Estambul es la ciudad más grande de Turquía, una de las mayores ciudades de Europa y es un ejemplo a seguir de cómo cuidar y proteger los perros y gatos sin hogar. Desde su gobierno tienen políticas de protección y cuidado a los animales y sus habitantes son generosos y respetuosos y han acogido el método Mascotas Colectivas.
Con este programa el gobierno, autoridades locales y habitantes cuidan y protegen animales que no tienen hogar, son censados, vacunados y desparasitados periódicamente, anualmente se invierten millones de euros para controlar la población que vive en las calles, 8 millones en los últimos años, muchos aportados por el sector privado.
Las autoridades llevan a cabo campañas de castración para controlar el incremento de la población, se encargan de mantener la higiene en las calles, por lo que los excrementos son recogidos puntualmente.
Pero también la comunidad hace su aporte y recogen los desperdicios de sus mascotas cuando van de paseo. Los perros y gatos andan libremente por calles y parques y son mimados por los habitantes quienes se dejan acompañar por ellos, los acarician y es normal verlos en las piernas de algunos visitantes de los parques o regalando una caricia.
Todos llevan un chip en la oreja como distintivo; los gatos disponen de pequeñas casas de plástico para dormir. Algunas fabricadas por las autoridades y otras por la comunidad, otras son hechas también en cartón y madera pintadas de forma colorida y armoniosa. En época del frío algunos establecimientos y centros comerciales abren sus puertas para acoger a los gatos, mientras otros dejan cartones y cobijas en los portales de los centros comerciales para que los perros se protejan.
Muchas tiendas tienen espacio para que los perritos entren libremente y es normal verlos dormir en vitrinas y estantes. Muchas familias colocan frente a sus hogares envases con comida y agua. Esta política amigable con ellos, no impuesta, también motiva a los conductores quienes dan paso a los perritos para que crucen las calles y es costumbre brindarles agua, ofreciéndoles sus propias botellas o llevando envases, especialmente en días de calor.
Se puede ver a conductores detenerse para darles paso. En esta ciudad turca el maltrato a los animales está castigado por ley desde 2009, y sanciona la crueldad, el abandono y la muerte de animales domésticos y silvestres.
Muchas tiendas disponen de espacios especiales para que los visitantes lleven sus mascotas igual plazas y supermercados, ver una mascota en un carrito del supermercado es una práctica normal.
Como cuidamos los animales dice mucho de un país, en República Dominicana hace falta más bondad y compromiso, que las autoridades cumplan con lo que establece la ley sobre los hospitales públicos y los albergues y que los dominicanos seamos más humanos y que no indiferentes ante los casos de maltrato y necesidad.
Hay muchas formas de ayudar, aportar a los casos que necesiten rescate, donar alimentos y dinero a los albergues, denunciar, integrarse a grupos de apoyo y liberación y algo muy simple y que pueden hacerlo todos, postear en tus redes, denuncias, abandono o pérdida, eso es gratis, solo te cuesta “un click” .
