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jueves, mayo 2, 2024

Mientras más crece la economía dominicana, más aumenta la desigualdad

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La economía dominicana pasa por una contradicción, al parecer insalvable: Crece constante la producción de riquezas y al mismo tiempo crece la desigualdad social, la brecha entre ricos y pobres, lo que tiene sus causas reales en el modelo económico predominante desde 1980, “el modelo productor de servicios, dominado por turismo, zonas francas, exportación de trabajo (remesas), banca comercio, transporte, salud, educación, comunicación y otros servicios, en detrimento de la producción de bienes agropecuarios e industriales.

Las posibilidades de desarrollo del país, tales como la dotación de recursos naturales, su ubicación geográfica, una población predominante joven, un nivel aceptable de escolaridad, unos 11 años promedios, bajos costos de producción, una alta población estudiantil, preferencia del país por los inversionistas extranjeros, estabilidad política y condiciones jurídicas aceptables, entre otras condiciones favorables, todas ellas, no son aprovechadas por las elites dominantes nacionales, la económica y política, para la aplicación del Plan Nacional de Desarrollo, existente desde enero/2012, bajo el nombre de Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, (Ley No. 12-01).

Desde 1980 hasta 2022, mas de tres décadas, ha habido crecimiento económico con una tasa anual de crecimiento promedio de un 5%, de tal manera que en el 1991 teníamos un PIB en dólares de US$ 9,575.6 millones, en el 2002  de US$ 23,799.3 millones y en el 2022 de US$ 114,000, con un crecimiento del 1991 – 2002 de 152.2% y de 2002 al 2022 de 379% (en 22 años), sin embargo, la pobreza en Republica Dominicana era en 1991 de 58.91% de la población (4,231,704) y la extrema fue de 21.4%; en el 2002 disminuyó 42.2% y en el 2022 fue de 23.85% de la población (10,500,000). Esto demuestra que el crecimiento de la producción nacional no tuvo el impacto esperado en la población pobre, ni en la clase media, porque el PIB creció de 1991 al 2022 más rápido que la disminución de la pobreza del 1991-2002 en 16.7% y del 2002-2022 en 18.35%, porcentajes muy bajos al compararse con los porcentajes del crecimiento del PIB (las riquezas producidas).

En el país ha habido desde 1980 un persistente y alto crecimiento económico, no así desarrollo económico, debido a las causas siguientes:

1.     La existencia de una de las peores distribuciones del ingreso nacional, en la región latinoamericana, según la CEPAL.

2.     Una política salarial empobrecedora, y que tiene un fuerte peso, en los niveles de la tasa de rentabilidad empresarial. En el país hay 16 salarios mínimos, y el salario mínimo promedio no ha cubierto ni cubre el 60% del costo de la canasta familiar. Peor aún, el 75% de los asalariados ganaba en el 2022 menos de RD$25,000 mensuales, que alcanza para el 55.5% del costo de la canasta familiar en ese año.

El salario mínimo más alto en el 2022 es de RD$21,000, que cubre el   47.7% del costo de la canasta familiar de ese año.

3.     El proceso inflacionario, o el alza de los precios de bienes y servicios, o el costo de la canasta familiar, que crecen siempre más acelerados que los salarios, y los aumentos de salarios generalmente son traspasados a los precios finales.

4.     La tributación dominicana es regresiva, y se grava desigualmente a los contribuyentes, siempre más al consumo, que a la renta o los ingresos, y recae un mayor porcentaje sobre los asalariados y la clase media, que no tienen capacidad de evasión y elusión, como sí la tienen los grupos empresariales y ricos, que evaden el 40% del ITBIS y el 60% del Impuesto Sobre la Renta, según los estudios de organismos internacionales.

5.     Un sistema de exención y subsidios fiscales injustos, que exonera  de impuestos a grandes empresas e inversionistas, nacionales y extranjeros, que en el presupuesto para el 2022 fue de RD$ 241,000 millones y para el 2023 fue más de RD$ 247,000 para un total en dos años de RD$ 488,000 millones.

6.     Fuerte y creciente endeudamiento público, para una deuda al 2022 de US$ 69,712.9 millones (según del CREES), un 61.2% del PIB/2022. A esta deuda se destina para su pago más del 36% anual del presupuesto nacional.

7.     Alta y sistemática corrupción pública, desde el comienzo del periodo de democratización nacional, 1961-2022, que hasta el 2020 succionaba del 20 al 30% anual del presupuesto, lo que impidió la mejoría en cantidad y calidad de los servicios públicos y del gasto social, así como la creación de empleos de calidad.

Sin la superación de las siete (7) causas económicas, que solamente garantizan crecimiento, pero no desarrollo económico, la República Dominicana no supera la inequidad, ni la desigualdad social, y mucho menos su atraso económico-social-político-cultural, histórico y estructural. Hay que cambiar el modelo económico para que haya desarrollo económico y no solo crecimiento.

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