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martes, mayo 21, 2024

Melómano:Algunos declamadores que engalanaron la radio dominicana

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Los tiempos cambian e inevitablemente esos cambios traen aparejados nuevos ritmos musicales y una legión de fanáticos que lo aúpan. En cierta forma esa premisa forma parte de los postulados del marxismo-leninismo, que habla de que a cada modo de producción le corresponde una forma de pensamiento.

Arrastrado por el modernismo hemos visto prácticamente desaparecer géneros musicales como el danzón, una fusión de la danza y son y cuyo principal exponente fue el cubano Barbarito Diez.

Lo mismo que el tango, un género musical propio de la región del Río de la Plata y su zona de influencia, pero principalmente de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo. La figura cimera de este género y quien generó más pasiones, adeptos fieles, fue Carlos Gardel, cuya paternidad se atribuyen varios países suramericanos y que ahora no viene al caso.

Carlos Gardel
Carlos Gardel

Pero en esta ocasión me quiero referir a un género, si es que se le pueda llamar así, que en la actualidad casi nadie se acuerda del mismo y que al igual que los mencionados, fue sepultado por los nuevos tiempos.

Me refiero a la declamación poética, que durante varias décadas gozó del gusto popular en el país y se podía escuchar en la radio.

Obligado estoy a empezar por la poesía gaucha, encarnada en Antonio Cómas, conocido como el Indio Duarte, nacido en las pampas argentinas.

En años pasados era casi obligatorio para los programas que colocaban boleros incluir una que otras declamaciones del Indio Duarte y cada nuevo año Radio Cima nos deleita con el Brindis bohemio.

Indio Duarte,
Indio Duarte,

Aquí fueron populares los poemas del Indio Duarte “Porque no tomo más”, “El duelo del mayoral”, “Mama”, “Me echaron del puesto”, “Testamento Gaucho”, “El borracho” y “Para mí, todas son madres”, una declamación obligada en el día de ese ser tan sublime, especial y maravilloso, como como es la madre. Los fanáticos del declamador argentino no solo se limitaban a escucharlo en la radio, sino que compraban sus discos.

Indio Duarte

Una de las declamaciones que tuvo gran popularidad en el país por la calidad de la voz del declamador y por el mensaje que encierra fue “Desiderata”. Esta composición, escrita por Max Ehrmann en 1927 y publicada por la esposa en 1928, un año después de su fallecimiento, era declamada por Jorge Lavat. Lavat fue muy conocido en el llamado género de las canciones habladas, que no era más que recitar algunos de los boleros más populares en voz de este actor mexicano de voz penetrante.

Y de grata recordación fue Juan Llibre, un artista y publicista dominicano a quien, en cierta forma, le debo mi inclinación primero por la poesía y luego por narrativa. Al escuchar las declamaciones de Llibre me interesé por la poesía y uno de los primeros libros que tuve en mis manos fue Oasis, del cubano José Ángel Buesa.

Siempre recuerdo el poema “Calle de la Veracruz”, de la autoría del poeta español Salvador Velarde, recitado por Llibre, que además en su repertorio incluyó las poesías de Buesa y el dominicano Héctor J. Díaz.

Juan de la Cruz Llibre Quintana, su nombre completo, nació el 3 de mayo de 1934 en Sosúa, Puerto Plata, y murió el 30 de enero de 2008 en la misma casa donde vino al mundo. Su voz varonil le permitió no solo adentrarse en el oficio de locutor, sino destacarse como artista de la declamación.

Además de los poemas que grabó, Llibre participó, declamando, en algunos boleros, como “Sigamos pecando”, interpretado por el Trío Vegabajeño y “Entre copas y amigos”, popularizado por Felipe Rodríguez, conocido como La Voz, entre otros.

Luis Carbonell
Luis Carbonell

Aunque en otra tónica, me viene a la memoria Luis Mariano Carbonell Pullés, más conocido como Luis Carbonell, un declamador, músico y escritor cubano que frecuentaba el país y cuyas declamaciones solíamos escuchar con deleite en la radio. Se le conoció también como El Acuarelista de la Poesía Antillana y aquí su contraparte fue Carlos Lebrón Saviñón, a quien tuve el honor de conocer y tratar y a quien agradeceré eternamente los elogios públicos hiciera a mi libro de cuentos “Una cruz para el difunto”.

Esta semana quise traerle, mis dilectos lectores, estas pinceladas sobre los más populares declamadores que engalanaron la radio nacional. Faltarán algunos, pero estos son los que dejaron una honda huella en mi memoria.

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