Lo que vio una, no lo vio el otro. Como debió de ser. Cosa rara, pero lógica, porque la Una anduvo trabajando, el otro mirando.
La prensa nunca fue más certera cuando narró la respuesta que dio, y sigue sosteniendo, la señora Raquel Arbaje, esposa del presidente Luis Abinader, al reiterado y aspirante sempiterno a la presidencia de la República, Leonel Fernández: “Es bueno decir la verdad”.
Es un hecho sobrecogedor, porque la señora Raquel Arbaje no es muy dada a dar declaraciones. Como también debe de ser, ya que esa señora renunció a una legítima posición, que por tradición y por su condición, le corresponde, contrario a otras damas del pasado. Ni siquiera despacho tiene junto al de su marido, el presidente de la República.
Leonel Fernández, candidato de la Fuerza del Pueblo, aseguró tras una visita relámpago en caravana proselitista, para ver el desastre dejado por las recientes lluvias, en los barrios de Santo Domingo Oeste. Y afirmó ante las cámaras de televisión y numerosos periodistas, que “el gobierno abandonó los barrios de Santo Domingo Oeste”.
La señora Arbaje vio todo lo que vio el reiterado candidato presidencial, ahora por la Fuerza del Pueblo, junto a la otrora agrupación enemiga, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con la que se juntan en mancuerna, en lo que estos grupos han denominado Alianza Rescate RD, pero que uno de ellos mismos dice que, esa es una alianza rara, porque ahí, todos son adversarios, unos y otros.
El candidato Fernández parece que no tiene quien le guarde la espalda en Santo Domingo Oeste. La señora Arbaje le dio tiempo para que antes de su incursión relámpago, alguien le hiciera saber que, ese domingo de la declaración y la respuesta de la dama, ésta y el gobierno de su esposo tenían un ejército de servidores, que libreta en manos y en numerosas brigadas ya habían conversado en el barrio con la mayoría de los afectados por el diluvio provocado por el Cambio Climático.
Estas brigadas, de las que ha formado parte y testifica la señora Arbaje, junto a la señora Gloria Reyes, Directora General del Programa Supérate, quien también podría desmentir al candidato Fernández, puesto que ya está vaciando los almacenes llenos de enseres domésticos, sábanas y colchones, y bidones con agua potable, mientras, otros recogen lodos para despejar un poco las numerosas e inmensas cañadas que sirven de refugios a las gentes de Santo Domingo Oeste.
«Respetado Señor Presidente Leonel Fernández gracias por su humanidad. Esa es la política, la más alta forma del servicio al prójimo. Sin embargo, es bueno decir la verdad, porque la misma nos hace libres», dijo la señora Arbaje.
Se ve aquí cómo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene una razón inmensa cuando afirma y decide que las redes sociales y su modernidad hay que regularlas para que no difundan odios y mentiras que hacen daño.
Todo parece indicar que Luis Abinader tiene más de una estrella agazapada para salir en su defensa. No hay cosa más leal que una esposa que está viendo todo en el lugar de los hechos. Es como la gallina que ve los pollitos nacer de los huevos de su gallo: se defiende con la paciencia y recelo que sólo posee la verdad. Presidente Leonel, diga la verdad, aunque duela.
