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miércoles, mayo 8, 2024

Por y para la paz, el origen de la tregua

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Es una tradición que en esta época que vive el mundo cristiano, la que evoca el nacimiento de Jesús, distintos sectores de la sociedad aboguen por un tiempo de paz y propongan una tregua en las acostumbradas prácticas político-partidarias.

Es un lapso de demanda casi universal desde que, en el 1914, se produjo una tregua, un alto al fuego, en el día de la

Nochebuena y hasta el 26 de diciembre, en los enfrentamientos de la Primera Guerra Mundial.

La prestigiosa revista National Geographic, cuenta que “la tregua comenzó en la víspera de la Navidad el 24 de diciembre de 1914, cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos: específicamente «Stille Nacht» (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras, al otro lado, respondieron entonces con villancicos en inglés”.

Se trató de una experiencia en la que soldados alemanes y británicos, sin que nadie les impusiera, en forma espontánea, comprendieron la importancia de crear un espacio para el amor, la reflexión, el perdón y el cariño, para tributarlo como homenaje y agradecimiento por el nacimiento del Rey de reyes, como también se le conoce al niño que, treinta y tres años después, murió en la cruz, para la redención de nuestros pecados.

A partir de entonces, la Tregua de la Navidad, como se bautizó de inmediato esa práctica de cercanía y humanidad, es reclamada en la época considerada la más bella del año, la de mayor significado espiritual y emocional, la que suele ser propicia para cambiar la maldad por la bondad, lo falso por lo real, lo negativo por lo positivo y la indiferencia por la solidaridad.

En República Dominicana, como en otros países, celebramos con alborozo y entusiasmo las fiestas de la Navidad y del Año Nuevo, y desde hace tiempo, en esta etapa es obligatorio dar una tregua, aunque es menos efectiva cuando, como en este momento, el país se encuentra en una etapa preelectoral.

Las elecciones municipales de febrero y las presidenciales y congresuales de mayo, del próximo año, no deben ser obstáculos para que, en estas navidades del 2023, no se produzca una tregua.

@Patricia Arache

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