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En memoria de José Hallal

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Esta no es la historia de la vida y práctica de un hombre común; es recuento de quien con su ejemplo escribe parte de la historia de los hombres más comunes de la Tierra: los humildes y oprimidos.

Y lo hizo con la más alta entrega, devoción y ahínco porque de inicio  sintió que no vino al mundo a describirlo y contemplarlo sino a transformarlo.

Por ello de muy joven, como ha dicho ya el poeta, “descubrió que las minas del Rey Salomón estaban en el cielo, y no en el África ardiente…”

Y a partir de este primigenio descubrimiento, la vida y existencia de José Hallal no sólo es amada posesión de padres, esposa e hijos, sino también de las masas populares en lucha por dignidad, equidad, justicia social y libertad.

Nació en provincia Hermanas Mirabal, tierra de fértiles y arbolizadas colinas, pero también cuna de héroes y heroínas de la dignidad nacional.

Allí también transcurrió su vida juvenil y escolar, y aquí también abrazó la causa revolucionaria, de las nuevas transformaciones democráticas de la República Dominicana.

Militó en las organizaciones de izquierda, y se adhirió a las filas del magisterio, labor de profesor que desarrolló a lo largo de su vida, y de esta nunca bien apreciada profesión, casó con la leal y abnegada compañera de toda vida con quien procreó hermosa y sana familia.

Y en tiempos en que hasta la más hermosa flor y sus brillantes colores era ofensa al indigno opresor, y como cada ser humano es él y la historia que vive, Hallal hace suya la causa de las masas populares, de los sin voz, de los de a pie que veían caer a sus hijos no sólo por las difíciles condiciones materiales de existencia, sino y sobretodo, por persecución política: inútil tarea de perseguir, encarcelar y matar las ideas.

Como profesor se integró a las filas de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), y al calor de sus justas luchas ocupó las más altas posiciones de dirección.

Y fue en medio de la realidad y luchas sociales y políticas de la Nación, que el pensamiento siempre lúcido de Hallal da un salto cualitativo y hace suya la teoría de acción y práctica del marxismo.

Y si bien Hallal como ser social dedica su vida con amor a la causa  de una nueva República Dominicana, de equidad, igualdad y justa para todos, como ser humano llama la más alta atención.

Humildad y pureza de espíritu sus más altas virtudes; integridad, bondad y honradez a toda prueba; seguridad en la palabra empeñada, entrega y amor a su esposa e hijos.

Y aunque parte del mundo presente malamente mide el éxito por la cantidad de bienes materiales y cuentas bancarias acumuladas sin preguntar su procedencia, lo cierto y seguro es que así como expresara Miguel de Cervantes en su obra maestra de la lengua española el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en pláticas con su escudero al referirse a la libertad dijo:

“ la libertad…es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, por la libertad, así como por la honra se puede y se debe aventurar la vida…”

Y ese contenido de libertad social, visto desde el respeto a los derechos inalienables de igualdad, equidad y justicia para todos, fue plenamente configurado y entendido por Hallal.

Y al conmemorar hoy a un día de su último suspiro, su gran legado es será la riqueza espiritual, invaluable tesoro a su familia, amigos y al pueblo por quien vivió.

(Caonabo 30/9/2022)

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