El acercamiento a esta artista, a la cual me voy a referir esta semana, se produjo por dos motivos: por una anécdota que escuché de la fecunda compositora Leonor Porcella viuda Brea, que en modo alguno voy a reseñar si antes confirmarla, y porque mi esposa (que nunca interviene en mi selección) me sugirió ocuparme de ella.
La vi y la escuché cantar en una actividad de la Cooperativa Nacional de Servicios Múltiples de los Maestros (COOPNAMA) a la que fui invitado. Ella estaba pasando por un mal momento, hasta el punto de olvidar las letras de las canciones en aquel esplendoroso espectáculo dirigido a los maestros del país.
Sonia Margarita Silvestre Ortiz, nacida el 16 de agosto de 1952, en San Pedro de Macorís y fallecida el 19 de abril de 1914, además de cantante, fue locutora.
Estuvo casada con Yaqui Núñez del Risco, quien fuera un destacado comunicador, publicista, compositor y productor de televisión, que hacía gala de su magistral habilidad de improvisación como presentador de televisión. A propósito de esta afirmación, el conductor del Show del Mediodía solía decir que: “se improvisan las palabras, pero nunca las ideas…”.
Como nota al margen, tuve el honor de conocer a la viuda de Yaqui, Susana Silfa, quien es una excelente cantante y también anda por los linderos de la composición. Me regaló una recopilación de los artículos que Núñez del Risco publicaba en los periódicos El Nacional, Hoy y el Listín Diario, bajo el título “Siempre con Yaqui”.
Volviendo sobre Sonia Silvestre, esta exquisita cantante estudió Pedagogía en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña e idioma en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Fíjense, amables lectores, que fue la polifacética Cecilia García quien introdujo a Silvestre en la maravillosa actividad de cantar. Siendo una adolescente comenzó a cantar jingles publicitarios. Su debut como vocalista ocurrió en 1970, de la mano de Freddy Ginebra y el programa “Gente”.
La carrera de Sonia Silvestre está marcada por una composición emblemática de Porcella viuda Brea, que tiene que ver con la anécdota que escuché y que no voy a referir. Se trata de la canción “¿Dónde podré gritarte que te quiero?”, con cuya interpretación en el IV Festival de la Canción Dominicana, organizado por la Asociación de Músicos, Cantantes y Bailarines (AMUCABA), ganó el segundo lugar. Eso fue en 1971. Mi recordado profesor Pedro Medrano Hinojosa dirigió en una ocasión la AMUCABA, que presiento anda de capa caída.
Se puede afirmar que Silvestre no fue una cantante más del montón, por su calidad como intérprete, baladista y bolerista, y además por su compromiso social.
La intérprete de “Porqué llora la tarde” se adhirió con determinación al movimiento musical de la Nueva Canción y participó activamente en el espectáculo, de grata recordación porque fue un plebiscito, “Siete días con el pueblo”.
Sonia grabó para Karen Records su producción «Sonia canta a Poetas de la Patria», un exquisito trabajo digno de escucharse. Y que grato que ahora José Peguero y Alicia Baroni han decidido ponerle música a la poesía, como lo hizo Silvestre con los poetas de la patria.
Fue la ganadora durante tres años consecutivos del Premio El Dorado como cantante femenina más popular. En 1977 ganó el Premio El Dorado al mejor espectáculo.
Una etapa muy fructífera y productiva de Sonia Silvestre fue cuando hizo mancuerna con Luis, “El Terror”, Díaz (1952-2009). Su video “Corazón de vellonera” fue seleccionado como el mejor en 1984.
A parte de las canciones con contenido social interpretadas por Sonia Silvestre, cualquier viernes bohemio es ideal para escucharla en su lado romántico: “Domingo de noche”, “Si piensas en nuestras canciones”, “Tengo la noche lista para ti”, “Porqué llora la tarde”, “Qué será de ti” y, naturalmente, ¿Dónde podré gritarte que te quiero?
Y porque no, su extraordinaria interpretación de la versión en español de la canción “Ne me quitte pas” (“No me dejes no”), compuesta por el belga Jacques Brel. Debo confesar que nunca fue de mi agrado la parte final de esta versión de Silvestre, porque entendía que una mujer no se puede arrastrar por el amor de un hombre hasta el punto de querer ser sombra de su perro.
“Solo quiero ser sombra de tu sombra,
Sombra de tu sol,
Sombra de tu perro
No me dejes no”.
Pero al descubrir la historia detrás de esta composición de Brel, que es considerada la más bella canción de amor de todos los tiempos, comprendí a Sonia Silvestre. “Ne me quitte pas” fue la humillación que se impuesto este cantautor “por el miserable trato que le brindó” su amante. Es tan apasionante esta historia del estilo dramático adoptado por Jacques Brel en sus presentaciones, que prometo volver sobre el tema. ¡Por lo pronto los dejo con la petromacorisana Sonia Silvestre y…! salud!
Siempre escuche que Sonia era de Hato Mayor