¡Más allá de la curva…!
SANTO DOMINGO. Habrá quienes se pregunten en el entorno universitario qué significa el sacrificio y cuál es su relación con mover fichas no positivas en la necesaria y benigna alianza para seguir ganando entre Rosalía (decana FCJP) y Radhamés (vice de Extensión) 2022-2026.
Un mínimo esfuerzo de interpretación lectora con nivel crítico y objetivo ha de llevar a cualquier persona (con sentido común) a ver más allá de su zona de confort para colegir que en un juego (de ajedrez o de dominó, también) hay fichas que, aunque forman parte del equipo, su movimiento (en ocasiones) puede dañar la competencia, inclusive; y en aras de mantener la Firmeza en los Propósitos (cuando llegue el momento) hay que hacerlas entender que es necesario el denominado sacrificio.
Esa decisión, en modo alguno significaría echar a un lado o abandonar a su suerte a los suyos, como si se tratase de figuras inútiles. No, aunque se dice que en política no siempre 2+2= a 4 (como en las matemáticas) lo cierto es que la sumatoría de uno y de otros duplica cantidades, una realidad muy clara en la luz intermitente del Jet del «Triunfo en Marcha» aún con puertas abiertas en pos del viaje a destino seguro y cierto para un período de cuatro años (2022-2026) y del cual algunos han de esperar la hora y el día adecuados para reservar un espacio, toditos juntos, pero con mascarillas (estamos en una extraña pandemia y sin una luz definitiva al final del túnel).
¿Y Un Paso, qué es?
Así como uno de ambos sectores (Rosalía y Radhamés) tendrá que practicar el precedentemente citado sacrificio; el otro y su entorno quizás tiene la curiosidad de saber un poco más del significado de Un Paso en el marco de una alianza que, entre otros beneficios, su importancia radica en que a cada momento deberá hacer reflexionar a los estrategas, allegados y gente cercana a las partes para que eviten errar sólo pensando en su futuro a largo plazo (2026-2030) y sin proponérselo dejarse dominar por la pasión y ensimismarse en la irracionalidad, sin valorar que la juma momentánea afecta los sentidos y convierte a la gente en incapaces de entender que en este juego, por las circunstancias y por un asunto propio de cronología inevitable, el 2022-2026 es primero que el período 2026-2030.
El desafío
En la alianza Rosalía-Radhamés (2022-2026) el gran desafío es que uno de ellos tendrá que dar «Un Paso distinto» para asegurar su futuro, si quiere salvar ahora su carrera política universitaria ascendente.
No se trata de incoherencias ni renunciar a ideologías ni distanciarse de trayectorias. El mundo de hoy demanda consenso; vivimos la era de la información, de la tecnologia, de la ciencia y el conocimiento, vivimos la era global, no hay que atrincherarse y por el contrario: hay quienes se las han arreglado para «vivir con su izquierda en la derecha».
Como el inevitable irá transcurriendo, y conforme pasen los días el Jet del «TRIUNFO En Marcha» pasará a denominarse el Supersónico, por su velocidad y capacidad de desplazamiento en tiempo récord, es probable que mucha gente no quiera quedarse fuera del citado viaje a destino seguro y cierto de cuatro años (2022-2026).
Se asegura que para Rosalía y Radhamés están reservados los asientos RR. Como a ambos académicos les adorna el don de la decencia, aquí no primará el temor que podría suscitarse en otros lados en el sentido de que «hay quienes son capaces de sacarse los dos ojos por ver a su enemigo tuerto». Mucho menos impera en esta alianza, la vocación del Escorpión cuya naturaleza, según la fábula, es picar a la Rana que lo lleva en su espalda en medio del trayecto, aunque ambos pierdan más por lo menos y se ahoguen».
