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lunes, abril 29, 2024

Ruanda del genocidio al crecimiento más esplendorosa de África

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Los tutsis y los hutus, dos tribus en un país relativamente pequeño.  Del 7 de abril al 15 de julio del año 1994, en aproximadamente cien días militares y militantes hutus agitadores ligados al gobierno del entonces presidente Juvénal Habiyarimana, asesinaron alrededor de 1,5 millones de tutsis, según estimaciones internas y organismos internacionales.

Las Naciones Unidas calificó el hecho como un genocidio planificado.

Organizaciones sociales y líderes políticos de ese país calificaron la embestida como un despropósito y denunciaron la acción ante la comunidad internacional.

Semanas antes de la iniciación de las matanzas se registró la llegada al país de un cargamento importante de machetes y otras armas con las cuales arremetieron y asesinaron a la mayoría de los tutsis.

El presidente Habiyarimana, fue señalado como el que había ordenado la compra de los machetes. Había divulgado información de odio hacia los tutsis en un programa radial al que había asistido unas semanas antes. Sus simpatizantes hutus habían repartido panfletos con mensajes de rechazo a la tribu tutsis.

Algunos de los mensajes que fueron divulgados en medios de comunicación según Amnistía Internacional.

“Los tutsis no merecen vivir. Hay que matarlos. Incluso a las mujeres preñadas hay que cortarlas en pedazos y abrirles el vientre para arrancarles el bebé”. Difundido a través de la Radio Televisión Libre Ruandés.

Los hutus usaban el calificativo “cucarachas”, para referirse a los tutsis, así los llamaban desde los medios de comunicación del Estado. Minoría étnica que entonces representaba el 15% de la población de Ruanda. Algunos años después, en 1994, la gran mayoría había muerto a machetazos.

Después del genocidio el presidente expresó ‘’limpiaremos nuestras lágrimas con una mano y construiremos con la otra para cambiar el país’’.

Para el año 1961, los tutsis se sentían en persecución, por lo que iniciaron una migración forzosa, en busca de asilo. Una cantidad importante de tutsis fueron recibidos en Uganda de entonces, el presidente Yesera  Museveni, en calidad de refugiados, incluso antes de la independencia del país.

Lo que motivó el sentido de odio hacia los tutsis hasta darse el genocidio.

Todo empezó en Kigali, la capital de Ruanda. Lo que motivó la matanza fue el derribo del avión donde viajaba el presidente, Habiyarimana y de inmediato sus seguidores culparon a los tutsis de cometer la acción criminal, pero ya había un historial de discurso de odio contra esa población en la radio y los panfletos con mensajes contra la referida tribu no se hicieron esperar.

Ruanda obtuvo su independencia el 1 de julio de 1962.

Siempre hubo grandes controversias por los recursos naturales del país y se entendía que los tutsis estaban adueñándose de todo, que tenían los mejores trabajos y eran tildados constantemente de tener una cultura diferente a los hutus nativos y por tal razón no merecían nada.

Habiyarimana, obviamente hutus dominante, y con poder, inició una campaña de rechazo hacia ellos para desacreditarlos, ganar adeptos y posterior a eso se produjo su exterminio.

Hoy, con más de 13 millones de habitantes, los ruandeses han pasado por momentos difíciles a lo largo de su historia.  Ese país fue ocupado por alemanes y belgas.

Ejemplo de perseverancia.

A pesar de las vicisitudes, casi 30 años después, el país se exhibe como uno de los países de su continente con estándares de crecimiento y avances con crecimientos sostenibles.  En el 2021 tuvo crecimiento económico de un 10.9 % por encima de países como Kenia y Nigeria que presentaron estancamiento de 7.5 y 1.4 % respectivamente. Con una proyección a mejorar ese número en los próximos años según indicadores del Banco Mundial.

Ruanda es uno de los países más seguros en todo el continente africano y cuenta con el Parlamento con más mujeres en todo el mundo, con un 61 % en la cámara de diputados y un 36 % en el senado.

Las aspiraciones de las autoridades es convertirla la República de Ruanda en la puerta de entrada al continente africano.

Actualmente, en el país, dos días de la semana no circulan vehículos de combustión. Los ciudadanos se comprometieron a gestionar los desechos sólidos con apoyo de autoridades para contribuir a la disminución de emisión de gases de efecto invernadero y protección de los ríos. Ruanda cuenta con una infraestructura vial sólida y ampliada. Es la economía más competitiva del África Oriental.

Paul Kagame, actual presidente de Ruanda, es de origen tutsis y ha dirigido el país desde el año 2000, por el Partido Frente Patriótico Ruandés (RPF),  fundado por Kagame y su compañero, el político y militar Fred Rwigyema.

 

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