID-19
La vacunación de toda su población, ante la insuficiencia de la cantidad de dosis contratada con Pfizer, la única empresa que hasta la fecha ha conseguido la aprobación del medicamento panacea, entró en las últimas horas en un dilema.
Estados Unidos tiene adquiridas bajo contrato con Pfizer 100 millones de dosis, que deberá dividir en dos dosis, distanciadas por tres semanas, para enfrentar al maldito y asesino virus COVID-19 y la pandemia que ha desequilibrado en todos los órdenes a todas las naciones del globo, sin importar su fuerza económica ni sus avances tecnológicos.
¿De quién es el apuro? ¿El gobierno norteamericano, o de Pfizer?
Estados Unidos sobrepasó los 300 mil muertos por COVID-19 y más de l6 millones de infectados.
Los medios de prensa norteamericanos han difundido la información de que el gobierno de Donald Trump está negociando con la Pfizer para asegurarse de nuevas cantidades de la vacuna, ante la versión conocida de que los fabricantes no podrán hacer nuevas entregas hasta junio o julio del 2021, según difundió The Washington Post. Es que otros países compraron la mayor parte de la producción.
Pfizer está recibiendo la presión de nuevos cargamentos para Estados Unidos, pero ha dicho que eso no será posible hasta el segundo trimestre del 2021, ya que tiene compromisos contratados con otros numerosos clientes. La empresa le había ofertado otros doscientos millones de dosis al gobierno, pero Trump rechazó la temprana oferta, según difundió el New York Times. Funcionarios gubernamentales dicen, sin embargo, que no hay problemas de disponibilidad de vacunas.
Ciertamente, la otra empresa Moderna, en Estados Unidos, ha dicho que espera la aprobación de su proyecto de vacuna que mantiene en trámite. Podría ofrecer otros cien millones de dosis, suficientes para 50 millones de personas.
Mientras Pfizer discute a altos niveles su situación con el gobierno de Trump, se conoce que fue esa empresa la que no recibió financiamiento del gobierno norteamericano para impulsar la investigación de su vacuna.
Trump, mediante orden ejecutiva, hace una semana, dispuso que la vacuna sería para los norteamericanos, prioritariamente, según difundió Fox News. No está claro, según la prensa, si Trump puede impedir que una empresa estadounidense cumpla contratos legales de negocios con otros países, relegando a su gobierno, por atender otros compromisos. Trump dijo que invocaría la Ley de Producción de Defensa si fuera necesario para garantizar que los estadounidenses sean los primeros en la fila para las vacunas.
El general Paul Ostrowski, responsable de la estrategia de vacunaciones en Norteamérica por la Operación Warp Speed, dijo que “está claro que Pfizer hizo planes con otros países”. Entonces, se estaría buscando un acuerdo separado adicional con Pfizer.
La esperanza
Las empresa, AztraZeneca, informó recientemente datos alentadores sobre su vacuna, de la que no se ha comprobado su eficacia. Se está, asimismo, a la espera que la compañía Johnson & Johnson informe los resultados del ensayo de otra vacuna, a principios de enero. Con Moderna no se conocen acuerdos para suministros de dosis de su vacuna en proceso.
Pero, se está informando que un programa mundial de vacunación contra personas con coronavirus en países pobres, desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría descarrilarse debido a problemas con contratos y suministros. Esto lo informa Reuters con referencia a los documentos internos de la organización.
El proyecto COVAX implica el suministro de 2 mil millones de dosis de la vacuna COVID-19 a 91 países para fines de 2021 para inocular al 20% de los segmentos más vulnerables y pobres de la población. Se trataría de los habitantes de los países de África, Asia y América Latina. La implementación del proyecto puede verse obstaculizada por complejas relaciones contractuales con los países receptores del medicamento, riesgos de suministro y falta de fondos. Una avería en COVAX podría dejar a las personas de países pobres sin vacunar hasta 2024.
El programa es operado con la OMS por Gavi, una asociación internacional de compañías farmacéuticas, gobiernos, organizaciones benéficas y donantes privados que organiza campañas de vacunación en todo el mundo.
Rusia
En Rusia, la semana pasada comenzaron las vacunaciones a gran escala. Primero, se vacunó en Moscú, y pocos días después las vacunas llegaron a las regiones. El 15 de diciembre, el jefe del Ministerio de Salud, Mikhail Murashko, anunció que habían comenzado las vacunaciones en todas las regiones. La agencia agregó la vacuna COVID-19 al calendario de vacunación, priorizando las inyecciones.
China
La agencia Xinhua, informó desde Beijing, que China está cumpliendo sus compromisos con acciones concretas para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas contra la COVID-19 en los países en desarrollo, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
El gobierno chino ha estado apoyando activamente la cooperación entre las empresas chinas y otros países en la investigación y el desarrollo de vacunas, dijo, y está en comunicación y cooperación estrechas con la Organización Mundial de la Salud y la Alianza Global para Vacunas e Inmunización.
Las redes, siempre las redes
Circula por redes sociales un texto en que se vincula al laboratorio de bioseguridad chino Wuhan, con Pfizer, BlackRock y Axa y otras empresas para alimentar el bulo del origen artificial del virus COVID-19, en busca de alimentar la teoría de conspiración.
En República Dominicana, el productor de programas de televisión, doctor Julio Hazim, leyó para el público la versión del tal bulo.
El sitio web Newtral startup, de Fast-checking o verificación de datos, después de un proceso de verificación, calificó la versión como fake news, o comentario falso, ya que contiene datos correctos, pero ignora elementos muy importantes o se mezcla con datos incorrectos dando una impresión diferente, imprecisa o falsa. No es cierto que el laboratorio biológico de Wuhan sea propiedad de Glaxo, sino que lo es del gobierno de la República Popular China.
Otra fake news: se difundió que una enfermera de 42 años, en Alabama, Estados Unidos, murió después de recibir la vacuna COVID-19, el martes, publicó el The Washington Times. Las publicaciones circularon en Facebook y Twitter. Los funcionarios del Departamento de Salud Pública de Alabama confirmaron que no se han producido muertes como resultado de la administración de las vacunas el martes en el estado.
