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jueves, mayo 2, 2024

Resolver conflicto río Masacre mediante el diálogo

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En correspondencia con el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929 suscrito entre República Dominicana y la República de Haití, y el Protocolo de Revisión del año 1936 del Tratado de Frontera de 1929, más el Acuerdo  del 27 de mayo de 2021 suscrito a través de la Comisión Mixta Bilateral, ambos países poseen el sustento jurídico  para una relación armoniosa y un uso adecuado de las aguas transfronterizas del río Masacre.
El Artículo 10, inextenso, del Tratado de 1929 dice que:

“Debido a que los ríos y otros cursos de agua nacen en el territorio de uno de los dos Estados, atraviesan el territorio del otro o sirven como límites entre ellos, ambas Altas Partes Contratantes se comprometen a no realizar ni consentir ninguna obra que pueda cambiar el curso natural de estas aguas o alterar el caudal de sus fuentes. Esta disposición no deberá interpretarse como una privación de ninguno de los dos Estados del derecho de utilizar de manera justa y equitativa, dentro de los límites de sus respectivos territorios, dichos ríos y otros cursos de agua para el riego de tierras y otros fines agrícolas o industriales”.
El río Masacre, que tiene una extensión 55 kilómetros,  se origina en el Pico del Gallo, en la Cordillera Central de República Dominicana, sigue su curso pasando por Dajabón (Rep. Dominicana) y Juana Méndez (Haití), hasta desembocar, en la bahía de Manzanillo, en el Océano Atlántico. Su cuenca tiene una superficie de 380 km², de los cuales 230 km² pertenecen a República Dominicana, y 150 km²  a Haití.

Estas informaciones nos indican que el río Masacre no es propiedad exclusiva de República Dominicana, como cree el presidente dominicano Luis Abinader, los neofascistas, el reaccionario grupo  de Vincho Castillo y sus hijos, y los “nacionalistas de pacotilla”.
Por ejemplo, para esta gente de la peor calaña es correcto que República Dominicana use de manera unilateral y abusiva el  río Masacre, con la construcción de 11 obras y canales, de las cuales podemos reseñar como los dos acueductos en Castellar-Loma de Cabrera y Dajabón, las dos presas en Cabeza de Caballo y Los Miches, y los cinco canales que riegan Juan Calvo, La Aduana, Los Veteranos, El Coco y Don Pedro.

Esto que ha hecho República Dominicana nada tiene que ver con el derecho de utilizar las aguas del río Masacre “de manera justa y equitativa”. Pero nadie lo ha condenado, porque para ciertos sectores hispánicos enfermizos, patrioteros de pacotilla, racistas y xenófobos no se viola la soberanía del país hermano, pues lo hispano es superior a lo africano.

República  Dominicana no viola los acuerdos binacionales con la construcción de 11 obras y canales que se nutren el Masacre, pero sí lo viola el primer canal que construye Haití en Pittobert,  en la planicie de su meseta central, para el desarrollo de su agricultura en la llanura de Maribaroux, con el objetivo de reducir las inundaciones,  cuando hay grandes precipitaciones, e irrigar más de 3,000 hectáreas de tierra, y para otros fines agrícolas e industriales.
Creo que ante el grave problema causado por el presidente Luis Abinader y sus consejeros, por el canal que está construyendo Haití,  debiéramos respetarnos ante la verdad histórica, buscar la verdad en los hechos y no crear maliciosamente el fantasma del espantapájaros, pues la mentira nunca ha tenido, ni se tendrá un buen fin.

El gobierno haitiano hace un tiempo entró en escena, y ha dicho que Haití le asiste el derecho  de “decidir soberanamente explotar sus recursos naturales”.

El affaire masacre ya no es un conflicto entre una empresa privada y el gobierno dominicano, ahora es entre los gobiernos haitiano y dominicano, con lo que complica más la situación, que nos sugiere entonces que su solución tiene que ser ventilado mediante el diálogo y la diplomacia de ambos países, es decir, en la mesa de las negociaciones.

Por lo que, creemos que es improcedente la fanfarria militar desplegada por el gobierno del presidente Luis Abinader, como si los dos países estuviesen preparándose para una guerra fronteriza de conquista o reconquista de territorio, pues la misma lo que ha hecho es presentar un falso escenario militar con fines electoreros, a ver si el presidente Abinader y el PRM suben algunos puntos, pues el rechazo electoral a causa su gestión de gobierno oligárquico-imperialista y anti pueblo es alto en gran parte de las masas populares y de una parte significativa de la clase media, lo que le está creando serias incertidumbres.
El canal iniciado por un grupo de empresarios privados, pero ahora con el apoyo del gobierno haitiano, se está construyendo para uso agrícola, y no viola los acuerdos transfronterizos, según nos cuenta la historia.

Con el cierre total de la frontera y la exhibición militar desplegada por el presidente Abinader, se profundiza la situación de incertidumbre en cada lado  transfronterizo, se perjudica las actividades comerciales, haciendo más patética el hambre de la población pobre en ambos lados, y se crea una situación inhumana terrible en Haití, por lo que llamamos a ambos países a sentarse a la mesa del diálogo, y a los empresarios haitianos a suspender dicho canal, con la finalidad de buscar un bajadero que solucione el conflicto  binacional en curso, y los dos países y pueblos sigamos viviendo en paz y en amistad perpetua.

Además, para que el mercado binacional recomience su curso formal, a sabiendas, como un simple recordatorio, que Haití es para la República Dominicana el segundo socio comercial, después de Estados Unidos.

Para el logro de tales objetivos, el gobierno del presidente Abinader debe  enviar las tropas militares y policiales, con sus armamentos de combate, a sus cuarteles, y abrir de inmediato las fronteras, a fin de que la comida pueda llegar  al empobrecido y hambriento pueblo haitiano, que deben su mísera situación a la oligarquía haitiana, y a la opresión imperialista, iniciando con Francia, y terminando con Estados  Unidos, donde la familia Clinton tiene en la actualidad una gran responsabilidad.

Quisiera reafirmar que el Río Masacre no es una propiedad exclusiva de la República Dominicana, porque si fuese así ¿por qué se han firmado varios acuerdos históricos entre ambos países para el usufructo de sus aguas?

¿O es que el presidente Luis Abinader lo que quiere es presentar este conflicto del río Masacre, que se puede resolver en la mesa de negociones, como una violación a la soberanía dominicana, mentira que ni el mismo se lo cree,  pero aun así decide  azuzar, sugerir en secreto,  una intervención armada extranjera, que el pueblo haitiano y sus fuerzas patrióticas han rechazado siempre, y que traerá más miseria al pueblo haitiano, como ocurrió con la ocupación de Haití de Estados Unidos y su llamada MINUTAH que duró once años, y lo que dejó fue más pobreza?

Acudir a la mesa del dialogo es el camino correcto. ¿Si las negociaciones entre ambos países  no soluciona el Conflicto del río  Masacre, entonces acudir al arbitraje internacional, donde se imponga la sensatez entre ambos países y pueblos, y sigamos viviendo en paz y en amistad perpetua?

En conclusión, compartimos la sugerencia de la Comisión Mixta Bilateral  de República Dominicana y la República de Haití, que proclamó  en su  declaración conjunta del 27 de mayo de 2021, proseguir el proceso de dialogo, a fin de «crear una Mesa Técnica para mejor entendimiento de los trabajos realizados en la zona fronteriza, en el marco de la Subcomisión de Medio Ambiente y Agricultura de esta Comisión Mixta Bilateral, con miras a la conformación de la Mesa Hídrica Binacional».

Esa comisión mixta de expertos de ambos países ha trazado  el vector, que nos ha de llevar  a la solución, en dirección de lograr el objetivo político de que nuestros dos países y nuestros dos pueblos sigamos viviendo en paz y en amistad perpetua.

De todos modos, creemos  firmemente que este conflicto fronterizo del río Masacre y otros que existen, se resolverán a profundidad cuando se instale en el Palacio Nacional un gobierno como el que propone el Partido Patria Para Tod@s (PPT) y sus aliados de la Unidad de Izquierda y Fuerzas Progresistas (UDI), que integran hasta ahora los partidos y organizaciones PPT-PUC-REDES-PCML-FUSN-CPM-EFML.

En definitiva, la solución  al problema de Haití  no está en República Dominicana, pero tampoco en una intervención armada extranjera, sino en el propio pueblo haitiano, que encontrará su solución como en otras situaciones históricas lo ha logrado.

Quisiera terminar este artículo diciendo que los neofascistas y seudos nacionalistas dominicanos, patrioteros de pacotilla, racistas y xenófobos, pese al  nuevo escenario que gentilmente le ha preparado el presidente Luis Abinader, no se saldrán con la suya.

_________________________

(El  autor   es   economista  egresado  de  la  UASD,  escritor  y  poeta, miembro  de  la Comisión  Política   de  la   Coordinación  Nacional  y   Coordinador   de   Relaciones Internacionales   del  Partido  Patria para Todos y Todas/PPT, ex-Presidente de  la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba, miembro del Comité Dominicano de Solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela y miembro del Capítulo Dominicano de la Asamblea de los Pueblos del Caribe).

[email protected]

Teléfono y whatsaap (809) 492.8787.

3 COMENTARIOS

  1. Esa es la opinión de un castrochavista guiado por el interés de perjudicar a nuestro país. Con Haití, lamentablemente, no existe posibilidad de diálogo. Los primeros que lo rechazan son ellos. RD no puede seguir tolerando las actividades antidominicanas de Haití. Nosotros no le debemos nada a ellos, ellos nos deben a nosotros su existencia

  2. Ningún pueblo le debe a otro su existencia. Haití y Republica Dominicana son dos países que comparten un mismo territorio, y tienen en común una historia de explotación de países que se han adueñado y aspiran a adueñarse de las riquezas que aún disfrutan. Las aguas comunes no pueden conformar una desavenencia cuando ha Sido Republica Dominicana quien más las ha usufructuado. Un diálogo es lo más conveniente para los dos pueblos. Porque una intervención extranjera afecta a los dos pueblos de manera directa e irrestricta. Y todas las personas se necesitan porque unas van de pan y las otras van de arena. Saludos al escrito original.

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