La frase forma parte de un merengue escrito para el Rey del Merengue, Joseíto Mateo, pero me encanta el cover realizado por Jhonny Ventura y confieso que es mi merengue favorito después Marola, escrito por el fenecido compositor Luis Dias para Sergio Vargas.
La identidad nacional tiene en noviembre dos fechas importantes para el merengue: 26 y 30. La primera debemos celebrar el día nacional de ese ritmo y la segunda, cuando la Unesco lo declaró Tesoro Inmaterial de la Humanidad.
La falta de apoyo en la difusión del merengue ha generado un panorama preocupante para nuestra identidad musical. Festivales vibrantes eran la norma antes, pero ahora su ausencia es notoria. El respaldo de marcas importantes también ha mermado, lo que impacta en la promoción de este género.
Aunque las emisoras no han variado su programación. Ejemplos como el mes dedicado en Venezuela a sus artistas locales resaltan la falta de iniciativas similares en nuestro país. Además, naciones como Colombia siguen siendo bastiones importantes para artistas del merengue, como lo demuestra el reconocimiento y acogida que tienen figuras como Sergio Vargas y Wilfrido Vargas.
La escasez de compromiso de actores clave en la difusión del merengue, como el Grupo Telemicro, RCC Media, Bienvenido Rodríguez y sus emisoras; el propio merenguero Jossie Esteban y sus medios, refleja la falta de impulso en la promoción de nuestra música popular.
Es alentador dedicar una gran parte del contenido de nuestras (República Musical Radio y Televisión) producciones a difundir nuestro tesoro inmaterial, tal como lo señala la UNESCO. Sin embargo, es esencial un mayor respaldo institucional. El ministro de Turismo, David Collado, y el Ministerio de Cultura deberían adoptar un papel más activo en la promoción y preservación del merengue.
Resulta desalentador presenciar cómo incluso en fechas tan importantes como el Día Nacional del Merengue, la música que predomina en lugares emblemáticos como Bonyé son las bachatas, dejando al margen nuestro género nacional.
Es hora de redoblar esfuerzos. En República Musical, nos comprometemos a fortalecer aún más nuestra labor en la difusión del merengue. Necesitamos un compromiso colectivo para que esta pieza vital de nuestra identidad no desaparezca en el tiempo. Es momento de rescatar y preservar nuestro legado musical para no perder nuestra esencia como nación a través del merengue.
Mi generación, que supera los 50 años y que peina canas, debe asumir la defensa de apoyar nuestro ritmo para que no muera la alegría de ser dominicano. La tonta y joven abogada una vez confundió compromiso con la música popular dominicana con farándula.
