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domingo, abril 28, 2024

Enfoque unitario regional

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En 1974, junto a Cristina, mi esposa de entonces, decidimos cruzar los 52 kilómetros que separan Inglaterra del resto del continente europeo, ese espacio denominado el Canal de la Mancha. Íbamos de vacaciones  y nos alojamos en la vivienda de Vladimiro Blanco, que estaba casado con Bonnete, una belga y que había sido mi compañero de prisión por un poco más de un año, por razones exclusivamente políticas, al igual que hicieron  con otros dirigentes del entonces Movimiento Popular Dominicano.

A mí, a Carlos Tomás Fernández, y a Vladimiro nos habían deportado con destino a Francia al final de febrero de 1972, pero decidimos quedarnos en España, al menos transitoriamente. Tuve  la suerte de poder entrar en la Universidad Complutense de Madrid y me dediqué a estudiar Antropología e Inglés y a buscar trabajo. Finalmente,  logré entrar en la Universidad de Durham, localizada en esa ciudad del norte de Inglaterra, en el Departamento de Antropología, como asistente del profesor Norman Long.

Mi sorpresa en ese viaje fue que después de visitar a Waterloo en Bélgica, donde Napoleón perdió su  última batalla, el 18 de Junio de 1815 y el trono como emperador de Francia nos enfocamos  en conocer a Holanda. En esa dirección íbamos cuando empecé a ver letreros, no en Francés, si no en otro idioma  que era el flamenco y como se estaba acabando la gasolina , le pido a Bonnete, que pregunte donde quedaba la próxima estación de gasolina. Ella me dijo que, si hablaba en francés en esa zona de Bélgica, no me responderían y que mejor que yo lo hiciera en inglés. Así lo hice y funcionó.

Hago mención de este incidente, para destacar el hecho de que a pesar de esa división interna, Bélgica alcanzó el consenso para formar con Holanda y Luxemburgo el denominado BENELUX, un espacio de acuerdo de negocios, que es la semilla que floreció de tal modo, qué terminó formando la Unión Europea compuesta hoy  por 26 naciones y una moneda única.

América Latina tiene una población de 667 millones de habitantes y una cantidad similar de naciones a Europa. Yo creo firmemente que si se lo plantea en serio, podría elevar su desarrollo al grado de salir del calificativo de  área subdesarrollada y en una actitud de unidad , similar a Europa, alcanzaría la respetabilidad de la región.

Para ello necesita líderes, que no tienen que ser necesariamente de Brasil o México, porque entre ambas naciones tienen la mitad de la población. México hace fronteras con Estados Unidos  y Brasil es tan extenso que las tiene con 10 naciones del Sur.

Pero el liderazgo surge de la claridad de pensamiento, y de una conducta acorde con él. Acabamos de conmemorar los 51 años de la desaparición de  un líder (Maximiliano Gómez) y este surgió en la República Dominicana, que para ese entonces era una nación de solo 4.5 millones de habitantes.

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