Carlos Espinal, director del Teatro Nacional tiene entre sus planes acercar esa institución al pueblo con la implementación de visitas permanentes de escuelas e instituciones para que conozcan la historia y la planta física del teatro.
“Trabajamos para dejar ese gran legado de la casa del arte en la República Dominicana, un legado que perdure por generaciones para la cultura de nuestro país, en todos sus géneros, en todas las manifestaciones. Sobre todas las cosas que el teatro cumpla con la cuota cultural para lo cual fue creado”, dice Espinal en la entrevista que publicamos a continuación:
¿Qué significa para ti ser el director del teatro más importante de nuestro país?
Ser el director del Teatro Nacional Eduardo Brito es un gran honor ante la decisión de nuestro señor Presidente de creer en mi trayectoria y capacidad para dirigir el Teatro y una gran responsabilidad, por el valor cultural que representa dirigir una institución como esta y traer reformas para el mejor desempeño de la misma.
Imagínate, tener más de cuarenta años en la labor teatral y ser el primer director/actor que ocupe esas funciones, hace que la responsabilidad sea más grande. Cuando llego a mis labores y cruzo por la galería de directores, es un recordatorio de la historia de este gran teatro y haber conocido, trabajado y/o compartido con cada uno de ellos, hace que la necesidad de dejar una impronta que llene de orgullo a presentes y futuras generaciones cada día sea más firme. Yo crecí y recibí las más importantes oportunidades en este teatro; lo conozco, conozco su historia, por tal razón, es una gran responsabilidad, la cual asumimos con gran respeto y compromiso.
¿Cuáles fueron las primeras acciones al aceptar este cargo?
Llegamos con un proyecto de trabajo, el cual entregamos a las autoridades correspondientes, ese proyecto trata de las funciones, necesidades y obligaciones de un teatro nacional en todas partes del mundo. Inmediatamente comenzamos la realización de un levantamiento de toda la institución. Iniciamos en la etapa más difícil que nuestra nación y el mundo haya vivido. Analizamos las condiciones del teatro, lo asumimos con la entereza que requieren los tiempos difíciles, con la idea de realizar una labor en conjunto para devolverle al Teatro Nacional la importancia que siempre ha debido tener frente al movimiento cultural de nuestro país y del mundo.
Nuestro proyecto de trabajo habla de las múltiples disciplinas dentro de la institución: La creación de las compañías artísticas, compañía de actores, de la danza, los cantantes liricos, la formación de la Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional, los Programas de Capacitación Cultural y talleres de apreciación artística, capacitación del personal que labora en la institución, reconocimiento a nuestro gran legado del arte escénico, temporadas teatrales de la dramaturgia dominicana, para resaltar y dar a conocer a los nuestros.
El proyecto igualmente hablar de implementación tecnológica para traer al teatro al siglo XXI para que pueda competir y suplir las necesidades de estos tiempos, la creación de un departamento audio visual que sirva para preservar la historia del arte escénico, un archivo de investigación para estudiantes, escritores, investigadores e interesados en la historia del arte escénico de nuestro país, la creación de galerías de memorabilias de los grandes montajes y artistas que han visitado nuestros escenarios.
Reformar ciertas áreas para facilitar un mejor acceso al teatro, implementación de visitas permanentes de escuelas e instituciones para que conozcan la historia y la planta física del teatro. La creación de un organigrama conforme a las obligaciones y necesidades del Teatro Nacional (estamos a la espera de su aprobación).
De todos estos proyectos, ¿qué se ha podido materializar hasta el momento presente?
Tener la primera Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional, con 64 músicos profesionales, con un repertorio de grandes clásicos, bajo la dirección del maestro Dante Cucurrullo.
La realización de más de veinte conciertos hasta la fecha, producción Teatro Nacional, lo que sienta un precedente, porque por muchos años, el Teatro Nacional coproducía generalmente un solo evento anual.
Presentamos la primera obra de la compañía de actores, la cual logro la mayor cantidad de presentación de cualquier montaje nuevo desde que comenzó la pandemia.
La mayor cantidad de talleres de apreciación artística con una asistencia racord en la historia de estos talleres en la institución.
Uno de nuestros más grandes logros ha sido el haber solucionado el grave problema de filtración que por casi una década afecto las instalaciones y presentaciones de los productores que usan las facilidades del teatro nacional, gracias a los buenos oficios de nuestra primera dama y el Voluntariado Banreservas, este grave problema es cosa del pasado.
Hemos trabajado en colaboración con diferentes instituciones educativas y culturales como facilitadores y con temas como la inclusión.
Cumplimos nuestra meta de llevar el Teatro Nacional fuera de sus instalaciones, presentando a la Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional en: San Pedro de Macorís, en el Ingenio Consuelo, también en Santiago de los Caballeros, en el Museo de Arte Moderno, siendo nuestra próxima ruta San Juan De La Maguana y en el Parque Zoológico Nacional en la Ciudad de Santo Domingo.
Hemos trabajado en la recuperación del vestuario histórico del teatro, el cual había sido regalado a otras instituciones.
La limpieza de una inmensa cantidad de desechos que no se habían podido deshacer por una década.
La independencia del sistema de electricidad que representó grandes problemas a la institución.
Para el 50 aniversario del Teatro, hemos logrado obtener los derechos de una importante pieza de la literatura para que sea parte de medio siglo de arte y cultura.
¿Cómo trabaja el Teatro Nacional para dar facilidades a los productores?
Nuestras oficinas siempre están abiertas para responder a las necesidades de los productores. Hemos creado un calendario de actividades propias del teatro, pero esto no afecta a los productores independientes, seguimos trabajando en favor de la equidad en asuntos de otorgamientos de fechas, elaboramos estrategias para que las reglas se cumplan. Es deber de todos hacer respetar las reglas del teatro, bajo los lineamientos de seguridad de la institución, siempre con actitudes profesionales, en donde los productores se sientan bienvenidos y bien atendidos. Tanto el subdirector, como yo, somos servidores públicos y facilitadores, al mismo tiempo que encargados de salvaguardar un bien que es común a todos, que es parte del legado histórico de la cultura de nuestra nación. Nos involucramos directamente con los aspectos que sean necesarios para un mejor funcionamiento de la institución. Ambos compartimos la filosofía del amor y respeto a la institución y la gran responsabilidad que representa ser directores.
Trabajamos para dejar ese gran legado de la casa del arte en la República Dominicana, un legado que perdure por generaciones para la cultura de nuestro país, en todos sus géneros, en todas las manifestaciones. Sobre todas las cosas que el teatro cumpla con la cuota cultural para lo cual fue creado.
