Imagino la RD del futuro, cada provincia con su gobernador electo, su presupuesto, sus ministerios provinciales, impulsando sus propios proyectos locales de desarrollo, industrializando el campo, construyendo industrias para sustituir importaciones y desarrollando nuevos sectores productivos.
En RD debemos impulsar un modelo de expansión productiva. Enfocando todos nuestros recursos disponibles en impulsar la producción agropecuaria, creando la estructura de su industrialización, con la mira puesta en multiplicar exportaciones, para multiplicar PIB y erradicar desempleo y miseria estructural.
Convertir RD en una potencial emergente para el 2050 debe ser el norte estratégico de nuestras inversiones. Donde el Estado puede convertirse en la turbina impulsora, construyendo las industrias que se necesitan, y luego convertido su valor en acciones venderlas a inversionistas.
La ruta desarrollista de RD; impulsar agropecuaria, construir agroindustrias, establecer centros de distribución de productos «Made in DR» en los 5 continentes, con los ingresos construir las industrias para sustituir importaciones, y desarrollar nuevos sectores productivos agropecuarios (como la pesca industrial, la acuicultura y la maricultura) e industrias tecnológicas.
A la RD le espera un futuro maravilloso como nación. Un futuro de abundancia, bienestar y seguridad. Están dadas las condiciones para pasar a la historia como una generación gloriosa, como la de los Trinitarios, los Restauradores y los Constitucionalistas. Si hacemos lo debido.
«La generación de la industrialización de la patria», Seremos llamados en la historia del porvenir. La generación que puso la corona al sueño de las generaciones gloriosas del pasado. Estableciendo el imperio de la ley, industrializando RD y resolviendo desorden migratorio.
El autor es activista por “una Quisqueya potencia”.
