SANTO DOMINGO. Definitivamente, el presidente Luis Abinader a un tris de calzarse la banda que lo consagrará como primer mandatario de la República Dominicana, se decidió a hacer el anuncio, a manera de preaviso de lo inmediato: la doctora Miriam Germán Brito, o simplemente Miriam, como la acogen con afecto sus familiares y más cercanos relacionados, desde Salcedo, tierra adentro, será la Procuradora General de la República al iniciarse la nueva presidencia, este domingo, 16 de agosto del 2020.
Miriam es una profesional de la Justicia pensionada tras largo ejercicio en las causas del Derecho.
(En las redes sociales se difundió, el domingo en la mañana, el siguiente mensaje: #AHORA | Abinader: “En cumplimiento de mi compromiso de promover un Ministerio Público independiente y respetuoso de los derechos de los ciudadanos, serán designadas Miriam Germán Brito como Procuradora General de la República y Yeni Berenice Reynoso como Procuradora Adjunta”.
Como se ve, lo difundido añade en las redes el ingrediente de que la ex fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, acompañará a Germán Brito como Procuradora Adjunta. Abinader había dicho el sábado en la tarde, en declaraciones a periodistas durante una actividad, que hoy, domingo, sería cuando anunciaría el nombre de quien será su primer Procurador General de la República.
Miriam, Miriam ésto, Miriam aquéllo, Miriam para acá, Miriam para allá. Así batirá la gente su nombre de pila y lo hará la multitud como si se tratara de una presea obtenida en una competencia para aterrorizar la maldad. Hay un clamor expandido por toda la nación, con la esperanza de fuera la doctor Germán Brito la escogida para el importante puesto judicial, destinado a limpiar el abigarrado ejercicio de fiscales jueces.
Miriam ha agotado casi medio siglo de ejercicio en la Justicia. Y en medio de los embates que ha padecido ha advertido que no todo está dañado en la Justicia del país, ya que abunda la gente buena en la misma. Su método habitual en su ejercicio ha sido lo minucioso en cada ocasión que le ha correspondido.
No resultará cosa fácil calibrar la suerte que seguirá Miriam, tras la designación. La gente, sabiéndolo así, se la están encomendando a Dios para que la bendiga en su ejercicio.
Quisieran otros que Miriam se convierta en tizón ardiente de revancha ante tantas mortificaciones padecidas, no por ella, que, si las ha padecido en demasía, sino por la población que bebió durante años la retama de las insolencias del Poder, especie de cicuta que no logró desvanecer las ilusiones de justicia popular, aunque hubo de ser tomada en forma de purgante interminable.
La proponen
La propuso el Foro Ciudadano haciéndose eco de veinte agrupaciones civiles y sociales que lo estiman una jueza independente. Una lluvia de personalidades públicas de todo género hizo suya de antemano la designación que exigían.
Miriam nació en Salcedo, el 8 de diciembre de 1948, en la comunidad de las Lilas, en el paraje de Jayabo, hija de Fabio German (Agricultor) y de Maria Brito (Modista), ambos fallecidos, es la mayor de cuatro hermanos y madre de cuatro hijos, tres hembras y un varón.
Los padres de Miriam se mudaron a la comunidad de Los Pinsones en el municipio Salcedo, desde ahí, caminaba a diario varios kilómetros para ir a la escuela y luego al liceo, donde termino su bachillerato y logro matricularse en la universidad Católica Madre y Maestra mediante crédito educativo, razón por la cual tuvo que mudarse a Santiago, donde se graduó de abogada en 1972 con honores Cum laude. Laboró en la oficina jurídica del doctor Salvador Jorge Blanco, quien luego sería presidente de la república por el PRD.
En 1974 fue fiscalizadora del juzgado de paz de Santiago y juez de Paz en Salcedo, desde donde fue designada juez de instrucción en Moca. En Santo Domingo, fue nombrada abogada ayudante en la fiscalía del Distrito Nacional en el departamento de «Quejas y Querellas», en esta posición agotó varios periodos hasta que a finales de 1986, fue nombrada jueza de la primera cámara penal donde tras varios años, renunció, por no aceptar el traslado a Bani que ordenó para sancionarla, el magistrado Néstor Contin. Luego, laboro en un centro de asesoría y asistencia legal del Episcopado Dominicano, hasta que en 1991 volvió a la judicatura, laborando en la primera Sala Penal hasta que en 1997 fue ascendida a la corte de apelación. En el 2002 fue nombrada Presidenta de la Primera Sala de la Corte de Apelación. En el 2011, el Consejo Nacional de la Magistratura, dio a conocer la elección de los nuevos Jueces que integrarían, a partir del 27 de diciembre, la Suprema Corte de Justicia que sería presidida por el doctor Mariano Germán, ahí fue electa jueza y segunda suplente del presidente, la magistrada Germán Brito.
El deshecho gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Danilo Medina, en un agonizante desafío llevó a la doctora Germán Brito a juicio público, una mascarada, ante el pleno de la Suprema Corte de Justicia, cuando un abogado del montón ocupó la Procuraduría, Jean Alan, y allí en un gesto vergonzoso sin asidero alguno, se la obligó a enfrentar por si misma un rumor sustentado en indagatorias ilegales, al tratar de involucrarla en su condición de jueza superior, en supuestas tratativas clandestinas con los involucrados por corrupción en uno de los escándalos de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht. Víctor Díaz Rúa, alto dirigente del PLD y ex ministro de Obras Públicas, junto a Conrado Pittaluga. Miriam, en la ocasión, estimó el escandaloso caso de ser llevado en un expediente muy flojo, lo que irritó al gobierno. Expertos dijeron que la doctora Germán Brito, en la ocasión, fue sometida una emboscada, desde el gobierno de Medina, para lincharla moralmente.
El presidente Medina cual jefe de birlibirloque o magia aficionada, encabezó aquella vergonzante escena del Consejo de la Magistratura, junto a un multimillonario maestro de escuela y socio político de Medina, quien estuvo al frente de la Cámara de Diputados.
En las redes sociales se volvió tendencia ante las múltiples aclamaciones y reclamos para que se la escogiera para el puesto, escogencia la más esperada.
Viene con una escarcha relumbrante de la adorna desde su paso por la presidencia de la Sexta Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia.
