28.2 C
Santo Domingo
sábado, abril 27, 2024

Pedro Castillo, ambicioso peruano aliado a China que desafió Estados Unidos

Las más leídas

La monstruosa propaganda de las corporaciones norteamericanas, con el respaldo de la no menos monstruosa acción represiva de los militares al servicio de las élites en Perú, no ha dejado ver la real causa de la destitución y prisión del presidente Pedro Castillo.

Alguien, sin embargo, está distribuyendo en las insobornables redes sociales los detalles reveladores del crimen contra Castillo, quien, destituido, prisionero y enfermo, sigue siendo víctima del descrédito promovido por los vasallos títeres políticos del Congreso Unicameral peruano. Un testimonio es el artículo hecho circular, por el doctor Máximo Grillo Annunziata, que me envía el periodista y economista Claudio Cabrera.

La estratagema ideada y puesta en marcha por la inteligencia del Departamento de Estado detrás de toda la trama, se señala, sigue envolviendo la realidad en un debate fútil de si lo que redimirá a los peruanos sería un cambio de fecha de elecciones generales. Con más de lo mismo.

Treinta muertos y cientos de heridos masacrados en protestas callejeras es el aporte de los más perjudicado en toda esta ocurrencia.

“Castillo estaba a días de firmar el contrato con los chinos para la construcción del tren sudamericano, que, yendo de Tumbes, llegaría hasta Tacna. De allí, hasta Cuzco y Puno, y desde Puno hasta Argentina y Brasil.

“Esta red de trenes estaba directamente enchufada con el gran puerto que los chinos están construyendo en Chancay, todo lo cual les daba a los chinos una presencia geopolítica y estratégica en toda América del Sur, desplazando definitivamente los Estados Unidos de la región”.

Todo esto lo escondía un lápiz, un sombrero a caballo, y el liderazgo de un presidente de la República extraído desde lo más profundo de la cultura racial incaica peruana, exponente de la rebeldía de ese rico y bello pueblo contra la explotación imperial secular.

El tren suramericano que la propaganda hegemónica perversa no dejaba ver bajo el sombrero de Castillo, que, según los planes aprobados, China debía construir inicia recorrido en la costa del Océano Atlántico, en Brasil, pasa por los Andes y termina en el Pacífico Peruano. El primer ministro chino, Li Keqiang, ya recorrió la ruta, en gira desde el 2018, por Brasil, Colombia Perú y Chile, consolidando acuerdos sobre el tren.

Los medios de prensa influidos por Estados Unidos no han cesado en resaltar el incremento de la presencia económica que tendrá China en Sudamérica, al facilitar acceso a materias primas en esa ruta transoceánica, a través de los Andes y el Amazonas. La inversión sería de más de diez mil millones de dólares. Esencialmente, el interés chino en la inversión, es porque facilitará transportar más rápido la soja del Mato Grosso del oeste de Brasil a China.

Perú anunció que recurriría, asimismo, a la contratación directa entre países para el desarrollo de las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima.

En cuanto a las obras del puerto marítimo de Chancay tienen un avance general del 18.89%, según el gobierno de Perú. Con este se pretende que sea un hub para redistribuir carga entre Chile, Ecuador y Colombia. Se beneficiarán 65 mil habitantes con la influencia del mega puerto que usaría hasta quince muelles convirtiéndolo en el mayor de Latinoamérica y el Pacífico.

Los medios adversos al progreso intrusivo chino en Perú, de inmediato, ya en agosto del 2021, abrieron fueron denunciando que el “presidente comunista de Perú, Pedro Castillo, estaba profundizando lazos con China”. Tales lazos son una tradición de las relaciones exteriores peruanas.

Los funcionarios de la administración de Castillo se reunían con el embajador chino y los ejecutivos mineros chinos para discutir no solo las políticas para su industria, sino también para fortalecer un acuerdo de libre comercio anterior firmado por primera vez en 2009, se resaltaba.

China es uno de los compradores de cobre y mineral más importantes de Perú, posiblemente la industria más grande de Perú. Ambos países tienen un tratado de libre comercio.

Pedro Castillo, ya en noviembre del 2021, en los primeros días de su presidencia, y bajo el fuego del Congreso para desprestigiarlo, decía discursos en los que resaltaba que China se ha convertido en el primer socio comercial del Perú, y uno de los principales inversionistas. En ese año, China y Perú celebraron 50 años de relaciones diplomáticas.

Castillo estaba impulsando abiertamente el inicio del ambicioso proyecto de construcción del Tren Inca y el Tren Grau, en discurso desde el Congreso, el 28 de julio, para conectar el norte con el sur del país: el Tren Inca (Cajamarca a Puno), y el Tren Grau, (Tumbes a Tacna).

Es por esto y algunas otras cosas que, al ser destituido, hecho preso y sentenciado a 18 meses de prisión preventiva, el presidente Castillo, de inmediato, la embajadora de Estados Unidos en Perú, Lina Kenna, una ejecutiva de la Central de Inteligencia Americana, durante nueve años, se entrevistó en el Palacio de Gobierno, en Lima, con la vicepresidenta en funciones de presidenta, Lina Boluarte. Oficialmente, desde Washington, el Departamento de Estado dejó claro que la legitimaba. La Kenna fue designada en el cargo por el ex presidente norteamericano Donald Trump.

Sin duda alguna, Castillo quedó atrapado entre los tiros de la guerra geopolítica de Estados Unidos frente a China.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último