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domingo, mayo 5, 2024

Guy Philippe-Kenia: ¿Haití no tiene memoria, tampoco?

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Si los regentes de la sociedad haitiana esperaban una figura a la altura de sus circunstancias de violencia y desorden para emprender nuevas tareas en rutas ya incursionadas, pues, ya tienen esa figura.

Se la ofrece el gobierno de Estados Unidos, con candidez, a través de los Federales y Migración, para que resuelvan a su manera. Algo que encerraría grandes y aumentados peligros para la República Dominicana. ¿Tomaría nota la inteligencia oficial dominicana?

Sobre la tropa de Kenia que la ONU autorizó para invadir y resolver en Haití, según dicen, para establecer la estabilidad en ese país, Estados Unidos a lo más preciso que ha podido llegar sobre esa situación, ha sido el envío con expediente limpio, tras cumplir condena como narcotraficante y lavador de dineros de uno de los creadores de los tonton macoutes y bandoleros, de nombre Guy Philippe.

Se dice que es preciso el instante, porque el retorno a toque de diana de Philipe a territorio haitiano, se confunde con las ansias del actual gobierno haitiano, porque lleguen las tropas militares que aprobó el consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), a propuesta y sin objeción del Departamento de Estado norteamericano.

Philippe y las tropas de Kenia casi llegan juntos. Cuando Mombasa, capital de Kenia, está siendo considerada el centro mundial del tráfico de drogas, y esencia de las riquezas kenianas.

Kenia y Philipe ¿harán buena mutual para lograr la fusión de República Dominicana y Haití, y convertirlas así, en una isla centro del narcotráfico y lavado, para toda la región, al ritmo de una renovación de la centenaria doctrina dispuesta por James Monroe, ideada para toda Latinoamérica por los Estados Unidos, también?

Lo externado por Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano pretende un resumen, en un comunicado del 2 de agosto del 2023: donarán 100 millones de dólares, si el Congreso lo aprueba, y otros 100 millones en “apoyo habilitante” por el Departamento de Defensa, recalando en que “se hace urgente que los actores políticos, la oposición y el actual primer ministro haitiano hagan consenso para restaurar el orden democrático en Haití”. Con tres párrafos liquidaron ese asunto, hasta luego.

¿Sera ese nuevo aviso, la figura de triste y fatídica memoria para el pueblo haitiano llamado Guy Philipe, retornado por las autoridades norteamericanas a su tierra, con su cara tan limpia?

En Norteamérica dicen que tenían encerrado en una prisión federal a ese hijo de sus entrañas conocido en Haití como el “Chico Phillipe”. Su delito ha sido variado e inmenso. “Un narcotraficante convicto”, se lee en su memorial. Líder paramilitar, atracador a mano a armada, se completa en esa memoria.

Philippe y las tropas de Kenia casi llegan juntos
Philippe y las tropas de Kenia casi llegan juntos

Ese es el mismo hombre que lideró el derrocamiento, con apoyo de la insurgencia paramilitar, en 2000-2004, del gobierno electo de Haití y al presidente Jean-Bertrand Aristide, con pleno apoyo del gobierno norteamericano de entonces, como apuntalan todos los archivos y testigos que recogen el acontecimiento.

Tras ese golpe, Guy Philippe fue cargado en hombros por el gobierno norteamericano, más luego, guardado en una cárcel con su capa de truhan mayor. ¿Podían hacer otra cosa con un bandido medio nacionalizado, ya que su esposa Natalie Philippe, es ciudadana norteamericana? No debe olvidarse que la famosa red Facebook lo mantiene activo como “senador de la República de Haití”, lo cual es mentira, ya que debió decir “ex senador de la República de Haití”, nunca juramentado como tal.

Para más claridad, se trata del golpe de Estado del 29 de febrero del 2004, y Aristide había sido electo en elecciones libérrimas, pero que fue barrido por un llamado Frente Nacional Revolucionario para la Liberación de Haití, pandilla que de inmediato se alojó y controló a Gonaives, la ciudad más grande de Haití. Luego, también controló la segunda ciudad haitiana de Cap-Haitien, hasta tomar también la capital Puerto Príncipe.

Entonces, Aristide no tuvo más que dejar la presidencia por fuerza, y fue y según sus palabras, secuestrado por militares norteamericanos hasta alojarlo en la República Centroafricana (antigua colonia francesa), de donde fue a parar a Sudáfrica. Dijo, entonces, que lo suyo fue un golpe de Estado, lo que fue negado por Estados Unidos.

¿Por qué el golpe contra Aristide? El mundo conoció que este haitiano como gobernante había exigido reparaciones históricas de parte del gobierno francés, lo que condujo a la creencia de que el gobierno de Francia, también contribuyó al derrocamiento de un gobierno democrático en Haití. Los norteamericanos siempre han negado los hechos denunciados. Aristide, en 2003, presionó para que Francia pagara a Haití más de 21.000 millones de dólares en reparaciones, lo que, según dijo, era el equivalente en dinero en aquel entonces, de los 90 millones de francos oro que Haití se vio obligado a pagar a París después de independizarse de Francia hace 200 años.

Como es tradición, después de ser desplazado un gobierno en Haití, no importa el estilo, entonces se monta uno nuevo que no sirve para nada. Aquella vez se llamó Gérard Latortue, con un presidente de facto llamado Boniface Alexandre. Como el de ahora al que nadie reconoce poder, Ariel Henry.

Tras el asesinato del último presidente haitiano Jovenel Moïse, fue colocado para substituirlo un ministro de facto, Ariel Henry, que no ha encontrado forma para cumplir su compromiso de montar un proceso electoral que deberá culminar en febrero del 2024. Cosa que le exigen desde la embajada norteamericana donde se aloja el llamado Grupo Core, y todo lo que queda de agrupaciones civiles y los políticos. Henry colocado en el gobierno haitiano no gobierna a nadie, allí, ya que Haití se mantiene sumido en un gran desorden a la vista de todos y a la espera de una invasión de fuerzas militares africanas que enviará Kenia, oportunidad que viene a ¿coincidir) con el retorno de Guy Philipe?

Aquella vez, en 2004, El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del que Francia es miembro permanente, rechazó un llamamiento de la Comunidad del Caribe (CARICOM) para que se enviaran fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz a Haití, pero a los tres días, votó a unanimidad para que se enviaran tropas a territorio haitiano, tan pronto Aristide fue secuestrado, según sus palabras. Fue aquella fatal ocupación de tropas de la ONU, de triste y epidémica de cólera, viva todavía en la memoria de todo el mundo.

¿Qué quieren los norteamericanos, ahora, colocando al truhan Guy Philipe, un viejo jefe de policía en Cap-Haitien, organizador de pandillas llamadas escuadrones de la muerte, un político terrorista conocedor más que nadie de ese infierno en que ha sido convertida la vecina nación? ¿Reclamará en territorio haitiano su inmunidad en el cargo de senador en el que nunca fue juramentado, tras ser perseguido y apresado por los federales norteamericanos como un vulgar delincuente, en Miami?

Se recuerda que, en el 2000, tras un complot golpista, Philippe expulsado de la jefatura de Policía, vino a parar escapando a la República Dominicana, en donde se dedicó a reclutar a ex militares y otras personas para lo que tenía y aún tiene dinero, constituyendo un nuevo grupo paramilitar entrenado por Estados Unidos, todo según fuentes, difíciles de verificar. Lo cierto es que intentó un nuevo golpe de Estado, en 2001 y años siguientes, siempre ligado a grupos de dominicanos.

En los récords como líder lioso se recuerda que, en febrero de 2004, regresó de República Dominicana con su grupo paramilitar para unirse al golpe de Estado haitiano de 2004 contra el presidente Jean-Bertrand Aristide. Cinco días después de regresar a Haití y unirse al ex líder de la milicia Louis-Joel Chamblain para anunciar su apoyo a las fuerzas antigubernamentales, Philippe recibió el mando del ejército rebelde. El 2 de marzo de 2004, Philippe y sus paramilitares retomaron el control del antiguo cuartel general del ejército haitiano frente al Palacio Nacional. Philippe declaró a la prensa internacional que él mismo controlaba ahora el 90% de las fuerzas armadas de Haití. En un discurso en la radio haitiana, Philippe declaró: «El país está en mis manos». Convocó a veinte comandantes de policía para que se reunieran con él el día anterior y les advirtió que si no se presentaban los apresaría.

Philippe nunca ha renunciado a su apetencia de convertirse en un dictador en Haití. Y si eso era lo que estaban esperando los haitianos, pues, ahí lo tienen. Y bien dotado. Gracias a la benevolencia de los Estados Unidos, Poder que ha inventado todas las tretas en Haití.

Ya se presentó como candidato a la presidencia haitiana en los comicios del 2006 consiguiendo apenas un 4% de la votación.

En junio del 2017 fue sentenciado a nueve años de prisión por el gobierno federal de Estados Unidos por aceptar sobornos de narcotraficantes. Allí no se mencionó nunca a los escuadrones de la muerte ni las víctimas de los mismos que documentan los archivos norteamericanos y haitianos que dirigió Philippe, por los que nunca ha sido juzgado, pero tímidamente, ahora, menciona alguna prensa haitiana.

Regresó, Guy Philippe y fue conducido ante lo que queda de las oficinas de la Dirección Central de la Policía Judicial haitiana. Según los informes, es posible que esté detenido. Habiendo cumplido su condena en Estados Unidos, no puede ser juzgado en Haití por los mismos hechos, declaró Pierre Espérance, Secretaria General y Directora Ejecutiva de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH), en el programa «Le Rendez-Vous avec Volcy Assad».

Cabe señalar que Guy Philippe tenía orden de arresto por su presunta participación en el asesinato del policía Tisson Jean-Louis durante el ataque armado en 2016 contra la comisaría de Les Cayes, se recordó en alguna prensa haitiana.

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