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jueves, mayo 2, 2024

Bucha, una boca de lobo para el ejército ruso

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He leído todo lo que he podido sobre “la masacre” que han difundido los medios occidentales, cometida por los soldados rusos que cumplen una misión militar dispuesta por su gobierno, en Bucha, zona de Kyiv (división territorial Oblast), capital de Ucrania.

No he podido leer sobre ese hecho en todos los medios, occidentales, como digo, pero no ha sido necesario, porque todos repiten lo mismo: “fue una masacre!”, un genocidio.

Rusia está en guerra con Ucrania en el mismo territorio de este viejo territorio incorporado a Rusia, por el zar Alejo I, en 1654. Zar de Rusia, durante uno de los momentos más gloriosos de Rusia, en el siglo XVII. Fue el padre de Pedro I el Grande.

Durante una época inicial, tras un acuerdo entre Alejo I y los cosacos rebeldes se creó Ucrania, que luego fue conocida como la zona de “los pequeños rusos”.

Al pequeño territorio registrado como Ucrania por el zar Alejo I, en 1654, e incorporado al Imperio Ruso, le fueron agregando otros territorios que se consideraban ucranianos, porque la mayor parte de su población era ucraniana. Todas esas incorporaciones se hicieron mientras Ucrania era parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cuestión que se realizó en 1918.

Vladimir Lenin anexionó las regiones de Odessa, Lugansk, Donetsk, en 1922, a la República Socialista de Ucrania. Una parte de la Ucrania de hoy fue conquistada por Joseph Stalin para la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, después anexada como República Socialista de Ucrania. Tendríamos así que Lenín y Stalin salen siendo los padres de la patria de Ucrania. El último gobernante de Rusia que anexionó territorio a la República Socialista de Ucrania fue Nikita Kruschev, en 1954., quien le incorporó a Crimea, hoy una república independiente, como subdivisión de Ucrania. La URSS, compuesta entonces por quince repúblicas, fue disuelta entre 1990 y 1991. Y se dice que ¿“ahí terminó la llamada Guerra Fría”?

Al hablar de “la masacre de Bucha”, el presidente actual de Ucrania, vistiendo chaleco blindado y llorando, se presentó a la calle de Bucha en la que se dice están las pruebas del crimen de los rusos contra civiles ucranianos en medio de la guerra, y dijo hablando para medios de prensa occidentales: “Me resulta difícil hablar mientras observo la carnicería en Bucha”. Con lágrimas en los ojos. No debe olvidarse que Volodymyr Zelensky es actor por única profesión.

El leer sobre la parte contraria a Zelensky, se recuerda que Vladimir Putin anunció con tiempo que si se producía la guerra sería en defensa de los rusos pobladores en zonas de Ucrania, quienes eran masacrados literalmente por terroristas de las tropas neonazis y para destruir el ejército de Ucrania, formado y entrenado en los últimos años por Estados Unidos y países de la Unión Europea y las tropas de la Organización del Atlántico Norte (OTAN).

En Télegram, una red oficial rusa anunciaba el Ministerio de Defensa ruso, en las últimas horas, que “las fuerzas terrestres rusas y argelinas se preparan para realizar ejercicios antiterroristas, programados para noviembre de 2022 en el campo de entrenamiento de Hmaguir, en Argelia; y que el tema de los ejercicios serán acciones tácticas para buscar, detectar y destruir formaciones armadas ilegales”. Los rusos estarían confesando, así, que han tenido que enfrentar una variante de guerrillas urbanas de ultraderecha, capaces de las peores barbaridades, en Ucrania, tras ser parcialmente eliminados los recursos del ejército ucraniano.

Y todo parece indicar que Moscú también quiere mostrar su versión sobre la muerte de civiles en Bucha. Otro despacho de Telegram, que digo es una red oficial de Rusia, acaba, en el mismo día, de contra informar:

“”The New York Times ha verificado un video en línea que muestra a un grupo de soldados ucranianos matando intencionalmente a tropas rusas capturadas en las cercanías de Bucha, no lejos de Kiev. El vídeo, que podría constituir más evidencia de los crímenes de guerra ucranianos, muestra el bárbaro asesinato de un soldado ruso herido que aún respiraba antes de que le dispararan tres veces y dejara de moverse. Se muestran al menos tras soldados rusos muertos más con las manos atadas a la espalda”.

Así, es. Donde quiera se cuecen habas.

Las invasiones de territorios ajenos siempre son abusivas, perversas y dañinas, sin embargo. Estados Unidos de Norteamérica pudiera ser un modelo de ese sucio juego, en la época moderna, antes, ahora y después:  el Servicio de Investigaciones del Congreso, dependiente de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, compiló el paquete de invasiones en el mundo de esa potencia, como sigue: son 315 casos, sin incluir las acciones encubiertas después de la Segunda Guerra Mundial, hasta el 2001, fecha del bombardeo de Kosovo. Después hay que sumar las invasiones de Irak del 2003 al 2011, Somalia, en 2007, Libia, en 2011, Yemen, Pakistán, Somalia en 2011 para enfrentar a Siria y su gobierno. Ningún otro país del mundo exhibe tan omiso récord, como diría el otro.

En este mes de abril estamos recordando en  la República Dominicana a los muertos y la destrucción, y los pésimos gobiernos “democráticos” dejados como herencia por la no menos omisa invasión norteamericana a territorio dominicano de 1965. La segunda en el siglo pasado.

Desde los días del golpe de Estado en Kiev Ucrania, y las revueltas del Maidan, en 2014, la población rusa, en  la región del Donbass, Ucrania, (región histórica, cultural y económica integrada por la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk), según denuncias de Moscú, “masacrada por los neonazis, usando todo tipo de armamento” y ante los ojos del mundo y las denuncias de Moscú.

En realidad, la “pequeña Rusia” o Ucrania, en su historia, antes y después del zar Alejo I, es una historia plagada de problemas y contradicciones entre sus pobladores. Contradicciones de tipo raciales, religiosas, entre los pueblos vecinos por su posesión, hasta el día de hoy, regateada por la OTAN (Alianza de Norteamérica-anticomunista y la Europa, principal generadora de guerras mundiales que han arrojado cientos de millones de muertes y destrucción de bienes naturales.

Hablar y tomar posiciones en la cuestión Ucrania-Rusia resulta fácil para quienes son mantenidos en el oscurantismo histórico. La mejor práctica para mantener a los seres humanos en el oscurantismo es promover y sustentar lo que está ocurriendo hoy, en medio de una guerra de la información, con los medios de difusión de Rusia, por parte de sus contrarios. Así, es fácil hacer creer.

Como todo está cambiando y nuestras futuras generaciones fácilmente atrapadas hoy por el modernismo, no está mal legarles algunos juicios desde las lejanías.

¿De qué invasiones militares y crímenes me hablas? ¿De Rusia? Pues Rusia ha sido invadida por sus vecinos europeos Polonia, Lituania, Suecia, Francia, Alemania. Estados Unidos dispone de más de ochocientas bases militares en los cinco continentes y ha sido la única en arrojar dos bombas atómicas sobre poblaciones civiles indefensas (Hiroshima y Nagasaki, Japón). Todo en nombre de la sentencia de las corporaciones financieras norteamericanas que controla en la fabricación y tráfico de armas, materia prima de todas las guerras.

Todavía, hoy, a pesar del paso de los siglos, se siente el peso invasor de los grandes imperios encabezados por Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos de Norteamérica.

 

 

 

 

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