Lilly Goodman, Isabel Valdez y Nancy Amancio, tres de las cantantes más sobresalientes del arte evangélico contemporáneo, corresponden al periodo que inicia con este siglo XXI. Con una lirica expresiva, fresca y muy actual, las tres se han integrado a los estilos más innovadores y exigentes de la música que se produce en estos tiempos y representan toda una generación en su clase. Marcadas por características muy especiales, Lilly, Isabelle y Nancy tienen un fenotipo de rasgos físicos muy similares que define sus respectivas figuras y les da ese sello distintivo de mujeres caribeñas.
Sin abolengo social relevante ni estirpe aristocrática, estas tres mujeres de origen humilde tienen una sólida formación cristiana que adquirieron en su niñez en las iglesias donde forjaron sus vidas. Las tres trabajaron educación con los niños y niñas de sus respectivas iglesias. Fueron tres alumnas y tres maestras de escuelas bíblicas, un recurso de formación espiritual y humana que no vive hoy sus mejores tiempos.
En la semana del 13 al 16 de febrero de 2003, hace ya exactamente 20 años, tuve la oportunidad, en días sucesivos, de verlas cantar a las tres en la Iglesia Cristiana Pentecostal la luz de Alma Rosa II, en Santo Domingo Este, congregación de la cual actualmente soy el pastor. No eran tan conocidas, pero su llamado, ministerio y talento eran indiscutibles y ya se perfilaban promisorios. Las tres son de origen pobre, de zonas marginadas, de iglesias pequeñas, son tres historias de vida y adolescencia difíciles. Hoy, gracias a Dios, son grandes embajadoras del Reino.
Una apuesta por la música evangélica en la República Dominicana
El 14 de mayo de 2020 en plena pandemia en un grupo de analistas con mucho conocimiento en música evangélica, hice una pregunta algo provocativa a riesgo de ser descabellada:
¿Habrá algún país del área y un poco más lejos que pueda contar con tres cantantes evangélicas como Isabelle, Nancy y Lilly? Lo dudo.
Mi escenario supuesto para esta valoración era el siguiente: “Se controló la pandemia, terminó la cuarentena, se va celebrar un acto nacional para reiniciar todo de nuevo. La agenda tiene una cantante invitada, una sola, ¿cuál sería el lugar de Lilly Goodman como posible interprete electa, incluyendo las seculares, y entre las evangélicas, para ese mismo escenario, qué lugar ocuparían Isabel Valdez y Nancy Amancio? Suponiendo también que cualquiera de las tres podría ocupar el primer lugar. Es un poco de ejercicio de posicionamiento.
El 19 de mayo 2020 el Listín Diario Publicó lo siguiente:
Para la reintegración de los ciudadanos con optimismo a la vida y con el propósito de dar la bienvenida a esos miles de dominicanos en todo el territorio nacional, Centro Cuesta Nacional (CCN) presentó el video musical “Será mucho mejor lo que vendrá”, basado en la canción “Al Final” de la artista cristiana Lilly Goodman.
Lilly Goodman
Lilly Goodman nació en Santo Domingo, es una de las intérpretes más influyentes de la música cristiana. Por su prodigiosa, impecable y versátil voz tiene la habilidad de interpretar cualquier género musical que se le presente. Desde muy joven Lilly comenzó a servirle al Señor en su iglesia local, desempeñándose como maestra de escuela dominical, posteriormente ella fundó y dirigió el grupo de alabanza y adoración.
Al aceptar el llamado del Señor, Goodman abandonó una licenciatura en farmacia en la universidad para dedicarse por completo a la música cristiana. Con su disco “Contigo Dios”, lanzado en el 2001 cautivó el corazón del público en toda Latinoamérica y Estados Unidos. Grabó en 2003 “Vuelta a casa”, con el sello Vástago Producciones. Esta segunda entrega la llevó a convertirse en una de las cantantes más importantes de la música cristiana en los géneros R&B, baladas cristianas y canciones cristianas pop.
Fue reconocida en 2005 como la “Voz Femenina” en los Premios Nueva Vida de la ciudad de Los Ángeles, California. Fue la primera cantante en 2006 en obtener el “Galardón a la Música Cristiana Contemporánea” de los Premios Soberano en República Dominicana, y en el 2009 recibió el premio “Canción del año” con su tema “Al Final”. Tiene nominación al Latin Grammy® y también otras a los Premios Arpa.
“Lilly Goodman Sinfonía para el Cielo”, fue una presentación de gala en la prestigiosa Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, invitada por el maestro Amaury Sánchez y acompañada por la Orquesta Sinfónica de República Dominicana compuesta por 64 músicos. Se ha presentado en el Luna Park, en Buenos Aires; Auditorio Nacional de México; El Coliseo de Puerto Rico; Auditorio TelMex, Guadalajara, México; Coliseo el Campín, en Bogotá; lo mismo en Costa Rica, Honduras, Uruguay; El United Palace en Nueva York, y más.
Ha participado por años en el Desayuno Nacional de Oración en Washington DC junto a los presidentes George W. Busch y Barack Obama. Por varios años realizó una alianza de colaboración con la Asociación Billy Graham, junto a Franklin Graham, con quienes viajó por varios países realizando festivales evangelísticos internacionales que convocaron a cientos de miles de personas.
Es la primera artista hispana en formar parte del equipo de alabanza de la iglesia anglosajona, Gateway Church en Southlake Texas. Muchas de sus composiciones han sido traducidas y cantadas en otros idiomas y culturas.
Su marcada sencillez y humildad la han convertido por igual en una de las personalidades más queridas y valoradas con millones de seguidores en todo el mundo. “Realidad de un sueño”, es el título de su libro publicado en el 2012.
Nancy Amancio
Sin duda alguna, Nancy Amancio es una de las exponentes de la música cristiana más populares de habla hispana. Es pastora, profeta y salmista, con una carrera de más de 20 años de experiencia.
Nació en Haina, San Cristóbal, República Dominicana. Desde muy pequeña fue instruida por sus padres cristianos. Comenzó a cantar en los servicios de la escuela bíblica y luego en grupos infantiles, hasta desarrollarse como intérprete internacional. Las promesas de Dios para su vida comenzaron a realizarse a partir de su matrimonio a los 19 años con el compositor y productor musical Raymond Telfo. Grabó su primer disco titulado «Me Voy Contigo”.
Con su segundo disco “Mis Sueños”, una mezcla de boleros y baladas que si hizo muy popular comenzó a recorrer la Republica Dominicana. Siguiendo la voluntad de Dios hizo un tercer álbum. Sus producciones incluyen ritmos y música como rancheras, boleros, baladas pop, fusión de flamenco y fusión latina, todas con muy buena acogida en el plano internacional.
Su canción “Amándome así” fue clave para su proyección internacional que inició en Curazao. Este tema tuvo notable impacto en Puerto Rico, ya que se mantuvo por un largo tiempo entre las 10 canciones más escuchadas en las principales estaciones radiales de la isla. En Panamá fue algo súper especial, en más de 35 ocasiones viajó a este país para celebrar grandes conciertos y congresos de mujeres. El apoyo y respaldo de las iglesias y las estaciones radiales fue masivo.
Ha tenido la oportunidad de adorar a Dios con su exquisita voz y talento en muchos países como Argentina, Chile, Costa Rica, San Martín, San Thomas. En Estados Unidos en lugares como Miami, Michigan, Pennsylvania, Nueva York, Boston y muchas otras ciudades.
Además, Nancy Amancio es conferencista internacional que imparte seminarios para organizaciones eclesiásticas y empresas, logrando transformar las vidas de miles de personas y líderes. Con su ministerio ha tenido participación en todo Centro, Sur América y el Caribe; además de países europeos, entre ellos Holanda, Suiza, España y Francia. Además, publicó un libro con el título “Parate en la brecha”, subtitulado: hacia el destino profético.
Gracias a Dios he sido nominada dos veces a los Premios Casandra en la República. Dominicana, una vez nominada a los Premios Paoli en Puerto Rico y ganadora de los Premios Juventud en la región sur de la República Dominicana, más el Festival Gospel de las Antillas. Nancy afirma que el apoyo de su país ha sido de alto valor para lo que hoy es el Ministerio Artístico de Restauración (MAR MUSIC).
Es fundadora y actual presidenta de la Fundación Nancy Amancio, organización sin fines de lucro iniciada en Haina, un barrio ubicado en la parte sur de la ciudad de Santo Domingo que se caracteriza por altas tasas de marginalidad y exclusión. En la actualidad brinda servicios en el sector Brisas del Este, Municipio de Santo Domingo Este.
El objetivo primordial de esta organización son los niños. Por eso hace todo el esfuerzo en invertir en ellos con clases de artes musicales, salas de tareas y guardería, ayudando a los niños huérfanos por feminicidios con asistencia de operativos médicos, donaciones de útiles escolares, juguetes y alimentación. También es la vicepresidenta de Circuito Visión (Red de Radiodifusión) en la provincia de Nagua.
Representa en la República Dominicana a la organización internacional Salvemos la Familia, y es vicepresidenta del Instituto de Formación Familiar Internacional (INFITER), organizaciones defensoras de la vida.
Isabelle Valdez
Desde niña mostró inclinación al servicio a Dios, creciendo así en la familia de la fe. A la edad de 8 años comenzó a cantar en iglesias, eventos evangelísticos y festivales de niños. Su papa la educó para servir y amar a Dios con pasión, creciendo así en el camino de la verdad. A la edad de 12 años ingresó a la agrupación de Somos Adoradores, una banda musical dirigida por el músico y maestro, hoy pastor, Manny Valera.
Isabelle Valdez es nativa de Pimentel, San Francisco de Macorís, República Dominicana. Recién nacida, fue adoptada por Manolo Valdez y Adelaida Santana, una pareja de pastores cristianos. En el año 1998, grabó como solista su disco Algodón que tuvo gran acogida en el público dominicano, y le sirvió para abrirle puertas en otros países.
Después de nominada en siete ocasiones a los Premios el Soberano, en 2019 ganó la estatuilla en la categoría de “Música Religiosa Contemporánea”. En varias ocasiones su nombre ha sido opción a los Premios Arpa en México como mejor álbum y mejor cantante. Fue reconocida en la primera edición de los premios “Redención cristiana”, galardones que premian y reconocen las producciones cristianas más importantes.
Se ha presentado en Estados Unidos, Puerto Rico, Panamá, Costa Rica, Curazao, Argentina, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Honduras, parte del continente europeo, y otros países. Isabelle, es una de las artistas cristianas que más personas ha alcanzado con sus producciones: Algodón, Dios está ahí, El regresará, A Dios le agrada, Una oración, El lenguaje de fe, El toque de tu gloria, En victoria, Apóyate en mí, pelearé, Aferrada, Por ti peleo yo, son algunas muestras.
Durante la pandemia del Covid-19, inició una campaña de rescate a la que se unieron miles de personas en una plegaria de 24 horas de oración continua, y que además incluyó la provisión de alimentos y medicinas para aquellos que lo solicitaban mediante el “Código SOS”. Médicos, psicólogos, empresarios, artistas y personalidades de entretenimiento se unieron a este llamado y participaron junto a Isabelle en las brigadas que hicieron llegar las ayudas a las gentes necesitadas.
La salmista y cantante cristiana también lanzó durante la pandemia el tema “No me tocará”, una balada, como sus otras producciones, cargada de adoración a Dios y con mensajes de fortaleza.
Un concierto con las tres en el Estadio Olímpico Felix Sánchez
En medio es esta intensa y compleja lucha cultural, mi propuesta es un gran evento artístico contextual y pertinente con destacado énfasis misionero y evangelístico, antecedido de una masiva jornada de oración apuntando todo a darle una respuesta evangélica con amor y compasión cristiana a esta cultura decadente que está apelando a todos los medios para ignorar y excluir a Dios de sus vidas.
Lo que planteo es una actividad de propósitos profundamente evangélicos, antecedida por foros, por análisis y discernimiento de nuestra cultura. Es una actividad espiritual, creativa, más enfocada en resultados que en el entretenimiento. Es un evento que le testifique a esta generación que el talento de nuestros niños y niñas tiene otra alternativa más feliz y sana, sin necesariamente sucumbir ante la trampa de un arte urbano plagado de vulgaridad, vicios y desgracia humana.
Creo que Lilly, Nancy e Isabel, ante las actuales manifestaciones de destrucción y muerte que porta mucho de nuestro arte secular, son un modelo, un testimonio de lo que es capaz de salir de las humildes iglesias evangélicas de nuestros barrios, de lo que puede hacer la formación cristiana temprana en nuestras familias y hogares.
Concibo este concierto como la más alegre, alta, sana y liberadora nota cultural con la cual en medio de las tinieblas podemos hacer resonar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Es un evento para inspirar, para invitar y abrir las puertas a una vida mejor, a una cultura más saludable y prometedora. No para acusar, excluir o desdeñar a nadie, es para decirle a los jóvenes de toda nuestra nación que hay un camino más excelente, sostenido en valores que conservan, dignifican y exaltan la vida.
Expreso esto porque mucho del arte evangélico que producimos ha estado desvinculado de nuestra misión, de nuestra teología de nuestra fe y del enfoque intencional y claro de transformar en lo posible nuestra cultura. Nuestra nación y nuestro mundo necesitan un cambio radical, no un maquillaje con cosméticos religiosos, sino un cambio que implique nuestros sentimientos, nuestros valores, nuestras formas de asumir la vida y las relaciones con el otro que de ella se desprenden.
Incluso, pudiera ser un concierto inspirado en hacer algún un gesto de caridad y nobleza para apoyar una causa a favor de la niñez, los envejecientes, los discapacitados mentales y/o físicos. Una actividad para demostrar que esta sociedad idolatra y salvajemente materialista no se ha tragado del todo el verdadero amor de Cristo que debe reinar en nuestros corazones.
Si ustedes creen que es justa y necesaria, por lo menos la participación de un cantante varón, por favor pongan ustedes el nombre.
