Ver a Olga Guillot interpretando sus icónicos boleros a través de la magia de la plataforma de streaming es todo un espectáculo, que se disfruta, se saborea a plenitud. Lo cierto es que La Temperamental, como era llamada la Guillot, pone cuerpo y alma cada vez que canta uno de esos boleros que popularizó en el país.
Es una de esas boleristas que sabe jugar con su voz, ese instrumento que le grajeó fama, con una destreza única e irrepetible.
Esta cubana fue sinónimo del bolero popular en toda América Latina, Estados Unidos y Europa, y aquí ni se diga.
Nació en el mismo municipio que la inolvidable y siempre recordada Guadalupe Victoria Yolí Raymond, artísticamente La Lupe o La Yiyiyi, en Santiago de Cuba y murió en 2010 en Miami, Florida, donde fue a parar como muchos boleristas cubanos, empujados por la realidad política del país.
Naturalmente que cuando se escriba la historia del bolero, a Olga Guillot habrá que incluirla como una de las figuras más importantes y emblemáticas de este género musical “para sufrir el amor”.
La Temperamental durante su carrera artística de siete décadas ganó diez discos de Oro, dos de Platino y uno de Diamante, así como un Grammy Latino a su trayectoria, en 2007. Su discografía es tan amplia que uno se pasaría toda una noche bohemia escuchando sus canciones.
“La reina del bolero”, como también era conocida en algunos círculos, actuó en 16 películas y condujo en la televisión “El show de Olga Guillot”.
Esta mujer que apasiona y encandila al verla cantar fue inspiración para muchos artistas, entre ellos La Lupe y se asegura que Nathaniel Adams Coles (1919-1965), conocido artísticamente como Nat King Cole, se motivó a cantar en español al escuchar a Olga Guillot.
La madre de Olga era una negra multa y su padre de origen catalán, vinculado al arte. La Guillot estuvo casada con el actor Alberto Inzúa, con Ibrahim Urbino y con René Touzet, el compositor, pianista y director de orquesta estadounidense de origen cubano con quien procreó a su hija Olga Maria Touzet-Guillot.
La Guillot se inició en la música con su hermana Ana Luisa y juntas formaron un el dúo “Las hermanitas Guillot”, que debutó en 1941 en un programa de radio.
Igual que La Lupe que fue influenciada por ella y hasta se afirma que inició imitándola, Olga Guillot comenzó cantando tango por influencia de la argentina Libertad Lamarque (1908-2000), conocida como “La Novia de América”.
Con su insuperable voz de contralto, La Guillot no solo ponía el alma a la hora de cantar, sino, sobre todo, sus manos y expresiones corporales, lo que la convierte en una extraordinaria intérprete que de manera efectiva hace uso de un dramático histrionismo para contar una historia en cada bolero que popularizó.
Sin desperdicio la participación de la extraordinaria Olga Guillot en el programa puertorriqueño “Viva el sábado” junto al legendario Tito Rodríguez (Pablo Francisco Rodríguez Lozada, 1923-1973), cantando “Tú me acostumbraste”, su bolero ícono, compuesto por el pianista cubano Frank Domínguez (1927-2010).
Definitivamente, la mancuerna Tito Rodríguez-Olga Guillot es imperdible, memorable y se disfruta por horas sin llegar nunca al cansancio.
Con su potente voz e histrionismo, en cada bolero Olga Guillot te se hace navegar por tranquilas y tormentosas olas, saboreando la exquisitez nostálgica de este maravilloso género que nació para quedarse.
Boleros como “Qué sabes tú”, “Tú me acostumbraste”, “La gloria eres tú”, “Campanitas de cristal”, “Contigo en la distancia”, “No vale la pena”, “Comunicando”, “Miénteme”, “Adoro”, “La noche de anoche”, “Soy lo prohibido”, son algunos de los boleros a los cuales Olga, “La Temperamental”, le imprimió su propio sello, su estilo inconfundible, canciones que habrán de perdurar por siempre el gusto popular mientras existan melómanos como yo. Inevitable no alzar la copa con las canciones de la Guillot y gritar a los cuatro vientos ¡salud!
