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jueves, mayo 16, 2024

 No cerrar los ojos

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Nosotros los dominicanos tenemos que tener los ojos bien abiertos y no olvidar ni un segundo la visión de Juan Pablo Duarte. Los conflictos son la ley de la vida y llegan sin que uno los busque, pero ignorarlos es un desastre.

Nosotros encontramos nuestro espacio gracias a que Juan Pablo Duarte comprendió que los que nos dominaron en 1822 encontraron su independencia gracias a las condiciones favorables propiciadas por la revolución francesa de 1789. Eso permitió unir los esclavos, pero parece que ser esclavos era lo único en común.

La composición original de ser miembros de tribus distintas de diferentes países que no tenían ni siquiera un mismo idioma predominó después del triunfo.

A partir de 1804 empezó a acentuarse el mal de la división. Se formaron dos emperadores: Cristóbal y Dessalines  uno en el norte y otro en el sur y un reflejo actual, 217 años después es que en Haití hay 53 organizaciones políticas registradas y más de 70 bandas criminales se disputan el control de territorios.

Estamos marcados por circunstancias externas. Cuando siendo posesión española en 1606 el Gobernador Osorio dispuso despoblar el oeste y norte de la isla para evitar el contrabando de pieles en perjuicio de los ingresos de la corona española, en realidad abrió la consolidación de los bucaneros y filibusteros que vivían de la delincuencia que se asentaron en la isla Tortuga primero y después al oeste de nuestra isla.

Si mis padres me hubieran nombrado Juan Pablo creo que me hubieran echado una responsabilidad muy grande, porque nuestro Duarte se dio cuenta que desde el exterior nos llegan cosas que tenemos que enfrentar.

Esos 26 colombianos que pasaron por nuestro territorio para ejecutar un crimen, con dólares seguramente muy sucios, le dice a nuestro presidente, ciertamente Haití es más bien un conglomerado en estos momentos, una nación inviable, pero cerrar los ojos es la peor decisión porque si a un mes de haber matado a su presidente en Haití aún no se sabe quién fue el que mandó a matarlo, ni por qué. Podríamos caer víctimas de la ignorancia. Duarte nos está diciendo: NO ABANDONEN MI TRABAJO

 

 

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