Me siento particularmente orgulloso de ser dominicano. Juan Pablo Duarte en su lucha por independizarse de la dominación de Boyer no se le ocurrió tratar de matarlo. Mejor hizo algo más inteligente. Organizó La Trinitaria para que el sentido de organización primara sobre el poder que se sustenta solo en las armas. Eso ocurrió a partir de 1838 y culminó en 1855 con la batalla de Santomé en la hoy provincia de San Juan de la Maguana.
Conmemoramos el 27 de febrero como fecha de inicio armado en 1844.
Sin duda el pueblo dominicano es independiente políticamente de la nación haitiana y es un país soberano. ¿Pero hasta qué punto? Para esos años no se conocía el petróleo que apareció en 1859. y la energía usada era el carbón de leña y después el mineral. Al ir desarrollando la nación fue cayendo gradualmente a la dependencia de la energía importada es decir 442 millones de dólares en petróleo crudo, carbón mineral de USA y Colombia.
Para comprender mejor el país, debe el 37.2 por ciento de lo que produce. Exporta 20,509 billones, pero importa 28,541 billones y su deuda externa es 23,094 billones al 2019 y la cámara no cesa de aprobar préstamos.
Existe una opción a ese camino. La energía necesaria para mover la electricidad que usan empresas y familias es 92 por ciento importada y fósil para dañar nuestros pulmones siendo que el sol que nos alumbra es gratis, pero ese camino ha sido parcial con apenas el 7 por ciento.
Un megawatt solar alcanzaría para el equivalente de 720,000 familias y nosotros no estamos en ese camino.
Me sentiré muy contento si en la próxima campaña electoral ese fuera el tema central.
