En la publicación anterior sobre el tema de Ucrania mencioné que fue Pedro I de la dinastía Romanov quién autodenominó a Rusia como Imperio Ruso bajo su reinado entre 1682 y 1725. Desde entonces, esa nación se ha comportado como tal hasta 1991, cuando el Imperio Ruso se derrumbó perdiendo su influencia directa en las 14 repúblicas bajo su reinado.
En ese contexto ha surgido Vladimir Putin ex miembro de la KGB de la URSS (que quiere decir del Comité de la Seguridad del Estado, dedicado al espionaje y contraespionaje) y que se ha convertido en un político hábil para ejercer un dominio autoritario en el inmenso territorio de la anterior URSS, con una extensión de 22.4 millones de km2. o sea un 12.5% mayor de Estados Unidos y Europa Occidental juntos.
Hay dos comunicadores, que publican artículos en este medio de comunicación, los señores Juan Taveras y Narciso Isa, cuyos argumentos se orientan a encontrarle justificación a la conducta del gobernante ruso al invadir a Ucrania, basándose en que lo que quiere la OTAN dirigida por USA es quedarse con los innumerables recursos de Ucrania y que eso es lo que quiere impedir Putin.
O sea, Putin lo que quiere es instalar en Ucrania son jardines infantiles y residencias para envejecientes y para ello ha enviado 150,000 soldados a ocupar el territorio.
Nosotros conocemos muy bien la conducta de los imperios. ¿Tan reciente como 1963 Fidel se hizo aliado de la URSS y qué le pidió Nikita Khrushchev a Fidel a cambio? Que le permitiera instalar una base de cohetes apuntando a USA, que estaba a 90 millas. Fidel lo complació y Kennedy ordenó un bloqueo total y Nikita se llevó sus cohetes.
Ahora Cuba se queja de que Estados Unidos no le compra nada y que por eso Cuba ha perdido miles y miles de millones de dólares. Otras consecuencias que nos enseña la conducta imperial. En 1963 elegimos a Juan Bosch que era un socialdemócrata y USA contribuyó a derrocarlo y cuando nos rebelamos para restablecerlo USA, envió 42,000 marines para evitarlo.
Precisamente por razones imperiales Rusia ha enviado 150,000 soldados a su vecina Ucrania, con quien comparte 1900 km de frontera y se queja de Zelenski, su presidente, no quiera negociar en esas condiciones.
Ningún imperio en el mundo se ha comportado en bien de los sometidos. De donde les salen razones a mis colegas comunicadores para pensar que, a Ucrania, presidente de una república independiente, le convenga someterse por la fuerza al dominio ruso.
Peor, si la comunidad internacional le pide a Putin, que saque sus soldados ese sería un camino hacia la paz porque de lo contrario se puede desatar un apandillamiento de lealtades, las mismas que se desataron en 1914 después del asesinato del archiduque de Austria por un nacionalista serbio, que provocó la 1ra. Guerra Mundial o por la invasión de Hitler a Polonia en de septiembre de 1939, que provocó la muerte de 60 millones y el sufrimiento otros cientos de millones. La ambición de Hitler, se parece a la de Putin. La justificación de una invasión pudiera aparecer en nosotros para invadir a Haití primero gastando millones en hacer un muro, y cuando los haitianos sigan llegando porque no lo respetan, podamos decir, como lo hace Putin ahora: NO ME DEJARON OTRA OPCION.
