26.9 C
Santo Domingo
viernes, mayo 17, 2024

Guaidó en Venezuela mantiene a Joe Biden en un fangal

Las más leídas

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su equipo de consejeros políticos hacia América Latina, se encuentran enchivados en el lodazal que heredan de Donald Trump, y de un tropel de países entrometidos, desde 2021, en lo referente a Venezuela y su “presidente” sin silla, Juan Guaidó.

Es una posición incómoda, especie de incertidumbre que se refleja en el último comunicado del Departamento de Estado sobre “el gobierno interino de Venezuela y la Asamblea Nacional de 2015”, insistiendo en que el presidente de Venezuela es Juan Guaidó, y no Nicolás Maduro.

Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, acaba de enunciar, el 3 de enero del 2023, que su gobierno sigue reconociendo a la Asamblea Nacional electa “democráticamente” en 2015.

El comunicado es el mejor reflejo de la situación insólita que mantiene el gobierno norteamericano en el caso de Venezuela y Maduro: no menciona el nombre de Juan Guaidó.

Y no puede mencionarlo como protagonista del caso, porque son los propios venezolanos que hasta ahora rodeaban a Guaidó, quienes le han dado con el cubo del agua, reduciéndolo a la nada en el mundillo político de su país. “Juan Guaidó es eliminado como líder de la oposición venezolana”, tituló The New York Times, el 30 de diciembre del 2022.

Se daba cuenta de que la Asamblea Nacional de la oposición en Venezuela había barrido 72 votos contra 29 con la “presidencia interina” que mantenía a Guaidó bailando a capela, aunque con música rara, como siempre, instrumentada por Estados Unidos. Se disolvió el “gobierno” de Guaidó, y se nombró una comisión para gobernar los activos extranjeros del país, mientras se busca unir un frente para ir a elecciones en 2024.

Price y el Departamento de Estado norteamericano dicen que reconocen esa Asamblea Nacional que barrió con Guaidó, considerándola última institución democrática que queda en Venezuela, y legitimando aún, aquellos acuerdos del 2015. Increíble:

“Apoyo al pueblo venezolano, y a la oposición democrática; insisten en Maduro avance en las negociaciones que se dan en México, con la Plataforma Unitaria, enfocadas en las elecciones de 2024; restituir el control de los partidos políticos y sus líderes legítimos, con un registro electoral actualizado, y aceptar las delegaciones internacionales de observación electoral; implementen las recomendaciones que formuló la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en Venezuela de 2021; exigir la liberación de todas aquellas personas que están detenidas injustamente por motivos políticos; respeto de la libertad de expresión y otros derechos humanos universales; desde 2017, Estados Unidos ha aportado fondos de asistencia humanitaria por más de USD 2.300 millones tanto dentro de Venezuela como para los venezolanos que se ven obligados a huir a distintos lugares de la región;  patrón de represión política y abusos generalizados de derechos humanos que ostenta el régimen de Maduro”. Es, más o menos, la síntesis del clamor y enredo de Washington sobre la Venezuela actual que hace lucir a Biden y su Departamento de Estado desfasados y envueltos en un marasmo sobre esta situación específica.

Esto, cuando la petrolera estadounidense Chevron, acaba de enviar dos buques cisterna a Venezuela por primera vez en 4 años. Uno de los barcos llevará un cargamento de crudo al país norteamericano, mientras que el otro entregará nafta a una empresa asociada a Chevron.

Pero el viernes, 18 de diciembre, el Senado de Estados Unidos, en un gesto significativo, acaba de aprobar una ley que prohíbe hacer negocios con cualquier persona que apoye a Nicolás Maduro. Desde Caracas gritaron rechazando la llamada Ley Bolívar, por considerarla un proyecto contra el gobierno de Venezuela.

Price daba a conocer el comunicado sin mencionar a Guaidó, en una clara señal no confesada de que Estados Unidos ya no reconoce a Guaidó como presidente de Venezuela.

Confirma el funcionario de Biden, en rueda de prensa, cuando los periodistas le preguntaron por el significado de la situación “para fondos y activos como Citgo y operaciones o – y miles de millones de dólares y otros activos controlados por el gobierno interino” y si Estados Unidos tiene alguna respuesta al presidente Maduro, que habla de una potencial apertura a Estados Unidos. CITGO Petroleum Corporation o CITGO, es un grupo de empresas venezolanas refinadoras de petróleo y comercializadoras de gasolina, lubricantes y petroquímicos ubicada en los Estados Unidos, con su sede central americana en el área del Corredor Energético de Houston, Texas.​ Se trata de una de las principales empresas de su clase en Estados Unidos.

Price recalcó el contenido del comunicado del Departamento de Estado, recalcando que Estados Unidos quiere, un cronograma claro para elecciones presidenciales y legislativas libres y justas, en Venezuela.

Sobre los fondos que ha controlado Guaidó, dijo que las sanciones siguen siendo las mismas y también las restricciones siguen vigentes. Afirmó que los miembros de la Asamblea Nacional están discutiendo entre ellos cómo supervisarán estos activos en el extranjero, y que se conversa con ellos en ese frente. “Nicolás Maduro es ilegítimo. Apoyamos la Asamblea Nacional de 2015 como único vestigio de democracia en Venezuela”.

La pura realidad es que las sanciones económicas de Estados Unidos y las potencias occidentales, y la inflación altísima han profundizado las crisis de hambre, inseguridad y pobreza en Venezuela, lo que ha provocado una migración masiva en todas direcciones de más de 7 millones de refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo, la gran mayoría en países de América Latina y el Caribe, esta se ha convertido en una de las crisis de desplazamiento más grandes del mundo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último