Desde el año 2001, el régimen de seguridad social en la República Dominicana fue modificado con la aprobación de la Ley No. 87-01. A la sombra de este nuevo sistema, los afiliados se benefician de coberturas del seguro familiar de salud, el seguro de vejez, de discapacidad y sobrevivencia y el seguro contra riesgos laborales.
Estas prerrogativas legales, le dan al asegurado la posibilidad de elegir los servicios de las clínicas privadas. En el año 2022, más de 4 millones de personas ya tenían cobertura del régimen contributivo.
Esa realidad descrita en los párrafos anteriores ha colocado a los hospitales públicos en una situación que puede bautizarse de ‘ventajosa’ porque ha bajado considerablemente la demanda de servicios que ahora brindan las clínicas privadas a los ‘asegurados’ pero la ventaja no es tal, porque ahora los hospitales públicos, se han convertido en el ‘refugio ideal’ de una importante cantidad de haitianos que usan a diario una cuota apreciable del presupuesto de salud, tanto para el tratamiento de las diversas enfermedades como para parir más hijos ‘binacionales’, que algunos llaman: ‘Los invasores pacíficos’, los que dentro de muy poco van a elegir presidentes en esta parte de la isla quisqueyana.
Lo peor de esta situación que atenta nuestra soberanía nacional es que ahora nos quiere completar el relleno de invasores con la categoría inaceptable de REFUGIDOS. Ese sería el peor error que podríamos cometer, al REFUGIADO no se le puede deportar. Así como lo lee, al REFUGIADO no se le puede deportar, las leyes internacionales y las resoluciones de la ACNUR de la ONU, prohíben deportar refugiados.
Este no es un tema político-partidario, es un tema de seguridad nacional, de vida o muerte de nuestra nacionalidad.
Piénselo, medítelo y láncese a defender la PATRIA.
