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sábado, abril 27, 2024

COVID-19 desnuda el egoísmo de países “ricos”

Las vacunas deambulan en los hospitales de algunos países ricos

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SANTO DOMINGO.Si de algo valioso, por lo penoso, está sirviendo el paso del mortal virus COVID-19, es que en medio de la pandemia aflora con fuerza un egoísmo rampante de los ricos frente a la insuficiencia de los más necesitados.

COVID-19 sigue generando tantos daños que todos están convencidos de que el mundo está cambiando, en adelante, ya nada será igual. Está por verse, sin embargo, que nada será igual.

Los ricos posesionados en las grandes potencias, además de su impotencia para enfrentar esta desgraciada circunstancia de insalubridad, se han mostrado egoístas al luchar y empezar a usar la panacea de una vacuna anti COVID-19.

Impotencia es lo que se está viendo en la belicosa Norteamérica, y en Europa. Como impotente se ve a todo occidente. Las grandes potencias representadas en los Estados Unidos, China (la ponemos en segundo lugar, por ponerla), y Rusia andan en una alocada carrera por la primacía de las ganancias financieras que dejará el hallazgo de la vacuna. Y eso, más que nada, ha puesto al desnudo la rapiña de los grandes consorcios médicos.

Las vacunas deambulan en los hospitales de algunos países ricos y también deambula la preocupación porque son esos países poderosos los que se colocan en primer turno. Esa, por lo menos es la preocupación de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidos para los Derechos Humanos.

Las naciones ricas acaparan el medicamento, y por lo menos 67 países sin recursos no podrán vacunar al 90% de su población en 2021. Ni siquiera disponen de equipos para almacenar las dosis a temperatura adecuada.

Voces de los organismos internacionales expresan consternación por el bajo nivel de cooperación multinacional, como nunca antes. Lo que se ve es que, ahora, más que nunca las fauces del capitalismo han aflorado. Las vacunas para los ricos y sólo los ricos.

No han valido los gritos de políticos y funcionarios pidiendo, desde principio de año, que la vacuna contra el COVID-19 ser compartida. Que los ricos no la almacenen, dejando a los pequeños desamparados. Los poderosos dispusieron y pagaron la mayor cantidad de vacunas desde que empezaron los ensayos para encontrar la medicina. La persistente denuncia del acaparamiento ha sostenido Amnistía Internacional, Frontline AIDS, Global Justice Now y Oxfam. Los ricos han pagado por adelantado dosis suficientes para vacunar a cinco veces a cada miembro de su población. Y se coloca a la cabeza de ese pernicioso esfuerzo a Canadá. Se han quedado con el 53% de las vacunas.

Una millonada de vacunas de Pfizer-BioNTech está llegando y siendo aplicada en Reino Unido y Estados Unidos, que también retiene la producción del laboratorio Moderna, mientras esperan la AstraZeneca, de Oxford. Esta última ha dicho que el 96 por ciento de su producción irá a los subdesarrollados.

Todo esto ocurre después que Las vacunas desarrolladas por AstraZeneca/Oxford, Moderna y Pfizer/BioNTech han recibido más de 5.000 millones de dólares de financiación pública, fondos que provienen del pago de impuestos de las poblaciones.

Sudáfrica e India propusieron al Consejo de la Organización Mundial del Comercio renunciar a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, ensayos y tratamientos contra la Covid-19, hasta que toda la población esté protegida.

África sin vacunas

Se ha informado que por lo menos 13,5 millones de niños podrían quedar sin vacunas en África, según la organización Médicos Sin Fronteras. La entidad advierte, además, que las medidas adoptadas para frenar el coronavirus en Africa han llevado a la suspensión de campañas masivas de vacunación contra otras enfermedades.

África, región que también experimenta en desventaja buscando su propia vacuna, siempre fue desconfiada de los países ricos en ese esfuerzo. Es probable que las campañas de distribución en África no comiencen hasta abril, estimó el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África. Incluso entonces, se enviarán muchas menos dosis a países africanos de las que se enviarán a Estados Unidos y Europa.

La mayoría de las 54 naciones de África se beneficiarán de COVID-19 Vaccines Global Assessment Facility, o Covax, el programa respaldado por la Organización Mundial de la Salud que dividirá mil millones de dosis en 92 países de ingresos bajos y medios el próximo año. Pero se necesitan $ 5 mil millones más para cubrir a los residentes vulnerables en las naciones objetivo para fines de 2021, según Gavi, la alianza que recauda fondos para Coba, en la OMS.

África ha soportado una pequeña parte (3,4 por ciento) de las infecciones por coronavirus en el mundo, lo que se atribuye a los factores de que disponen de médicos y enfermeras con experiencia en epidemias, encierros tempranos, la juventud del continente (casi el 60 por ciento de los africanos subsaharianos son menores de 25 años) y un panorama único de patógenos. (Las tasas de mortalidad han sido más altas en Sudáfrica, Argelia, Egipto y Túnez, que tienen poblaciones mayores).

La rusa

La Sputnik rusa se aplica masivamente en esa nación que ha declarado que su medicamento y todos los demás deberán de ser de uso universal y asequible sin distinción de raza ni de ningún tipo.

Melita Vujnovich, representante de la OMS en Rusia, dice que su organización espera que la pandemia pueda detenerse en el próximo año, aunque el mundo no se libere del virus muy pronto. El virus se quedará, aunque las vacunas que ya se empezaron a aplicar, no perderán su efectividad pese a que el virus empiece a tener mutaciones que son normales. Y no cambiarán la pandemia.  Además, las vacunas contra el coronavirus eliminarán la pandemia sólo en una gran proporción de la población inmunizada. Las vacunas serán más efectivas si se vacuna a la mayoría de la población en todo el mundo.

Los chinos

En Beijing se informa que, tras superar la prueba del virus, China tiene como prioridad, ahora, lo económico, para 2021. China vacunará a grupos prioritarios contra COVID-19 durante invierno y primavera. Mientras continúa la carrera mundial para producir vacunas, China parece haber logrado grandes avances.

Una de sus vacunas más destacadas, la CoronaVac, fabricada por la compañía biofarmacéutica Sinovac y cuyos ensayos clínicos aún no finalizaron, ya fue enviada a Indonesia en preparación para una campaña de vacunación masiva. Está previsto que otros 1,8 millones de dosis arriben a territorio indonesio en enero.

En América Latina, una de las regiones más golpeadas por la pandemia, diferentes gobiernos ya han hecho sus planes y adquisiciones con diferentes proveedores, entre ellos la china Sinovac.

 

Nueva cepa de Covid-19

Mientras, un nuevo tipo de virus SARS-Cov-2 causante del COVID-19, ha sido anunciado por científicos de Sudáfrica, al que se asocia la segunda ola en la zona. Dicen que se propaga más rápido, pero no hay que atemorizarse. Se trata del coronavirus 501.V2.

Ya el Ministerio de Salud británico también había denunciado la presencia de la nueva variante del Covid-19 que ha ayudado a que se disparen los casos de nuevas infecciones.

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