El lunes 20 de febrero, en su discurrir por los minutos y las horas transmitió mensajes oportunos, con signos reveladores de la relación entre el ordenamiento divino y el libre albedrio.
Quizás, por lo difícil que resulta, a los seguidores y a los no seguidores de Jesucristo, entender y combinar los mandamientos con la libertad para cumplirlos o no.
La mala interpretación del libre albedrio que permite Dios, se produce porque no se entiende que esta es una oportunidad que ofrece Jehová a sus hijos para verificar si somos capaces de conocer sus mandamientos, comunicarnos con él y cumplir con las orientaciones que sugiere en la intimidad de las oraciones.
El primer mandamiento: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo, Dios lo propone, no lo impone. Cristo no dicta lo que cada persona debe pensar y hacer, presente la vía y la verdad para llegar a la vida eterna. Significa que tenemos la libertad para tomar el camino del cumplimiento y la salvación o el camino de la desobediencia y la perdición.
Amar a Dios, es ponerle atención a sus palabras y mensajes, es comunicarse bien con él, es obedecerle.
El primer defecto humano se produjo por la insubordinación frente a una orden dada por Dios en el Edén. ¿Qué pudo pasar? Incomunicación o desconocimiento o voluntad de libertad excesiva.
Los siguientes versículos ayudan a fortalecer la comprensión de los vínculos con Dios:
1. Levístico 26: 3-4
3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, 4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
2. Gálatas 5:1
1 Permaneced, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de esclavitud.
3. Romanos 12:2
Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación no es todo el grupo de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
4. Juan 13:34
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
5 Juan 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos
6. Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
FRANCISCO HERRERA CATALINO. FHELMENES. RD. SDE.200223