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viernes, mayo 3, 2024

El misterio oculto de la Navidad quisqueyana

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La tradición cristiana plantea que es tiempo de fortalecimiento espiritual. De reencuentro con Dios. De reflexión y crecimiento personal. A mí me da por reflexionar sobre la salud de la madre patria. Dijo a sus acompañantes, mientras caminaba y respiraba aire puro en el parque del barrio.

Creo que los pueblos, como los individuos, sus logros dependen de sus temas de interés. Así como unos quieren ser comerciantes para enriquecerse, y establecen colmados que con el tiempo se convierten en almacén. Otros su inclinación es compartir su visión y reflexiones y se convierten en escritores escribiendo libros. Otros, su interés es desarrollar su país, o enriquecerse vía la política, forman partidos o se convierten en políticos.

En lo personal creo que esta navidad, debe ser un punto de partida para los dominicanos interesados en desarrollar el país y convertirlo en una potencia emergente. Un punto de partida para como las águilas deshacernos del viejo plumaje, pico y garras; y crear nuevos. Con la visión enfocada en hacer realidad una nueva República Dominicana.

Todos caminaban a su alrededor con cero comentarios. Y Juan Pablo continuó: Es vital pasar de una sociedad gobernada por los intereses de grupos a una sociedad que su sendero evolutivo sea el bien común. Y para eso es vital un Sistema Judicial, que garantice un sistema de consecuencia.

Como pueblo, Dios nos premió con un paraíso como país; bosques tropicales, ríos, montañas, playas, una temperatura maravillosa, terrenos fértiles, frutas sabrosas y maravillosas. Ausencia total de animales salvajes o mortales. Sin embargo, los intereses creados han convertido nuestra sociedad en un infierno para miles que sufren hambre, carecía de servicios de salud, de energía, desempleo, etc.

Recordemos que somos seres espirituales eternos, viviendo una corta experiencia como humanos en estos cuerpos físicos. Y nuestros grupos más ricos viven como si fueran seres físicos eternos, que tienen que acumular sin medida, para eternamente disponer de fabulosas riquezas. Indiferentes al sufrimiento de tantos hermanos compatriotas que viven prácticamente en la indigencia o unos sobre otros, en los barrios marginados, y ellos y sus hijos, con todos los obstáculos del mundo para poder educarse o trabajar.

¿Cuántas “fundaciones solidarias”, de reforestación, de apoyo a los emprendedores, de asistencia a niños especiales, de apoyo al deporte, a la cultura, al medio ambiente, existen entre los miembros del Consejo Dominicana de la Empresa Privada, de la Asociación para el Desarrollo de Santiago, entre la Asociación de Industriales de Herrera, etc? Eso nos indicará el nivel de sensibilidad social o solidaridad existente entre los grupos más ricos.

Religión significa “religarse con Dios”, y la navidad es una época religiosa, que, para los más adinerados, han convertido en una época de comercio y de más acumulación de riqueza. Y han arrastrado a los demás a convertirse en adictos al consumo, en esta.  Perdiéndose casi totalmente el sentido trascendente de la Navidad.

El sentido de la existencia – o de la vida de cada ser humano- es evolucionar espiritualmente. No enriquecernos. Y evolucionamos, en la medida que somos útiles, buenos, solidarios, justos. El sentido de la existencia no es ser rico, es ser bueno. Por eso no podemos llevarnos nada de lo acumulado.

Y eso es, porque todos somos creación de Dios. El espíritu que habita en cada uno de nuestros pesados y perecederos cuerpos físicos es a Dios, como una gota de agua es al océano. Y la razón de existir, es poner a prueba ese espíritu, a ver si con un cuerpo físico y con libre albedrío, es capaz de manifestar con sus hechos, la naturaleza de su origen divino, que es la naturaleza de su ser espiritual o del espíritu santo, del cual, su conciencia es su testigo y guía.

Que tengan todos una linda y reflexiva navidad. Para que juntos podamos hacer de nuestra sociedad un paraíso similar al territorio que nos asignó Dios. Recuerden siempre, que el prójimo, es tu hermano espiritual. Y que el mundo físico solo es una ilusión temporal, donde todo está de paso. Y que los actos siempre tienen consecuencia, porque son siembras, y cada uno cosechará la consecuencia de sus actos. Es lo que todas las religiones quieren decir cuando hablan de que cada uno pagará sus pecados.

Lluvias de bendiciones para todos. Y que tengan una muy feliz navidad.

El autor es orgullosamente dominicano.

 

 

 

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