Estamos a punto de elegir el próximo presidente de la República Dominicana que nos gobernará por cuatro años.
A ese mandatario le corresponde dirigir el país en medio de una crisis que es equivalente a la que ocurrió hace 90 años y que duró justamente cuatro años en recuperarse.
Se acostumbra medir las condiciones de un país en base al Producto Bruto Interno. Es decir, la sumatoria de todo lo que se produce en su geografía durante un período, generalmente un año.
Ese producto representó un ingreso para alguien. Por eso es igual a ingreso. Para comparar los niveles de ingreso, se divide el producto entre el total de la población y ello nos lleva al ingreso por persona o per cápita.
Para calcular el producto de una nación hay más de una forma de hacerlo y voy a referirme a una de ellas.
La suma de todo lo consumido, más lo invertido, más lo exportado menos lo importado nos conduce en un período de tiempo, generalmente un año al valor del PBI (o sea Producto Bruto Interno en la geografía de esa nación.)
En esta ocasión me voy a referir a las importaciones que es las variables que juega un rol negativo en el valor del PBI.
Esa variable es el talón de Aquiles de la economía dominicana. Por ejemplo
en 2019 las Exportaciones alcanzaron un total de US dólar 11,218.6 millones y las Importaciones 20,288.0 millones de dólares para un déficit comercial de 9,069.4 millones de dólares
Del total de Importaciones 3,545.1 millones de dólares corresponden a importaciones petroleras para un 17.47 %.
Si a esto agregamos que en los últimos 10 años importamos US Dólar 800.6 millones de carbón mineral y que solo en 2019 importamos 1,490.3 millones en automóviles y electrodomésticos, más 286.6 millones de respuestos para vehículos, comprendemos que la persona que vaya a dirigir el país debería mostrar que comprende el modelo dependiente que tenemos y que tiene una respuesta que conduzca a independizarnos de la dependencia de energía fósil, que nos hace frágil económica y ambientalmente y que es capaz de abordar la crisis en los diferentes órdenes , sobre todo si busca encontrar los empleos perdidos en la generación de un nuevo modelo basado en energía renovable.
¿Le estaríamos pidiendo alguna cosa imposible?
Costa Rica tiene un producto per cápita de 16,900 muy similar al nuestro y no importa un solo barril de petróleo. O sea, es posible.
El país tiene vientos capaces de generar hasta más de un 30% de nuestras necesidades eléctricas y un promedio de 6 horas de sol diarias a un precio por kwh de 3 C de dólar, vía paneles solares.
Parece que llegó el momento de que el presidente que le toque dirigir la nación tiene que comprender lo que no han comprendido los anteriores que han pretendido demostrar que Einstein ha estado equivocado todo el tiempo cuando planteó E= MC2 o sea que si queremos generar una Masa de Productos tiene que ser vía energía.
Sin energía no hay producto, ni agua, ni bienestar.
Parece que deberíamos preguntarle al presidente que venga cuáles son sus planes para que el déficit comercial se equilibre generando más exportaciones o disminuyendo la proporción que representan las importaciones dentro del PBI.
